Este post cubre las 5 primeras tendencias de políticas públicas de tecnología y telecomunicaciones de las 10 tendencias principales identificadas para 2024. Las siguientes 5 tendencias las puedes leer en el segundo post.
Nuestra primera entrada en el blog en 2023 trataba sobre Chat GPT y cómo enfocar las políticas públicas para este nuevo avance tecnológico, por entonces poco conocido. A lo largo del año, el interés por la inteligencia artificial generativa ha ido en aumento y así continuará en 2024.
2024 será un año electoral récord, con más de uno de cada dos votantes del mundo acudiendo a las urnas, incluidas elecciones en Europa, EE.UU., Brasil, México, India e Indonesia, lo que puede suponer un cambio de contexto.
En un mundo en constante cambio y polarizado, las políticas públicas están adquiriendo una nueva dimensión, tal y como expusimos en nuestras Principales tendencias en políticas públicas para 2023. Comprender nuestro entorno y tomar medidas para afrontar los retos es esencial, ya sea para mejorar las estrategias de crecimiento económico y empresarial, la resiliencia, la inclusión digital o la sostenibilidad medioambiental.
¿Cómo marcarán el año la tecnología, las políticas públicas y la regulación? Descubramos las 5 primeras tendencias en políticas públicas tecnológicas y de telecomunicaciones para 2024.
Inteligencia artificial: consolidación del crecimiento y del enfoque de políticas públicas
En 2023, apenas hubo un tema de políticas públicas tecnológicas más debatido que la inteligencia artificial generativa. El Reglamento de Inteligencia Artificial de la UE, una norma histórica ya acordada en Europa y cuya publicación está prevista en el primer trimestre de 2024, podría definir un futuro marco de referencia global. Pero aún es pronto para saberlo, y entrará en vigor en 2026. A nivel global se han alcanzado diferentes acuerdos para avanzar en la gobernanza de la Inteligencia Artificial, ya sea mediante directrices o a través de principios y códigos de conducta, como el proceso de Hiroshima, la Orden Ejecutiva de Biden o la declaración de Bletchley.
En 2024, las empresas y los responsables políticos seguirán una serie de cuestiones relacionadas con la inteligencia artificial, entre ellas: a qué velocidad desplegar la tecnología; modelos de negocio, casos de uso y nuevos dispositivos (p. ej. gafas con IA); el impacto en la sociedad y el trabajo y cómo abordar estos retos; el posible uso indebido de la IA en la creación de contenidos engañosos, para las elecciones o ciberdelincuencia o la aparición de sesgos involuntarios; la asignación efectiva de responsabilidades a lo largo de la cadena de valor para la seguridad de la IA y la protección de los derechos de los ciudadanos; las preocupaciones sobre los derechos de autor de la IA y sobre la privacidad; los modelos de gobernanza y la adhesión de las empresas a códigos de conducta o la autorregulación privada de la IA, todo lo cual dependerá del diálogo entre los sectores público y privado; la búsqueda de éxito de sandboxes regulatorios o de innovación; la carrera por la IA entre regiones y empresas, que se convertirá en una competición por los datos, la capacidad de computación y la energía, y la preocupación por los potenciales problemas de competencia y de concentración de poder de mercado.
No podemos permitirnos que estos sistemas de IA estén controlados por un grupo reducido de empresas
Nuevo ciclo institucional europeo, mercado único y el reto de la competitividad y la autonomía estratégica
2024 es un año crucial para que Europa dé pasos decisivos hacia una competitividad a largo plazo y la autonomía estratégica abierta. Esta ha sido la máxima prioridad de la Presidencia española del Consejo de la UE que la Presidencia belga mantendrá en 2024.
La Comisión Europea (CE) iniciará un nuevo ciclo, con elecciones al Parlamento Europeo en junio y una nueva CE. Su objetivo será consolidar un mercado único fuerte, económicamente competitivo, digital y medioambientalmente sostenible. El informe sobre el estado del mercado único encargado por la CE a Enrico Letta, presidente del Instituto Jacques Delors y previsto para marzo, junto con el informe de Mario Draghi sobre competitividad, previsto para junio, servirán de orientación.
Para avanzar, Europa necesita crear un entorno favorable a la inversión y la innovación «made in Europe» y volver a poner su economía en la senda de la competitividad. Para ello, es necesario eliminar los obstáculos a la inversión empresarial simplificando las regulaciones y, cuando sea necesario, mejorando su aplicación. Para desbloquear las inversiones, el sector de las telecomunicaciones, motor clave de la innovación y de la transición digital y verde de Europa, necesita una regulación, una política de competencia, unas ayudas de Estado y una política industrial bien alineadas y orientadas. Esto ayudará a Europa a cumplir los objetivos de la Década Digital 2030. En este sentido, la Ley de Redes Digitales (DNA) debiera ser la principal prioridad legislativa del nuevo Parlamento de la UE.
