¿Cuánto tiempo llevas en Telefónica y qué valoración haces de este tiempo aquí?
Ya han pasado 35 años de recorrer diferentes áreas de la casa, adquiriendo conocimientos de muy diverso tipo, encontrando siempre compañeros de los que aprender y disfrutando con cada proyecto de los que he formado parte.
¿Hay algún proyecto en Telefónica del que te sientas especialmente satisfecho u orgulloso?
Si uno lo piensa, todos hemos tenido “hijos” a lo largo de nuestra vida profesional de los que sentirnos orgullosos (el desarrollo de algún configurador heredado, la participación en algún equipo de mejora, el desarrollo de alguna aplicación o la elaboración de algún análisis de especial relevancia).
No obstante, creo que de lo que más nos tenemos que sentir orgullosos es de nuestro día a día, de ese trabajo diario, silencioso, no siempre valorado, constante, que parece no dar un fruto claro pero que, sin duda, contribuye a que los engranajes que mueven cualquier organización no chirríen.
¿Qué crees que ha aportado Telefónica a la sociedad?
La posibilidad de estar cerca. Otra cosa es el uso que luego hagamos cada uno de esa posibilidad.
Le vienen a uno a la cabeza recuerdos de la niñez en la que, con su familia, acudía al locutorio para pedir conferencia y mantener el contacto con sus abuelos durante las vacaciones. Con esa misma finalidad, cuarenta años después, mis hijos han tenido que llamar a su abuela durante la pandemia para sentirla cerca, en este caso haciéndolo con imagen de por medio.
Creo que esta es la mejor muestra de esa cercanía que mencionaba. La tecnología ha ido cambiando, pero no así la base de nuestra aportación.
¿Dónde ves Telefónica en el futuro?
Como no puede ser de otra manera, la veo al lado del cliente, acompañándolo en su evolución digital. Creo que tenemos que hacer que nuestros clientes nos vean como esa persona cercana en la que siempre pueden confiar y a la que acudir cuando necesitan cubrir sus necesidades.
¿Podrías vivir sin teléfono móvil?
Sí, creo que sí. Es más, me gustaría vivir sin teléfono móvil.
Si bien hay que reconocer todas las ventajas aportadas por la telefonía móvil en los últimos 30 años, también hay que reconocer la dependencia que nos hemos creado respecto a la misma.
No obstante, creo que no podemos estar muy lejos de nuestra madurez emocional en relación con esta tecnología y que aprenderemos a hacer un uso equilibrado de la misma.
Ayúdanos a resolver uno de los grandes enigmas de la humanidad: la tortilla de patata… ¿Con cebolla o sin cebolla?
En eso, no hay duda. Siempre la de mi madre.
Propón alguna idea loca que te gustaría que hiciera Telefónica en su centenario
Que cada empleado (a todos los niveles) llamásemos el día del centenario a 10,15, 20… clientes para decirles que somos Telefónica, que estamos aquí, a su lado, y que esperamos seguir con ellos muchos años más (creo que a todos nos serviría para tener una imagen real de cómo nos ven los clientes y que no todos están satisfechos con nosotros)
Otra idea loca podría ser hacer un homenaje al titular de la línea telefónica que más años lleve dada de alta, de forma continuada, con Telefónica y que el titular siga viviendo (que no sea que los herederos no han hecho el cambio de titular)
Nomina a otro compañero para aparecer en esta sección
Más que una nominación es un reconocimiento a mi compañera, Nuria Iniesta Esteban, con la que he compartido muchos años de trabajo, siempre dispuesta a echar una mano, anteponiendo una sonrisa y transmitiendo su alegría.