El sector pesquero se conecta al Internet de las Cosas

El sector de la pesca también ha encontrado en el Internet de las Cosas un aliado para mejorar su actividad y minimizar la huella que deja. En los últimos años, el uso de soluciones basadas en esta tecnología se ha disparado y ha encontrado aplicaciones de gran utilidad con las que aprovechar sus ventajas.

iot en pesca imagen principal

Tiempo de lectura: 5 min

Según un informe de Satlink sobre impacto de la tecnología en el sector pesquero, el uso de aplicaciones IoT creció un 20% durante 2019 y 2020. Los datos aportados por esta empresa española, especializada en telecomunicaciones satelitales, ha visto como desde 2017, año en el que comenzaron a introducirse las llamadas boyas inteligentes selectivas en la flota pesquera atunera de larga distancia. La misma empresa espera que a lo largo de 2021 el incremento haya superado el 30%.  

Estas boyas inteligentes, uno de los ejemplos más destacados de conectividad aplicada al mar, ofrecen información a los barcos sobre la ubicación de los bancos de peces y les permite conocer el número aproximado de ejemplares, la especie y otros datos relevantes. 

Soluciones basadas en la conectividad 

Los dispositivos conectados vía satélite ofrecen una serie de ventajas a tener en cuenta. Tal y como destaca el estudio, a través de la digitalización de la operativa, mejoran el cuidado de especies protegidas, ya que gracias a la información que recogen estas herramientas, los pesqueros pueden evitar aquellas especies que no deben ser capturadas y centrarse en aquellas que sí tienen permitido pescar. También permiten evitar la captura de ejemplares juveniles, favoreciendo una pesca sostenible. 

La tecnología aplicada al sector beneficia además una mejor toma de decisiones entre los pescadores, que pueden escoger las áreas de pesca más adecuadas sin provocar problemas con otros barcos. Al mismo tiempo, tienen garantías de estar cumpliendo con las medidas que limitan sus acciones mientras ganan en precisión y obtienen una mayor rentabilidad a sus capturas. 

Otra aplicación que se extiende con rapidez son los dispositivos de observación electrónica. Su objetivo es el control de las flotas y las actividades que llevan a cabo. Contribuyen a sustituir la presencia de observadores a bordo de los barcos. Estas tareas se efectúan de manera remota, lo que aumenta su eficacia, reduce el coste y mejora las condiciones técnicas. 

Comunicaciones mejoradas 

La conectividad mejora las comunicaciones. Las condiciones en alta mar pueden complicar que los barcos mantengan el contacto con tierra firme y las nuevas tecnologías ayudan a evitar accidentes o a dar una respuesta casi inmediata en caso de emergencia. Además, los marineros tienen la posibilidad de estar en contacto con sus familiares, lo que mejora su bienestar fuera de casa.  

El uso de satélites para garantizar las comunicaciones es fundamental, lo que requiere de unos equipos adecuados a bordo, aunque los teléfonos móviles pueden cumplir con este cometido. De hecho, el informe de Satlink demuestra que los barcos que operaban en el Pacífico consumieron 10.900 GB de datos móviles, entre diciembre de 2020 y febrero de 2021. 

Asimismo, el control desde tierra y el envío de información útil se agiliza con estas aplicaciones. Por ejemplo, a la hora de anticiparse a unas condiciones meteorológicas adversas, la tecnología IoT es de gran utilidad. Los barcos pueden operar con mayor precaución y evitar problemas graves. 

El IoT en la construcción de barcos pesqueros 

La digitalización del sector pesquero extractivo, acuícola, comercializador y transformador ha cobrado gran importancia, tanto que el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, MAPA, ha propuesto una serie de medidas estratégicas de actuación contempladas en el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia (PRTR). Su objetivo es impulsar la transformación y modernización del sector y llevar a cabo actuaciones que garanticen la sostenibilidad y rentabilidad del sector, incrementando además la eficiencia energética y promoviendo la economía circular. 

Las nuevas tecnologías también impactan en el diseño y la construcción naval. En este caso, sus aplicaciones están dirigidas a optimizar el funcionamiento del barco durante toda su vida útil. Se utilizan diferentes sensores que permiten recoger información del buque y conocer su evolución en el tiempo. Además, si surge algún problema, es posible solucionarlo en el menor tiempo posible. No solo los operadores del barco se benefician de ello, los fabricantes también. Reciben datos del funcionamiento de sus productos, lo que facilita la mejora continua de los diseños y su puesta a punto. Esto les permite crear versiones cada vez más optimizadas y a conseguir un ahorro importante en los costes operativos. 

Monitorizar todos los procesos llevados a cabo en la construcción de un buque también ayuda a identificar desviaciones, anticiparse a errores y mejorar la toma de decisiones en tiempo real. Por descontado, los datos pueden compartirse entre las diferentes áreas de una empresa, lo que aumenta las posibilidades de mejora. 

La producción de buques, por regla general, se encuentra repartida en varias localizaciones y para garantizar un trabajo coordinado y satisfactorio, la transmisión de información es crucial, algo que se hace sin problemas gracias a esta tecnología. De hecho, más que de Internet de las Cosas, ya se habla del Internet de los barcos, un concepto que serviría para definir con mayor precisión el uso de esta tecnología. 

El sector pesquero va encontrando todo tipo de aplicaciones a esta tecnología, cuyos resultados repercutirán en los consumidores, con un suministro de pescado a menor coste, pero sin causar un mayor daño al medio ambiente:  aplicaciones que ayudan a optimizar las capturas, reducir su impacto en la naturaleza, la mejora de las condiciones de trabajo de los pescadores y mucho más.  


Medios de comunicación

Contacta con nuestro departamento de comunicación o solicita material adicional.

Logo Centenario Telefónica Celebra con nosotros el Centenario de Telefónica
EMPIEZA LA AVENTURA