La oftalmología es una de las especialidades médica con mayor uso de Inteligencia Artificial, IA, y ha sido pionera en el uso de esta tecnología para detectar, diagnosticar y tratar patologías oculares de todo tipo.
Inteligencia artificial, tecnología basada en Big Data
Los algoritmos automatizados utilizan y analizan una enorme cantidad de datos, lo que supone su principal ventaja de su empleo en oftalmología. Algunos de los sistemas más avanzados, que han sido desarrollados con esta tecnología, llegan a alcanzar un éxito cercano al 90% convirtiéndose en un gran apoyo al trabajo de los expertos.
Una persona sola sería incapaz de analizar estas enormes cantidades de información, puesto que los diagnósticos se obtienen a partir de miles de datos médicos y biológicos, estas herramientas permiten también crear guías sobre estas patologías.
Algunos estudios ya apuntan a que la aplicación de tecnología basada en Inteligencia Artificial en la oftalmología será la clave del futuro de esta especialidad médica, puesto que permite diagnosticar enfermedades de forma precoz y a su vez diseñar tratamientos personalizados. Anteriormente, los diagnósticos e indicaciones médicas se generaban con el reconocimiento de imágenes, un procedimiento más laborioso.
No obstante, se sigue investigando para lograr que esta tecnología alcance una mayor fiabilidad, permitiendo a los oftalmólogos y a los pacientes una confianza total en esta herramienta.
¿Es posible una detección precoz de enfermedades oculares?
La Inteligencia Artificial permite analizar y mejorar el estudio de los datos de enfermedades médicas que afectan a millones de personas. Sin duda, una revolución en diversas especialidades como la oftalmología, dermatología o la radiología.
El uso de sistemas de Inteligencia Artificial en la oftalmología ayuda a almacenar miles de imágenes del ojo y, a partir de un algoritmo, se segmentan las imágenes correspondientes a un ojo sano y a uno patológico. Asimismo, cuando se introduce la foto del ojo de un paciente, el sistema es capaz de indicar al instante si existe algún problema ocular.
Estos sistemas también se emplean para diagnosticar pacientes con riesgo de enfermedades cardiovasculares con el uso de la foto de su retina. Del mismo modo, se usa para el diagnóstico de retinopatía diabética o degeneración macular. La detección precoz efectuada por IA puede ser vital para frenar la evolución de estas patologías.
Tecnología para monitorizar enfermedades oculares
La retinopatía diabética (DR) ha sido uno de los primeros puntos de aplicación de la IA en la optometría. En 2018, la Administración de Drogas y Alimentos de los Estados Unidos (FDA) aprobó la aplicación de un algoritmo autónomo para analizar esta afección ocular. Inicialmente, se trataba de una tecnología totalmente automatizada, que incluía el uso de robots, y a partir de ahí se desarrollaron otras investigaciones en este campo.
El objetivo de este desarrollo es poder identificar y monitorizar enfermedades oculares de manera preclínica. Además, con estos avances, los oftalmólogos pueden desempeñar su labor con mayor amplitud en enfermedades neurológicas y sistémicas.
Este tipo de soluciones automatizadas son, además, una gran oportunidad para los médicos, ya que aumenta su campo de acción. Con la implantación de programas autónomos, los oftalmólogos pueden conseguir una mejora de su flujo de trabajo, permitiendo atender y ayudar más detenidamente a sus pacientes.
Aplicaciones reales de Inteligencia Artificial en la oftalmología
Actualmente, las imágenes del fondo de los ojos, se puede implementar en la detección, diagnóstico y tratamiento de afecciones como la miopía, glaucoma, edema macular diabética, y otras más.
Se estima que 5,3 millones de personas en España sufren diabetes de tipo 2 (datos ofrecidos por la Federación Española de Diabetes). La RD es la principal causa de discapacidad visual y ceguera entre estos pacientes.
Ante este contexto, la aplicación de algoritmos puede mejorar la detección y monitorización de miles de diagnósticos, ya que solo es necesario obtener una imagen interna del órgano con cámara retinal y subirlas a la nube. La IA accede a estas imágenes transformadas en datos para proceder a su análisis. En pocos minutos, tanto paciente como médicos pueden saber si se trata de RD o de otro tipo de dolencia. Ya existen más de siete sistemas automatizados que arrojan buenos resultados.
Por ejemplo, en el caso de la enfermedad ocular diabética (EOD) estas herramientas pueden tratar este tipo de enfermedad. El tipo más común de enfermedad ocular diabética es la retinopatía diabética (RD), junto al edema macular diabético (EMD), y ambas pueden derivar en pérdida de visión.
También se han llevado a cabo estudios de la cirugía de cataratas con esta tecnología. Aazim A. Siddiqu, oftalmólogo residente en el Colegio de Medicina Albert Einstein, de Nueva York, publicó un informe sobre el uso de IA en la cirugía de cataratas, refractiva y de córnea, en Current Opinion in Ophthalmology. Afirmó que 30 de cada 100 pacientes no quedan satisfechos con el tratamiento de su afección, puesto que con el paso del tiempo necesitan una segunda intervención. Por este motivo, esta tecnología se plantea como una mejora ante esta brecha médica, ya que permite diseñar exámenes personalizados y mejora la detección, salvando así la visión de los pacientes. Además, logra resultados eficientes evitando intervenciones futuras.
Lo mismo sucede con las aplicaciones en el glaucoma ocular. Existen múltiples tipologías de inteligencia artificial, entre las más destacadas se encuentra la de asistencia. Este modelo funciona en estas patologías, ya que permite a los oftalmólogos arrojar diagnósticos precisos y de mayor calidad, basados en recopilaciones fotográficas disponibles de la afección.
La Inteligencia Artificial no sustituye a los oftalmólogos
Los avances tecnológicos no van a sustituir a los especialistas. Diversas investigaciones se han centrado en enfrentar a los sistemas inteligentes contra los especialistas humanos, un punto de vista equivocado, ya que la tecnología únicamente ayuda a los médicos, no los sustituye,
Un estudio elaborado por la Academia Estadounidense de Oftalmología de la revista Ophthalmology señaló el importante papel de los profesionales por conseguir la cohesión entre médico y tecnología. Específicamente, la investigación se basó en casos de retinopatía diabética, y los resultados determinaron que el conjunto formado por médicos e IA es más eficaz que las labores que luchan por separarlos.