Para el que no lo sepa, Wikileaks es una especia de Wikipedia que protege a periodistas, activistas y demás grupos de interés para sacar a luz los “trapos sucios” de los gobiernos. Sólo hace falta navegar por su web un par de minutos para darse cuenta del potencial de esta herramienta para los stakeholders y como puede afectar al futuro del reporting que realizan las organizaciones o empresas sobre sus prácticas o proyectos sostenibles.
Si vemos las estadísticas de Nielsen sobre el comportamiento de los consumidores a la hora de su decisión de compra, el 90% de consumidores confía en recomendaciones de amigos o familiares a la hora de comprar y un 70% confía en opiniones “posted online” por extraños sobre productos y servicios. ¿Se podrían sacar las mismas conclusiones respecto a información publicada en informes de RC? Cierto es que algunas empresas incluyen dentro de sus informes diversos comentarios de grupos de interes, auditan sus informes e incluso crean Comités de expertos para conseguir esa credibilidad del contenido. La pregunta es si es suficiente. ¿Cuál es el panorama para nosotros, creadores de informes de sostenibilidad?
Pues como soy un tío optimista, creo que el “reporting” tiene futuro y del bueno. ¿Os imagináis un informe publicado en Wikileaks donde los diferentes grupos de interés puedan modificar a su antojo el contenido? ¿O ese informe de auditoría con comentarios “adicionales”? Sin duda, en ambos casos, el producto al menos sería más atractivo de leer.
En fin, quién sabe lo que deparará el futuro…