El gran desarrollo tecnológico que hemos vivido en los últimos años ha dado soporte a la última Revolución Industrial: la Industria 4.0. Innovaciones como el Big Data, Internet de las Cosas o la Inteligencia Artificial y el Machine Learning, se han convertido en las herramientas necesarias para que la robótica industrial y la automatización sean clave en los cambios estructurales que está viviendo.
Toda esta conectividad ha dado como resultado, precisamente la automatización de los procesos de producción. Se trata de la Smart factory, es decir, la fábrica inteligente o conectada.
¿Qué es la robótica industrial?
La fabricación de robots industriales, así como su diseño y desarrollo previos, e implantación en los procesos reales, dependen de profesionales con un conocimiento tecnológico alto complementando los estudios de ingeniería especializados en la rama de robótica, con otros que conforman una base transversal de matemáticas o programación.
Su objetivo es sustituir a los operarios que realizan tareas repetitivas o peligrosas, para que sean máquinas o softwares informáticos, las que las realicen, automatizando esas tareas. De esta forma los trabajadores dejan de estar expuestos a actividades peligrosos y pueden reciclarse en trabajos mucho más interesantes y monótonos.
El crecimiento de la robótica industrial ya es clave en un buen número de sectores muy diferentes, como el militar, el de automoción, el de logística o incluso el comercial, consolidándose ya como una megatendencia que está transformando el panorama económico y empresarial de la industria. Tal y como sostiene la International Federation of Robotics, en 2025 la inversión en robótica de las empresas alcanzará los 66.900 millones de dólares.
¿Qué beneficios tienen la robótica industrial y la automatización?
La automatización industrial se apoya, como no puede ser de otra manera en la robótica. En este sentido no debe confundirse con la automatización robótica de procesos, también muy en auge. Esta última, conocida por las siglas RPA, se refiere a un tipo de software de robot virtual que automatiza procesos, por ejemplo, procesos comerciales, gracias al uso de otras tecnologías como Inteligencia Artificial y el Machine Learning. Debido a la facilidad que ofrecen para automatizar tareas, los RPA se han ganado un espacio en los entornos de la Industria 4.0, ya que estos bots se utilizan para recopilar información, gracias a la conectividad.
Los principales beneficios que aporta la robótica industrial y la automatización a los sectores industriales son el aumento de la productividad y la reducción de costes. Además, la automatización redunda en una mayor flexibilidad y una sencilla escalabilidad en función de las necesidades puntuales de producción y un coste de implantación aceptable para las empresas.
Todo ello da como resultado una mejora en los cumplimientos de los trabajos contratados. Tal y como indica la consultora Deloitte, productividad, coste de implantación y mejora del cumplimiento son los beneficios que más valoran el 90% de las organizaciones y destacan que la implementación de programas con robots “han superado sus expectativas” en dichos beneficios.
Además, para los trabajadores también conlleva beneficios puesto las tareas repetitivas que aportan poco valor a la cadena de producción, las actividades peligrosas o que requieren de gran precisión, tienen en la robótica un aliado, pudiendo dirigir sus esfuerzos a otro tipo de acciones dentro de las empresas donde puedan hacer valer sus cualidades como profesionales.
Tipos de robótica industrial
Para dar respuesta a las necesidades de producción hay distintos tipos de robots, en función también del tipo de industria en el que se van a implementar puede destacarse los robots fijos, que están diseñados para realizar una misma tarea de manera ininterrumpida. Realizan tareas simples y repetitivas.
También hay robots programables que pueden ser utilizados para distintas tareas gracias, precisamente a que se les puede reprogramar. Y, por último, los robots industriales flexibles que pueden trabajar de forma coordinada con otras máquinas ya que dependen de un sistema central que los coordina a todos.
Los robots también se pueden clasificar según las labores que realizan, si son de labores de manipulación o de repetición, además hay robots inteligentes, que se conectan a su entorno, bots (ya mencionados) o los nanobots, en fase de experimentación.
Procesos industriales donde se utilizan robots
Uno de los sectores en los que más ha calado la robótica es en el de la automoción, junto con los sectores de la electrónica, por las capacidades que ofrece en tareas de montaje, el químico y el alimentario. A través del uso de sensores, cámaras, sistemas de transmisión y tecnologías como la IA, son perfectos también para trabajos de logística como la clasificación de productos o la paletización.
Hay que tener en cuenta que la robótica industrial y trabajo de automatización va mucho más allá de los procesos de producción. El salto cualitativo que ha vivido el sector de la salud se ha visto altamente beneficiado por el empleo de trabajo de automatización en ámbitos como la asistencia sanitaria, tareas de limpieza y desinfección e incluso asistencia quirúrgica.