¿Cuánto tiempo llevas en Telefónica y qué valoración haces de este tiempo aquí?
Acabo de cumplir 25 años en la empresa: soy un pureta ya, pero me conservo bien.
¿Hay algún proyecto en Telefónica del que te sientas especialmente satisfecho u orgulloso?
Hay uno que brilla por encima de todos y del que me siento especialmente orgulloso, y que fue transversal a mi trayectoria profesional: recién llegados a Distrito, junto a un equipo de personas de distintas áreas, todos voluntarios de Fundación Telefónica, a fuerza de cabezonería, energía e ilusión, conseguimos que en las máquinas de vending se distribuyeran productos de comercio justo (en el otro extremo, contábamos con el apoyo del sello «Fair Trade»). Primero en Distrito, en algunas máquinas y en modo piloto. Movilizamos a la gente hasta el punto de reventarlas y conseguir que el experimento se difundiera fuera de distrito y que llegara a lo que es hoy.
¿Qué crees que ha aportado Telefónica a la sociedad?
Telefónica ha sido vertebradora de nuestro país, uniendo a personas desde puntos distantes como si estuvieran juntas: eso permite mantener unidas a las familias, a los amigos, los negocios. Ha sabido mantener esa capacidad de unir, ampliando las maneras y penetrando en nuestras vidas, en nuestro ocio.
¿Dónde ves Telefónica en el futuro?
Telefónica luchará por dar valor a las conexiones, cada vez de mayor potencia y capacidad. Y competirá por ocupar el espacio de ocio de los clientes en un mundo donde los contenidos crecerán a nivel sensorial, haciéndonos vivir experiencias vitales
¿Podrías vivir sin teléfono móvil?
Si. Todos podríamos. Sólo que, en algunos casos, haría falta un holocausto nuclear para ello.
Ayúdanos a resolver uno de los grandes enigmas de la humanidad: la tortilla de patata… ¿Con cebolla o sin cebolla?
No andamos sobrados de dulces sanos para renunciar al toque que da la cebolla. Pero tampoco carguemos contra los sincebollistas: ¡tiene que haber de todo!
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Nomino a Valeriano López, Clemente García y José Luis Craus.