El ranking se basa en la intensidad de carbono, es decir, el CO2 que emiten las firmas en relación a sus ingresos. La entidad londinense ET Index Research traslada esta información a los inversores interesados en poner su dinero en entidades con bajas emisiones. En este sentido, tras el Acuerdo de París, un grupo de trabajo creado por Financial Stability Board hará recomendaciones sobre cómo las compañías deben informar sobre el impacto potencial del cambio climático en sus resultados.
De las 10 empresas con mayor eficiencia en términos de carbono, según la clasificación de ET Index Research, cinco pertenecen al sector de la salud, cuatro al de tecnología y comunicaciones y una es minorista de bienes de consumo. Estos early adopters tienen una ventaja en los mercados ya que se ha demostrado que se comportan mejor que las compañías menos “limpias”. Desde el punto de vista de la entidad BlackRock, la incorporación de consideraciones climáticas en el proceso de inversión es ya obligado.
En general, las compañías del ranking han aumentado su eficiencia de carbono en un 15% frente a 2016, ahorrando 360 millones de toneladas de CO2, el equivalente a las emisiones anuales de Turquía. Y de cara al futuro, las empresas más grandes del mundo pueden ahorrar 1.400 millones de toneladas de CO2, lo que emite Japón en un año.
Para empresas como Telefónica, descarbonizar su negocio es una prioridad. De ahí, sus nuevos objetivos de energía y cambio climático de Telefónica para 2020, un paso más tras los avances durante los últimos años del Programa de Eficiencia Energética de la multinacional. Uno de los puntales del plan, premio GSMA Glomo 2016, es precisamente aumentar el uso de energía renovable.
