Política de Gestión Energética de Telefónica

04/08/2023

Tiempo de lectura: 4 min

La Política de Gestión Energética expresa la postura del Grupo con respecto a la gestión de la energía, incluidos el uso de fuentes renovables, los objetivos en materia de eficiencia energética y el cumplimiento de la legislación aplicable. La Política de Gestión Energética de Telefónica S. A. se actualizó en marzo de 2022.

Objetivos y ámbito de aplicación

La Política de Gestión Energética, parte de la Política medioambiental del Grupo Telefónica, recoge nuestros principios de gestión medioambiental en relación con la energía. Su finalidad es establecer un marco estándar que permite marcar objetivos y articular acciones. Refleja la dedicación de Telefónica al consumo eficiente de energía y a la reducción de los gases de efecto invernadero dentro de un proceso de transición que culminará con su transformación en una empresa con cero emisiones netas de carbono.

La Política de Gestión Energética se aplica a todas las empresas del Grupo. Telefónica S.A. se encarga de garantizar una coordinación que no afecte al proceso de decisión independiente de cada empresa, basado en sus intereses corporativos y sus responsabilidades hacia sus accionistas.

Directrices de gestión energética

La manera que tiene Telefónica de enfocar la gestión energética está directamente ligada a los desafíos que afronta la sociedad en este campo, como el crecimiento de la demanda, el cambio climático, el incremento de los costes y el desarrollo de las energías renovables.

Todas las empresas del Grupo Telefónica se comprometen a lo siguiente:

Implantar una mejora continua en el ámbito de la energía por medio de una evaluación sistemática de los procesos.
Establecer objetivos ambiciosos tanto para la eficiencia energética local y global como para las emisiones de carbono, y habilitar los recursos necesarios para alcanzarlos.
Avanzar hacia el uso de las fuentes de energía renovables, incluidas la electricidad (hasta llegar al 100 %) y los combustibles, y reemplazar los combustibles fósiles por otros renovables.
Aplicar estándares comunes de gestión energética, compartir buenas prácticas e implantar de manera gradual sistemas de gestión que contribuyan a reducir el consumo energético y a optimizar la eficiencia de los procesos.
Garantizar el cumplimiento de la legislación actual sobre la energía y todos aquellos compromisos en esta materia que asuma la empresa.
Incorporar de manera gradual criterios para administrar de forma interna el coste de la energía y del carbón, como los del coste total de la propiedad (TCO, por sus siglas en inglés) y el precio interno del carbón.
Trabajar directamente sobre la cadena de valor para fomentar el progreso de los estándares y compromisos ambientales y reducir las emisiones indirectas de carbono, sobre todo en la cadena de suministro (trabajando con nuestros proveedores para reducir sus emisiones) y en el equipo de los clientes (mejorando su gestión y su diseño para aumentar la eficiencia energética y reducir las emisiones de carbono asociadas a él).
Hacer públicas tanto esta política como el rendimiento energético de la empresa y someter a una entidad externa la verificación de dicho rendimiento.
Colaborar con otros (por ejemplo, mediante el intercambio de prácticas en el seno de la industria) para alcanzar una economía no ligada al carbono.
Fomentar la concienciación y el compromiso con respecto al consumo y la eficiencia de la energía.
Usar el potencial del mundo digital para impulsar la eficiencia energética y la educación de empleados, socios y clientes en relación con ella.