Recientemente, la Unión Europea y los Estados Unidos celebraron la quinta reunión del Consejo UE-EE. UU. de Comercio y Tecnología (TTC por sus siglas en inglés) en Washington D.C. (30-31 de enero). La reunión permitió hacer balance de los avances de los trabajos del Consejo y proporcionar una orientación política sobre las prioridades en las que avanzar hasta la próxima reunión.
La importancia de afianzar la Cooperación Transatlántica en Comercio y Tecnología
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, y el presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, pusieron en marcha el TTC en la Cumbre UE-EE.UU. celebrada en Bruselas en junio de 2021. Desde entonces, el TTC ha sido el principal foro de cooperación transatlántica en cuestiones de comercio y tecnología. Esta copresidido por Margrethe Vestager, vicepresidenta ejecutiva de la Comisión Europea, Valdis Dombrovskis, secretario de Estado de los Estados Unidos, Antony Blinken, Secretaria de Comercio de los Estados Unidos, Gina Raimondo, y Katherine Tai, representante de Comercio de los Estados Unidos, junto con el comisario europeo Thierry Breton.
Tras la reunión inaugural, el TTC se estructuró orgánicamente en 10 grupos de trabajo divididos sobre cuestiones como las normas tecnológicas, la inteligencia artificial, los semiconductores, los controles a las exportaciones y los retos del comercio mundial.
Hacia un nuevo horizonte: Reflexiones sobre el futuro del TTC
Indudablemente, las expectativas que se depositaron en el TTC desde el primer momento fueron muy elevadas. Y no es menos cierto que, aunque se han producido notables avances, quizás uno de los más habituales reproches que se han vertido hacia el TTC haya sido la falta de resultados tangibles. La realidad, al margen de las diferencias que hayan podido existir entre ambos bloques comerciales, es que el TTC se ha movido, desde su creación, en un contexto internacional geoestratégico complejo. Mirando hacia el futuro, en un año de cambio institucional en Europa y con las elecciones presidenciales en Estados Unidos en diciembre, la continuidad de la cooperación transatlántica en general y del TTC en concreto, se encuentran en un impasse.
Por todo lo anterior, quizás sea un buen momento para plantearse las oportunidades de mejora que existen en la relación transatlántica para el desarrollo del Comercio y la cooperación tecnológica. La UE y los Estados Unidos siguen siendo socios geopolíticos y comerciales clave. El comercio bilateral entre la UE y los Estados Unidos ha alcanzado niveles históricos, con más de 1.5 billones EUR en 2022, incluidos más de 100.000 millones EUR de comercio digital.
Compromisos y perspectivas de la última reunión
En esta última reunión del TTC, los participantes mostraron un firme deseo compartido de seguir aumentando el comercio y la inversión bilaterales, cooperar en la seguridad económica y las tecnologías emergentes y promover los intereses comunes en el entorno digital. Además, ambas partes acordaron seguir trabajando en los mecanismos para promover el comercio de los bienes y tecnologías que se requieren para la transición verde, en particular reforzando la cooperación en materia de evaluación de la conformidad.
La UE y los Estados Unidos también se han comprometido en favorecer la digitalización del comercio para reducir la burocracia para las empresas de todo el Atlántico y reforzar nuestros enfoques en materia de control de las inversiones, control de las exportaciones, inversión saliente e innovación de doble uso.
En el contexto geopolítico actual, la tecnología se ha vuelto vital para nuestra seguridad económica. La cooperación UE-EE.UU. avanza en temas de interés común, como la seguridad de la inteligencia artificial o la seguridad de las cadenas de valor
Fortaleciendo la Cooperación Transatlántica
Tras el compromiso adquirido en la última reunión ministerial del TTC, la UE y los EE.UU. acogieron con satisfacción los Principios Rectores Internacionales sobre Inteligencia Artificial (IA) y el Código de Conducta voluntario para los desarrolladores de IA adoptado en el G-7 y acordaron seguir cooperando en materia de gobernanza internacional de la IA.
Particularmente relevante para el sector de las telecomunicaciones ha sido la publicación de la hoja de ruta de la industria sobre la 6G. Este documento tiene como objetivo cumplir con el mandato establecido en Lulea y contiene un conjunto de reflexiones estratégicas y recomendaciones clave para el despliegue de las redes y servicios 6G. Elaborado por Next G Alliance y SNS JU, este documento tiene como objetivo proporcionar orientaciones para establecer mecanismos de colaboración, más allá del establecimiento de instrumentos de financiación, ayudando a los distintos actores tanto académicos y empresariales a ambos lados del Atlántico a identificar oportunidades mutuamente beneficiosas. También hicieron balance de los avances en el apoyo a la conectividad segura en todo el mundo, en particular para las redes 5G y los cables submarinos.
La UE y los Estados Unidos también están intensificando su coordinación sobre la disponibilidad de materias primas fundamentales cruciales para la producción de semiconductores, tras haber activado el mecanismo conjunto de alerta temprana del TTC para las perturbaciones de la cadena de suministro de semiconductores. Se ha continuado intercambiando información sobre el apoyo público a las inversiones que se están llevando a cabo en virtud de las respectivas Leyes de Chips de la UE y los Estados Unidos.
Por último, la UE y los Estados Unidos debatieron un informe en el que se describen los enfoques de la UE y los EE.UU. en materia de identidad digital, actualmente abierto a comentarios.
Acerca de la puesta en funcionamiento de un mercado verde transatlántico, se continúa trabajando para acercar los distintos puntos de vista y las diferentes propuestas sobre cómo hacer que las cadenas de suministro transatlánticas sean más fuertes, sostenibles y resilientes.
Ambas partes acordaron que la próxima reunión ministerial del TTC se celebrará en primavera en Bélgica, organizada por la Presidencia belga del Consejo. Será entonces un buen momento para evaluar el nivel de compromiso de los dos bloques sobre el futuro de la cooperación transatlántica y el porvenir del TTC. Esperemos que se mantenga la voluntad de seguir avanzando firmemente en un camino mutuamente provechoso para ambas partes.
