La virtualización se puede definir como la utilización de un software para crear una capa sobre el hardware del sistema con el que dividir sus elementos (como procesadores, memoria o almacenamiento) en varios sistemas virtuales, lo que genera que el uso del hardware físico sea más eficaz.
Tipos de virtualización existentes
La virtualización se puede aplicar en las organizaciones a diferentes niveles, siendo algunos de los métodos principales los siguientes:
Virtualización de servidores
Piedra angular del cloud computing, la virtualización de los servidores se entiende como el proceso que permite separar el software de servidor de su hardware, creando así múltiples servidores virtuales con sus aplicaciones y sistemas operativos ejecutados en un servidor físico único.
Gracias a este tipo de virtualización, se pueden cargar en un único servidor físico, como acabamos de mencionar, docenas de servidores virtuales (conocidos igualmente como MV o máquinas virtuales) de forma que los recursos del servidor se usen con mayor eficacia y eficiencia.
Tal y como hemos comentado previamente, la virtualización de servidores es la base del cloud computing y presenta una serie de ventajas:
- Mayor ahorro energético al contar con una menor cantidad de máquinas necesarias con la consiguiente disminución de refrigeración y energía para su uso.
- Ahorro también de los costes, así como eliminación de recursos desperdiciados o inactivos.
- Mayor versatilidad al generar máquinas virtuales con sistemas operativos diferentes.
- Rendimiento mayor de las aplicaciones al utilizarse máquinas virtuales para tareas específicas, lo que además aumenta la rapidez y flexibilidad.
- Incremento de la eficiencia y productividad de TI al bajar la proliferación de servidores y su gestión y mantenimiento.
- La recuperación ante desastres resulta más sencilla al replicarse las máquinas virtuales existentes.
- También vinculado a la seguridad se encuentra el beneficio de que se reducen las amenazas a la seguridad gracias al aislamiento de cada máquina virtual en un servidor host.
Virtualización de almacenamiento
Este tipo de virtualización permite centralizar todo el almacenamiento, mejorando el rendimiento y la eficiencia.
Este modelo de virtualización ha sido protagonista durante décadas, aunque ha cedido el testigo al almacenamiento en la nube.
Con el uso de este tipo de virtualización, las organizaciones pudieron reducir los problemas de compatibilidad, así como incrementar el rendimiento y la seguridad de sus entornos de almacenamiento.
En el uso de la virtualización de almacenamiento deben tenerse en cuenta diversas cuestiones como la interoperabilidad y la compatibilidad, el rendimiento y la latencia y la seguridad e integridad de los datos.
Virtualización de escritorio
Este tipo de virtualización sirve para almacenar en un servidor de la empresa el espacio de trabajo de los respectivos usuarios en vez de realizarlo en cada uno de los dispositivos localmente, posibilitando el desarrollo laboral desde cualquier dispositivo y lugar.
Este acceso al escritorio crea una versión basada en software del entorno de escritorio y sistema operativo del usuario.
En líneas generales, si bien pueden variar en función del tipo de despliegue que se escoja, las ventajas de la virtualización de escritorio son: una administración más sencilla, ahorro de costes, mayor productividad, mayor seguridad, compatibilidad de numerosos tipos de dispositivos, agilidad y escalabilidad y mejor experiencia para el usuario final.
Virtualización de redes
La virtualización de la red, en vez de asignar a cada equipo físico una tarea física, se le asocia un software que se puede cambiar, dotándole de la posibilidad de intercambiarlo con otros equipos de la red.
Como en el resto de virtualización de ámbito informático, la de la red cuenta como objetivo con introducir una capa de abstracción de hardware físico y las aplicaciones y los servicios que utilizan.
Con la virtualización de la red, los proveedores de servicios digitales pueden optimizar sus recursos de servidores mejorando la velocidad, la flexibilidad y la confiabilidad de sus redes.
Este tipo de virtualización abstrae los elementos de infraestructura física de TI del hardware propietario y los agrupa, un proceso de gran importancia en el sector teleco para transformar redes y operaciones.
Para Telefónica, la virtualización de la red destaca dentro de la estrategia tecnológica de la compañía, junto a la softwarización de la red, el paradigma telco cloud o las arquitecturas OpenRAN en las redes móviles u Open Broadband en las redes fijas.
Virtualización de aplicaciones
Este tipo de visualización busca que las aplicaciones se ejecuten independientemente de en qué entorno sean necesarias, eliminando incompatibilidades y permitiendo así, por ejemplo, que aplicaciones de escritorio se ejecuten en un smartphone.
Para el usuario, una aplicación virtualizada se comporta igual que una instalada en su dispositivo, mientras que la aplicación que está interactuando con el sistema operativo lo hace desde una capa de software conocida como hipervisor.
Algunos de los beneficios que aporta la visualización de aplicaciones son el que se facilita el trabajo a distancia, se prolonga la vida útil de las aplicaciones, se alarga la vida de los dispositivos de los usuarios, permite la utilización de dispositivos móviles o implica una sencilla instalación, actualizaciones y soporte.