Financiación de la conectividad gigabit y 5G
2024 también es un año crítico para garantizar la competitividad digital global de Europa. El debate sobre la financiación de una conectividad de primer nivel seguirá intensificándose. La conectividad Gigabit y 5G son elementos cruciales para la competitividad industrial y la transición digital y verde. Muchas voces, como la de ERT, piden a los responsables políticos que se garanticen la inversión en redes.
Los operadores de telecomunicaciones comparten esta visión. El sector reclama políticas que creen las condiciones para una inversión sostenible en las redes y un ecosistema digital más equilibrado, en beneficio de la innovación digital y de los ciudadanos y empresas europeos. En concreto, demanda una política de competencia basada en un enfoque adaptado a la realidad del mercado, así como mecanismos de financiación innovadores basados en una responsabilidad compartida por los agentes de la cadena de valor digital.
Esto último ha sido un debate candente a escala mundial en 2023 en EE.UU., Australia, Corea del Sur, Brasil, Hispanoamérica y Europa. En 2024 se intensificará el foco en el debate para que grandes empresas tecnológicas negocien con los operadores un fair share o contribución justa, fomentando al mismo tiempo el uso eficiente de las redes. En particular en Europa, donde la Ley de Redes Digitales (DNA) tratará de abordar la fragmentación del mercado, atraer inversiones y garantizar la seguridad de las infraestructuras de telecomunicaciones. Por último, reconocer el papel de la conectividad para un futuro medioambientalmente más sostenible será clave para atraer inversiones verdes.
Una política de espectro responsable para alcanzar los objetivos regionales de conectividad y digitalización
La política del espectro debe asumir su parte de responsabilidad en la creación de un entorno normativo que fomente la inversión y permita a las regiones cumplir sus ambiciosos objetivos de conectividad y digitalización.
La Conferencia Mundial de Radiocomunicaciones (CMR-23) concluyó el 15 de diciembre de 2023 con decisiones que garantizan una hoja de ruta del espectro para permitir la prestación de servicios móviles más rápidos y fiables a los consumidores y la evolución 5G, incluso en 6Ghz.
Ahora seguirán los trabajos a nivel regional, y pasarán algunos años antes de que se atribuya el espectro. Cuando se lleve a cabo, es importante que los procesos de asignación del espectro se diseñen adecuadamente, en el momento oportuno y con las condiciones adecuadas para permitir la eficiencia y el mejor servicio a clientes y ciudadanos.
La consolidación y la importancia de la consolidación intra-mercado en telecomunicaciones
La fragmentación del mercado a escala nacional se ha convertido en un mal endémico en Europa. El fomento de competidores artificiales mediante la regulación o políticas de competencia distorsiona el mercado y lo hace insostenible a largo plazo, en un sector estratégico como el de las telecomunicaciones. Las fusiones dentro del mercado pueden garantizar una mejor calidad y experiencia para los usuarios, como demostró la fusión de OI en Claro, TIM y Vivo en Brasil en 2022.
En 2024 se producirán nuevas fusiones en los sectores de las telecomunicaciones y la tecnología. Se necesitan fusiones dentro del mercado y estructuras de telecomunicaciones sostenibles para que el rendimiento de la inversión impulse las inversiones necesarias. Para ello, la aplicación de la política de competencia debe adaptarse a las nuevas realidades y dinámicas del mercado y ser más coherente con otras políticas regulatorias o industriales de la UE.
En un marco competitivo, es el mercado, no la regulación ni la política de competencia, el que debe determinar qué operadores compiten y y cuántos operadores compiten. La UE debe ofrecer procedimientos para incitar a las empresas europeas a invertir en la región en vez de dejarse atraer por incentivos atractivos en EE.UU. y otros países.
Descubre las siguientes 5 tendencias principales de las políticas públicas tecnológicas y de telecomunicaciones en 2024
En nuestro próximo post, abordaremos las políticas de innovación, especialmente en redes; la doble transición digital y ecológica; la ciberseguridad y el fomento de la confianza; la superación de la brecha digital y la transformación inclusiva; y el valor de la cooperación en un mundo polarizado.
Descubre aquí esas otras 5 principales tendencias en políticas públicas en el ámbito de la tecnología y las telecomunicaciones para 2024. ¡No te lo pierdas!