¿Cuánto tiempo llevas en Telefónica y qué valoración haces de este tiempo aquí?
Comencé a trabajar en Telefónica España en el año 2000, me incorporé al equipo de Tecnología que se encontraba en el edificio de la calle Emilio Vargas, ya desaparecido. Mi valoración es muy positiva, Telefónica me ha dado múltiples y variadas oportunidades para crecer a nivel profesional. He tenido la suerte de poder desarrollar roles muy diferentes; desde mis comienzos en los laboratorios de Emilio Vargas, pasando por mi trabajo en ingeniería para el despliegue de la NGN y plataformas de servicios de valor añadido, un intercambio de varios meses con NTT Docomo en Tokio, hasta mi trabajo actual como parte del equipo de Innovación de Telefónica España. Nuestro cometido es impulsar la generación de nuevas propuestas de valor apalancados siempre en las capacidades de nuestra red y las ventajas de las nuevas tecnologías. Hemos estado muy enfocados en 5G con diferentes proyectos en los que hemos aplicado IA, Realidad Extendida, robótica… generando propuestas para sectores muy diferentes. Trabajar en Innovación me permite no solo un aprendizaje tecnológico constante, también desarrollar facetas como es la ideación orientada a negocio, la relación cercana con clientes y también la difusión de nuestro trabajo en diferentes foros, una tarea muy gratificante para mí, ya que me gusta comunicar.
¿Hay algún proyecto en Telefónica del que te sientas especialmente satisfecha u orgullosa?
Más que proyecto concreto destacaría los meses de estancia en NTT Docomo, hace ya años. Consistía en un programa de intercambio entre la telco japonesa y Telefónica, que además de un reto profesional, fue una experiencia increíble con muchos aprendizajes profesionales y personales, de esas que suponen un punto de inflexión vital. Para mí es un ejemplo de las muchas oportunidades que ofrece trabajar en una empresa como Telefónica.
¿Qué crees que ha aportado Telefónica a la sociedad?
Este año la empresa cumple 100 años, ha sido referente y motor para la modernización de la sociedad española en el desarrollo de las comunicaciones y la digitalización de diferentes sectores. Quiero destacar también el trabajo de Fundación Telefónica como ejemplo del compromiso social de la compañía. También me siento orgullosa de la contribución de la empresa a los objetivos de desarrollo sostenible. A título personal, he tenido ocasión de participar en proyectos relacionados con la innovación en el ámbito de la salud o la educación, que impactan de forma muy directa en la mejora de la vida de las personas y he sido testigo, en primera persona, de lo que somos capaces de aportar a la sociedad como compañía.
¿Dónde ves Telefónica en el futuro?
Telefónica ya es futuro. Somos una compañía capaz de adaptarse y aprovechar la evolución exponencial tecnológica actual para ofrecer más y mejores servicios a nuestros clientes.
¿Podrías vivir sin teléfono móvil?
No me lo imagino, lo uso para muchísimas cosas: planificarme, escuchar música, informarme… no puedo vivir sin las aplicaciones de navegación, y para rematar, no uso reloj desde hace años, consulto la hora en el móvil. De todas formas, creo que es importante aprender a gestionar nuestro tiempo de conexión y, sobre todo, educar a las futuras generaciones para paliar los riesgos de las redes sociales y la hiper-conectividad.
Ayúdanos a resolver uno de los grandes enigmas de la humanidad: la tortilla de patata… ¿Con cebolla o sin cebolla?
La prefiero con cebolla, pero no tengo problema en adaptarme a los gustos de la mayoría si comparto mesa y mantel. En realidad, podría decir que tortilla de patata, ¡siempre!, con o sin condimentos.
Propón alguna idea loca que te gustaría que hiciera Telefónica en su centenario
Como no se me ocurría ninguna, he preguntado a mi hija de 9 años, y sugiere montar un “parque acuático” en el lago de Distrito Telefónica, o al menos un tobogán. Ha estado en alguna ocasión y le encanta.
Nomina a otro compañero para aparecer en esta sección
Me gustaría nominar a Guillermo Gavilán Montenegro, Francisco José Gutiérrez de Blas y María Echeverría Gómez.