Naciones Unidas destaca la necesidad de combatir la corrupción y así queda reflejado en el ODS 16, sobre la Paz, justicia e instituciones sólidas, donde destaca que una de las esferas más afectadas a nivel global es el poder judicial. Mientras en España, el deterioro en la percepción de este problema, tal y como señala el Índice de Percepción de la Corrupción de Transparency International en 2022. Unas conductas que no solo generan un enorme coste económico, también deterioran la función de las instituciones gubernamentales, las administraciones públicas y del sector privado, y supone un ataque a la convivencia y a la democracia.
La tecnología blockchain, ¿puede evitar la corrupción?
La tecnología de bloques es una base de datos compartida, descentralizada, inmutable y transparente. Por sus características es capaz de dar respuesta a problemas de confidencialidad y almacenar datos en el tiempo, asegurando una trazabilidad imposible de modificar. Y es perfecta para ser implementada en sistemas administrativos y financieros obsoletos y poco robustos en cuanto a seguridad informática.
Por ello, la tecnología blockchain puede evitar la corrupción ya que proporciona registros digitales que no se pueden alterar. Tal y como publica la World Compliance Association, España es un referente a nivel mundial en el desarrollo de la cadena de bloques, y destaca la relación entre el sector cripto y el financiero, así como el uso que el sector universitario ya realiza para la validación de los títulos académicos.
Países como Colombia o Perú también han visto los resultados positivos de cómo esta tecnología puede evitar la corrupción. Por ejemplo, en Medellín se ha desarrollado un programa para monitorizar el proceso de selección y contratación de los proveedores de un programa de alimentación escolar, y en Perú se ha desarrollado un proyecto de adquisiciones públicas. Mientras en España centros educativos como ISDI o la Universidad Carlos III de Madrid validan sus títulos con blockchain.
Sin duda, puede convertirse en una herramienta eficaz, capaz de aportar transparencia, confianza y verificabilidad, y de forma rápida gracias a la digitalización del ámbito público y privado.
Control de proyectos y seguridad de los datos
La cadena de bloques asegura que cada anotación validada es inmutable, y se almacena de forma permanente y pública, esto quiere decir que nadie puede eliminar o cambiar un registro, ya que funciona precisamente como el eslabón de una cadena. Si se modifica, la cadena se rompe.
Es también una oportunidad para hacer cumplir contratos (incluso programas electorales), gracias a los contratos inteligente o smart contract, tan extendidos ya en el ámbito corporativo y legal. Estos contratos se ejecutan de manera automática según se van cumpliendo las condiciones pactadas, y sin la posibilidad de que haya interpretaciones. Esto supone un gran atractivo, por ejemplo, en el caso de las licitaciones públicas ya que aporta una total transparencia y permite un seguimiento completo durante los procesos de compras públicas y otro tipo de proyectos.
En este contexto se facilita la creación de comunidad, donde confiar en otros sin instituciones intermediadoras, ya que se transfieren datos y se producen registros a través de contratos inteligentes.
Con la cadena de bloques, cada transacción queda registrada y controlada, a través de la trazabilidad, que ofrece. De este modo, se pueden realizar contrataciones más seguras, reducir el número de personas involucradas y rastrear los gastos. En consecuencia, se evitan los desvíos de dinero, la manipulación de fondos y se vigila constantemente la buena ejecución de los recursos económicos dentro de las organizaciones, tanto públicas como privadas.
Debido a sus particularidades como red descentralizada y protegida por lenguaje criptográfico, mantiene unos los altos niveles en ciberseguridad, preservando toda la información que quedan guardados. Si los datos se almacenan en una red informática tradicional, es más probable que se produzcan ciberataques y se pueda acceder a los datos.
El futuro de los procesos electorales
Ya hay distintos gobiernos que plantean para el futuro el empleo de plataformas en cadenas de bloques en ámbitos sensibles como los procesos electorales ya que el uso de la blockchain puede evitar la corrupción en estos procedimientos y dotarlos de total transparencia, fortaleciendo así sus democracias.
Para ello, se plantean sistemas en los cuales cada ciudadano tendría asignado un token individual no fungible (NFT), con el que ejercer su derecho al voto, que permita la verificación de cada uno. Este método mantendría la privacidad del voto y la transparencia de los procesos ya que pueden ser auditados de manera fiable.
La digitalización aporta alternativas como la blockchain para evitar la corrupción, combatir la manipulación de recursos y la falta de transparencia en los entornos públicos y privados.
