Brasil es el país anfitrión del G20 y del B20 en 2024, dos foros que agrupan a las principales economías del mundo y a sus sectores económicos, respectivamente, en un contexto global de conflictos geopolíticos, incertidumbres, y en un año político clave. Aproximadamente la mitad de la población mundial está convocada a las urnas, y los resultados de las elecciones en al menos 64 países, además de la Unión Europea, influirán significativamente en la configuración del desarrollo futuro.
En este contexto, el G20, que representa al 87% de la economía global, y el B20 se consolidan como foros clave de diálogo y cooperación para abordar los desafíos globales y promover su visión y plan de acción para una prosperidad compartida. Bajo el lema “Un crecimiento inclusivo para un futuro sostenible”, la cumbre del B20 Brasil celebrada en São Paulo el 24 y el 25 de octubre, sienta las bases para el G20, que tendrá lugar el 18 y 19 de noviembre en Río de Janeiro.
¿Cómo contribuye el B20 Brasil a implementar un crecimiento inclusivo y sostenible global?
El B20 juega un papel fundamental para acelerar la agenda público-privada del crecimiento socioeconómico. Bajo la presidencia de la Confederación Nacional de Industria de Brasil (CNI), el B20 Brasil reúne a empresas líderes de la comunidad global para desarrollar recomendaciones de políticas públicas concretas, que recopiladas en el documento B20 Communiqué, entregan al G20 como plan de acción.
El B20 Communiqué, fruto de meses de trabajo previo a la cumbre, representa la visión empresarial sobre cómo promover un crecimiento inclusivo y sostenible a nivel global. Estas recomendaciones han sido elaboradas por los grupos de trabajo y el consejo de acción del B20, creados para orientar las discusiones en torno a los cinco ejes estratégicos alineados con el G20: promover un crecimiento inclusivo y combatir el hambre, la pobreza y las desigualdades; acelerar la transición energética justa; aumentar la productividad mediante la innovación; fortalecer la resiliencia de las cadenas de valor globales; y mejorar el capital humano.
Concretamente, cada grupo de trabajo ha desarrollado posiciones específicas, y recomendaciones en siete áreas identificadas prioritarias para que los gobiernos avancen hacia esa visión. Estas son: Comercio e Inversión; Empleo y Educación; Transformación Digital; Transición Energética y Clima; Finanzas e Infraestructura; Integridad y Cumplimiento; y Sistemas Alimentarios y Agricultura Sostenibles. El consejo de acción, enfocado en Mujeres, Diversidad e Inclusión en los Negocios, complementa estos esfuerzos con un enfoque transversal.
La relevancia de la transición digital en tiempos de evolución tecnológica acelerada
Según el B20, aproximadamente el 67% de la población mundial, ó 5.400 millones de personas, accede a Internet, frente al 35% en 2013, y se espera que el valor total del mercado de la tecnología de frontera -desde la inteligencia artificial, a la nanotecnología y los biocombustibles- se multiplicará por seis, pasando de 1,5 billones (millones de millones) de dólares en 2020 a 9,5 billones de dólares en 2030.
Estos datos, reflejan una realidad que impacta a todas las sociedades: el mundo atraviesa una revolución tecnológica sin precedentes. La innovación digital y las tecnologías emergentes están (y seguirán) transformando profundamente el tejido económico y social global, redefiniendo las bases del desarrollo y el bienestar. Aquellas sociedades que no logren adaptarse a este ritmo corren el riesgo de quedar excluidas de los mapas de la prosperidad del futuro.
La transición digital, más que ser un objetivo en sí misma, es un motor para el bienestar humano y la solución a retos globales. Por ejemplo, y tal y como se ha puesto de manifiesto durante la cumbre, la digitalización puede mejorar la producción de alimentos y reducir el desperdicio mediante plataformas que conectan a pequeños agricultores con consumidores, combatiendo así el hambre crónica. La telemedicina amplia el acceso a la atención sanitaria a través de consultas en remoto, mientas que las plataformas de aprendizaje online ofrecen educación y formación en áreas desatendidas. Además, las energías renovables y las redes inteligentes ayudan a reducir las emisiones de carbono y a afrontar el cambio climático.
Recomendaciones del B20 para una transformación digital efectiva
El B20 considera que la inclusión digital de personas y empresas es el primer paso hacia una transformación digital efectiva. Sin embargo, subraya que los obstáculos a la conectividad van más allá de la simple cobertura de banda ancha.
Según el B20, aunque la brecha de cobertura se ha disminuido significativamente, siendo hoy de un 5% a nivel global, aún persiste una importante brecha de uso del 32%. Otros factores como la asequibilidad, la capacidad de uso y la confianza digital también contribuyen a lo que se conoce como la «brecha de uso», dificultando la plena inclusión digital. Por ello, en base a un enfoque integral, el B20 recomienda:
- Promover una conectividad significativa para todas las personas y empresas mediante normativas modernas y alianzas público-privadas que permitan el despliegue de infraestructuras TIC y aborden las brechas de uso en todas las regiones.
- Proteger a las personas y las organizaciones y promover la confianza digital al tiempo que se promueve la innovación y el desarrollo armonizando las normas de ciberseguridad y protección de datos, coordinando internacional la acción en el ciberespacio y abogando por la libre circulación de datos con confianza.
- Aprovechar de forma responsable el poder transformador de la inteligencia artificial apoyando su desarrollo y adopción, colaborando al mismo tiempo para lograr una ambición compartida y unos principios comunes de ética, sostenibilidad, seguridad e inclusión.
Valoración de Telefónica y próxima cumbre B20 2025
Desde Telefónica, valoramos la distinción entre la brecha de cobertura y la brecha de uso, lo que implica la necesidad de replantear las políticas de inclusión digital. Por ello, apreciamos que se recomiende fomentar la demanda y la adopción digital, y celebramos que la iniciativa de Telefónica Perú, «Internet Para Todos«, sea reconocida como una buena práctica para el cierre de la brecha digital.
También valoramos que se abogue por promover un desarrollo ético y responsable de la inteligencia artificial mientras se promueve la innovación, incluido que se asegure que su desarrollo y beneficios se distribuyan equitativamente entre países y empresas.
Igualmente, consideramos positivo que se inste a la cooperación multilateral para establecer estándares armonizados de ciberseguridad y facilitar acciones conjuntas en el ciberespacio, con el fin de minimizar los riesgos del cibercrimen.
Concluida la cumbre, la Secretaría del B20 Brasil traspasa la presidencia a Sudáfrica, próximo anfitrión del G20 en 2025, que seguirá promoviendo un crecimiento inclusivo para un futuro sostenible.
