Nos encontramos en un mundo en el que las telecomunicaciones y las herramientas informáticas no se circunscriben a determinados sectores sino que están presentes en mayor o menor medida en todos los entornos de producción de bienes y servicios.
Por ello, es necesario una preparación y educación diferente a lo hasta ahora conocido, ya que el proceso digital es transversal y se expande por todos los sectores.
Nuevos perfiles
Todo ello, hace que el mercado laboral demande nuevos perfiles profesionales, que den respuestas a las actuales necesidades, en lugar de seguir formando en otros perfiles que ya no tienen futuro al tratarse de actividades que han sido automatizadas o que han dejado de tener razón de ser en este nuevo entorno.
En el estudio realizado por McKensey Global Institute El futuro del trabajo en Europa, se alerta de que el viejo continente se puede encontrar con una carencia de trabajadores cualificados, a pesar de la citada automatización.
La principal causa de esta situación, se argumenta en el estudio, es el envejecimiento de la población, que implica que para 2030 los ciudadanos europeos en edad de trabajar se habrá reducido un 4%, en torno a 13,5 millones de personas, lo que supondrá una contracción significativa de la oferta laboral.
Un hecho que todavía será mayor si se confirma la tendencia de disminuir la semana laboral, lo que supondría un 2 % menos de trabajadores.
La automatización y sus consecuencias
Según el trabajo de McKensey Global Institute, la automatización afectará de una forma o de otra a los 235 millones de trabajadores europeos actuales, de los que más de 90 millones deberán desarrollar nuevas habilidades dentro de su profesión, acordes con la tecnología digital, mientras que 21 millones directamente tendrán que cambiar de ocupación, al desaparecer la suya actual.
Frente a los empleos que el estudio considera que en mayor proporción desaparecerán, como la hostelería (perderá hasta un 94% de los puestos de trabajo), las ventas mayoristas y minoristas (68%) o la construcción (58%), apunta a que las categorías profesionales que más podrían crecer hasta el año 2030 en Europa son las STEM (ciencia, tecnología, ingeniería, y matemáticas).
A continuación se sitúan las relacionadas con la información y la comunicación, el trabajo social y el cuidado de la salud, y el ocio y el entretenimiento.
Las profesiones digitales
El nuevo entorno laboral demanda profesionales digitales, expertos en las nuevas herramientas de altas tecnologías, que den respuesta a las necesidades de un nuevo tiempo.
Son muchos los estudios realizados al respecto, en cuanto a los perfiles más demandados. Si atendemos al informe Sociedad Digital en España 2022, de la Fundación Telefónica, nos encontramos con varios estudios en los que se coincide en la amplia demanda de profesionales digitales.
Ejemplo de ello, es la encuesta a empresas realizada para el informe EPyCE 2020 de la EAE Business School, que señala que las posiciones más demandadas se agrupan en el sector de la tecnología que se sitúa en el primer lugar con un 32,14%, subiendo 10 puntos respecto a 2019.
En concreto, apunta que las posiciones más demandadas son operarios cualificados, data science, ingeniero informático, big data, programador informático, delegados de venta, desarrollo de negocio, ingeniero industrial, médico y account manager.
Falta de profesionales
También analiza las posiciones más difíciles de cubrir, como son data science, big data, ingeniero informático, operarios cualificados, médico, programador informático, comercial digital, gerente, ingeniero eléctrico y responsable de ciberseguridad.
Por su parte, la consultora de recursos humanos Experis, en su estudio Tech Cities 2021,destaca que en 2025, hombres y máquinas resolverán tareas rutinarias al 50 por ciento y habrá 97 millones de nuevos empleos relacionados con la inteligencia artificial, la sostenibilidad y la atención sanitaria.
Además, se apunta que el perfil profesional más solicitado es el de ingeniero de software, con más de 128.000 puestos en 2021, aunque el mayor crecimiento en los últimos cuatro años ha sido el de analista y científico de datos, cuya demanda se ha multiplicado por siete.
Europa y la formación en altas tecnologías
Poco a poco Europa está tomando conciencia de la necesidad de formar en altas tecnologías a sus ciudadanos si no quiere perder el ritmo de sus competidores, en especial, Estados Unidos y China.
Por ello, la Comisión Europea anunció este pasado octubre la puesta en marcha de una iniciativa para formar a un millón de europeos en altas tecnologías hasta 2025.
Una iniciativa que liderará el Instituto Europeo de Innovación y Tecnología (IET), mediante el desarrollo de programas de educación en tecnologías profundas que la UE necesita para formar a ese millón de europeos.
En concreto, el IET ofrecerá formación en los campos de la tecnología profunda, como los materiales y la fabricación avanzados, la inteligencia artificial, la biotecnología, la cadena de bloques, la robótica, la fotónica, la electrónica, la computación cuántica, el sector aeroespacial, la energía sostenible y la tecnología limpia en todos los Estados miembros.
Formación para todos
Según explica la Comisión, los programas estarán abiertos a todos los niveles educativos, desde estudiantes de secundaria hasta educación superior, profesionales y empresarios, y todos los proveedores de educación y formación.
Además, se prestará especial atención a una fuerte participación de las mujeres, así como a los países con menor capacidad de innovación.
Hay que recordar que el EIT cuenta con una red de más de 3.400 socios y más de 70 centros en toda Europa para desarrollar programas de educación de tecnología profunda de última generación.
Con esta iniciativa, según señala Mariya Gabriel, comisaría de Innovación, Investigación, Cultura, Educación y Juventud, no sólo se pretende garantizar “el desarrollo de una mano de obra calificada, sino también la retención de empresas de alto crecimiento activas en los campos de tecnología profunda para mantener y expandir sus operaciones en Europa”.