Esta semana se celebró en Bruselas la cumbre ETNO-MLex Regulatory Summit 2018, que reunió a 200 delegados de alto nivel, representantes de operadores de telecomunicaciones, instituciones de la UE, reguladores, académicos, inversores, para tratar cuestiones regulatorias clave para la Unión Europea. Enrique Medina, Chief Policy Officer de Telefónica, participó activamente en el panel «Modelos de negocio: ¿qué es lo próximo?», en el que debatió junto con otros ejecutivos sobre la innovación y la regulación en el sector de las telecomunicaciones.
Medina centró su intervención en la evolución de los modelos de negocios, el papel de las telecomunicaciones en esta nueva era y el lugar en el que compiten las empresas de telecomunicaciones. Mencionó tres características principales de los nuevos modelos de negocio:
I. Transformación basada en datos: todas las empresas se están dando cuenta del alto potencial del uso de datos. Algunas compañías nacieron ya digitales y basadas en datos; otras –como ocurre en el sector de las telecomunicaciones– van avanzando en el proceso de digitalización y en el proceso de transformación basado en datos. Esto mejora las capacidades y los servicios que prestamos a los clientes.
Sobre este tema, aseguró que: «Telefónica se está volcando en los datos, mejorando sus servicios tradicionales y creando servicios nuevos e innovadores. Telefónica sigue hoy este camino con la Cuarta Plataforma. Sin embargo, aún resulta esencial para nosotros conectar a todos a Internet, especialmente a quienes que viven en zonas rurales».
II. Plataformización. El fenómeno de las plataformas es difícil de definir, pero el sector está de acuerdo en varias características, como los efectos en la red –contundentes y multilaterales–, las transacciones no monetarias basadas en datos (datos a cambio de servicios), los intermediarios que controlan el entorno (el hotel más grande sin edificios -AirBnB-, la mayor compañía de taxis sin coches –Uber-, etc.).-
En cuanto a la plataformización, afirmó: «Evidentemente Telefónica no es una plataforma en línea, ya que la mayoría de nuestra actividad principal se basa en redes físicas y no en Internet. Por otro lado, tampoco compartimos algunas características de las plataformas en línea como, por ejemplo, el negocio basado en transacciones no monetarias».
III. Convergencia. Aquí ya no se trata solo la convergencia de la que se hablaba hace diez años: las empresas de telecomunicaciones suministraban banda ancha fija, móvil… Esto es mucho más grande y amplio si pensamos en el entorno digital y la cadena de valor de Internet.
«Telefónica ha desarrollado modelos exitosos de convergencia, como, por ejemplo, nuestro negocio en España, donde brindamos una oferta importante que incluye servicios de telecomunicaciones y televisión (Fusión). Sin embargo, nos cuesta competir de manera conjunta en varios sectores (con la competencia de Internet), principalmente debido a las estrictas regulaciones a las que nos enfrentamos», afirmó.
Varios ejecutivos participando en el panel
Enrique Medina también destacó que las empresas de telecomunicaciones tienen dificultades debido a unas regulaciones obsoletas, creadas cuando la competencia era intrasectorial, mientras que ahora la competencia es cada vez más multisectorial:
1. Tenemos que ponernos al nivel de nuestros competidores de Internet en cuanto a negocios basados en datos, al tiempo que competimos con reglas de protección de datos mucho más estrictas. Esta es la desventaja más preocupante a la que podíamos enfrentarnos y así es como vemos este debate.
Telefónica considera que es totalmente necesario un ajuste completo entre el reglamento general de protección de datos (GDPR) y el reglamento sobre la privacidad y las comunicaciones electrónicas (ePR). De lo contrario, obstaculiza desarrollar servicios innovadores basados en datos a las telecos. La propuesta del ePR deja la posibilidad de desarrollar estos servicios en Europa solo a otros competidores en Internet no incluidos en el ámbito de aplicación del ePR, lo que impide una verdadero level-playing-field y un enfoque equilibrado entre la innovación y la protección de la privacidad, según lo estipulado en el GDPR.
2. Los organismos de competencia nos examinan estrictamente, mientras todavía piensan cómo enfrentarse a una realidad nueva y cambiante como es la economía digital actual.
3. En tercer lugar, seguimos padeciendo una regulación demasiado exigente en el negocio audiovisual del que formamos parte, mientras que no existen todavía normas estrictas contra la piratería en las plataformas en línea.
En resumidas cuentas: actualizar las regulaciones (esto es, adaptarlas a la economía digital y basada en datos), asegurando la igualdad de condiciones entre los distintos actores, ayudaría a las empresas de telecomunicaciones a ser competidores creíbles en este entorno intersectorial.