Christoph Steck /@christophsteck
Director of Public Policy and Internet at Telefónica
Cada mes de enero, políticos y líderes empresariales se reúnen en el WELT Economic Summit para hablar sobre el año que acaba de empezar. En esta ocasión el mensaje fue claro: políticos y empresas deberían estar bien preparados porque el 2019 será un año muy importante para Europa.
Como siempre, los principales políticos y líderes empresariales aceptaron la invitación del grupo alemán de medios de comunicación Axel Springer y su periódico WELT para asistir al encuentro. Entre ellos, Manfred Weber, Sebastian Kurz, Margrethe Vestager, Annegret Kramp-Karrenbauer, Reed Hastings y José María Álvarez-Pallete debatieron sobre el futuro de Europa ante una situación desafiante, con crecientes fricciones comerciales a nivel mundial y una digitalización cada vez más rápida y con un trasfondo de conflictos políticos como el brexit o el creciente populismo .
Convinieron en la urgente necesidad de crear una visión compartida por los ciudadanos europeos sobre cómo debería ser un «modo de vida europeo», en comparación con la forma en que se hacen las cosas en los Estados Unidos y China. Además de centrarse en sus puntos fuertes, en 2019, Europa debería iniciar una serie de reformas para salvaguardar la prosperidad económica y el nivel de vida de toda la región.
De izquierda a derecha: Enrique Medina, Margrethe Vestager, Pablo de Carvajal y Christoph Steck
Más innovación, un mercado europeo unificado y procesos políticos más rápidos
En el aspecto económico, Europa debe continuar defendiendo el comercio abierto y un orden internacional basado en normas; pero centrarse mucho más en favorecer la innovación. A Europa le faltan nuevos líderes de talla mundial en el ámbito digital. Como bien introdujo José María Álvarez-Pallete en el ETNO-FT Summit, en la actualidad las empresas líderes en tecnología no son europeas, sino estadounidenses o chinas.
Las razones son varias, desde la falta de capital para que las empresas de nueva creación continúen creciendo (tras la financiación inicial) hasta el exceso de regulación hostil a la innovación y la falta de un verdadero mercado común europeo. El director ejecutivo de Flixbus describió cómo, según su experiencia, era más fácil y rápido hacer crecer su empresa de transporte en Estados Unidos que en Europa, debido a unas normativas nacionales descoordinadas y demasiado rígidas. Además, se destacó que Europa es muy atractiva para el talento mundial y que el ser más abierta le concede una ventaja competitiva importante frente a Estados Unidos, ya que los permisos de trabajo para extranjeros aumentan las posibilidades de reclutar talento a nivel global.
A nivel político, resonó el llamamiento de Manfred Weber para una toma de decisiones más eficaz a nivel europeo, primando la mayoría por encima de la unanimidad; esto fue cuestionado por uno de los líder empresarial presentes en el encuentro, dado que una votación por mayoría podría generar más ataques a Bruselas por parte de políticos nacionalistas que podrían recibir cada vez más votos.
Los valores en el centro de la estrategia de las empresas en una economía digital
Reed Hastings (director ejecutivo de Netflix) sostuvo que las empresas de la era digital deberán despedirse del estilo de liderazgo de la era industrial pasada, centrado más en procesos y en bonos basados en objetivos fijos anuales, y en su lugar desarrollar una cultura centrada en valores y contexto, permitiendo la flexibilidad, creatividad e innovación de sus empleados en unos mercados en rápida evolución.
Margrethe Vestager, comisaria europea de Competencia, declaró que los líderes europeos serían bienvenidos, pero que en estos tiempos difíciles tendrían que poner de su parte para ayudar a construir una sociedad mejor, más segura, próspera y sostenible. Al mismo tiempo, destacó la necesidad de una competencia justa a nivel mundial, con igualdad de condiciones comerciales y de impuestos, mediante el cumplimiento de las reglas de competencia que deben ayudar a dominar los mercados digitales.
Hay una cuestión especialmente interesante: Telefónica, en su Manifiesto Digital, también pidió un «desarrollo tecnológico centrado en las personas, basado en valores como la imparcialidad, la transparencia y la igualdad de trato».
Nadie sabe qué nos deparará el 2019, pero sí hay algo seguro: un «modo de vida europeo» significa que muchas cosas se harán mejor. Esto implica más innovación, una toma de decisiones más rápidas, una mejor administración y colocar a las personas en el centro de los cambios, tanto por parte de los empresarios como de los líderes políticos.