Sin embargo, la necesidad de observar continuamente una pantalla ha comenzado a generar una desconexión con el entorno. Y esto no sólo les pasa a los niños, sino a todos. En respuesta, la industria tecnológica explora nuevos dispositivos que faciliten una integración más fluida entre los mundos físico y virtual, siendo los wearables, como las gafas inteligentes y los hearables, quienes lideran esta transición.
Para una compañía como Telefónica, que ha sido pionera en el impulso de la conectividad y la digitalización, y conectar la vida de las personas, el reto es apasionante. Los próximos pasos en este camino abrirán nuevas oportunidades para transformar cómo interactuamos con la tecnología y, sobre todo, cómo esta se adapta a nuestras vidas sin ser intrusiva. Así lo veo yo.
El reto: La desconexión que generan las pantallas
A pesar de su innegable utilidad, los smartphones presentan limitaciones significativas: demandan nuestra atención a través de la pantalla, restándonos interacción con nuestro entorno. Es paradójico que en un mundo cada día más conectado, parezca que cada vez nos comunicamos menos. Que intentemos enviar nuestros mensajes no significa que haya comunicación. Para ello, tiene que haber bidireccionalidad, un proceso de escucha y para escuchar, tienes que ser consciente de tu entorno.
En un mundo que avanza hacia la hiperconectividad, este enfoque de estar mirando una pantalla está ya obsoleto. Así surge la pregunta: ¿cómo hacer que la tecnología potencie nuestra experiencia sin interferir en ella?
La respuesta: wearables como una extensión natural
En este escenario, los wearables aparecen como una alternativa cada vez más viable. Dispositivos como gafas de realidad aumentada, ropa inteligente y hearables están diseñados para ofrecer una conexión digital sin necesidad de que los usuarios estén “atados” a una pantalla. Es cierto que mucha gente los ve como algo que, precisamente, potencia el problema de estar pendientes de más pantallas, pero creo firmemente que en ellos está la solución. Pero no como un complemento del smartphone, que es lo que ocurre ahora, sino como un sustituto al 100%.
Gafas inteligentes
Esta tecnología permite una integración visual del mundo digital y el físico, proporcionando datos contextuales al usuario. Por ejemplo, imaginemos una experiencia en la que la información sobre un producto o localización se superponga en nuestro campo de visión, eliminando la necesidad de buscar en el móvil. Este tipo de interacción ya empieza a tomar forma con el auge de la realidad aumentada.
Mi experiencia con las gafas inteligentes
Yo soy miope y uso gafas, por lo que igual mi facilidad para aceptar este tipo de soluciones es mayor que para otros con visión perfecta, pero se puede pensar así: si te pones unas gafas de sol para esos días soleados al aire libre, ¿no te las pondrías para navegar con Google Maps mientras andas por la calle de esa ciudad que visitas pudiendo mirar la ciudad y las indicaciones de navegación?
Hearables o dispositivos auditivos inteligentes
Los “hearables” representan otra vía para transformar nuestra experiencia con los dispositivos digitales. Mediante comandos de voz y notificaciones sonoras, estos dispositivos podrían ofrecer información y avisos personalizados sin interrumpir nuestra vista. Telefónica, con su experiencia en servicios de IA y asistentes digitales, está bien posicionada para optimizar este tipo de dispositivos, permitiendo una interacción fluida y natural con el usuario. La voz es poderosa.
Ropa inteligente
Este sector, aunque en una fase más temprana, promete revolucionar la forma en que interactuamos con nuestro entorno. La “smart clothing” incorpora sensores y tecnología que puede medir desde parámetros biométricos hasta preferencias de actividad, y su proyección de crecimiento ha sido notable en los últimos años. Telefónica, como líder en conectividad, podría colaborar en el desarrollo de este tipo de prendas, integrándolas a redes 5G y plataformas de análisis de datos.
La inteligencia artificial: un paso esencial hacia la integración fluida
En este nuevo paradigma, la inteligencia artificial (IA) desempeñará un rol fundamental al ofrecer una experiencia personalizada y anticipada, como comentaba en un artículo anterior. Telefónica, a través de su avance en IA y análisis de datos, puede contribuir a facilitar soluciones que mejoren tanto la privacidad como la personalización de estos dispositivos.
Análisis de datos y personalización
La IA permite detectar patrones en el comportamiento y contextos del usuario, ofreciendo recomendaciones o alertas -de salud o de otras índoles- que se ajusten a cada individuo. Por ejemplo, los wearables podrían alertar sobre niveles de estrés o sugerir pausas activas, basándose en información en tiempo real y hábitos previos.
Experiencias de usuario intuitivas
Con el respaldo de la IA, los wearables también pueden mejorar la interacción mediante asistentes virtuales y reconocimiento de voz, lo que hace que la experiencia de uso sea más fluida y natural. Este enfoque conecta con los objetivos de Telefónica en el desarrollo de experiencias de usuario más inteligentes y amigables.
Los desafíos en el camino hacia una nueva era de dispositivos
A pesar de los avances, la evolución hacia un ecosistema de wearables también enfrenta desafíos importantes, como la privacidad de datos, la duración de la batería y el desarrollo de aplicaciones innovadoras. Telefónica, con su compromiso en áreas de privacidad y ciberseguridad, tiene el potencial de marcar un estándar en la protección de datos personales en wearables, garantizando que los usuarios mantengan el control sobre su información.
Y sin smartphones, ¿qué pasa con las apps? Pues ya veremos, pero entiendo que tendrán que evolucionar para estar más descentralizadas y distribuidoas en dispositivos wearables.
Conclusión: Hacia una conexión integrada y menos invasiva
La transición de los smartphones a los wearables representa una oportunidad de cambio profundo, en la que la tecnología pasará a ocupar un rol menos visible y más integrado en nuestras vidas. En esta transformación, empresas como Telefónica desempeñarán un papel esencial, promoviendo conectividad, dispositivos y aplicaciones que no solo mejoren dicha conectividad, sino que también respeten el equilibrio entre el mundo digital y el físico. Esto no es sólo una visión de futuro, sino una obligación de todos los que nos dedicamos a hacer tecnología. Los wearables, al permitir una interacción intuitiva y personalizada, no reemplazarán a los smartphones de un día para otro, pero marcarán el inicio de una nueva era tecnológica más amigable, integrada y, sobre todo, conectada con el usuario y su entorno.