Mantenernos conectados, seguir adelante, no parar. La digitalización se ha ganado su puesto como elemento clave durante la crisis sanitaria. La tecnología nos ha mantenido en marcha, en el ámbito laboral, sanitario, educativo, etc. a pesar de la distancia. Pero debemos dar valor al importante aspecto social que tiene la tecnología y que debe cumplir una de sus principales funciones: hacer del mundo un lugar más humano, ser una tecnología social.
Aún hoy seguimos viviendo todavía los efectos del Covid-19, después de que comenzase la mayor crisis desde la II Guerra Mundial, por sus repercusiones sociales y económicas, sin olvidarnos, claro, de las sanitarias. Así lo declaró la ONU en 2020. Y es que no solo se ha cobrado la vida de más de 5,5 millones de personas en todo el mundo, también ha supuesto la pérdida de recursos económicos y el cierre del medio de vida de millones de personas.
Carácter social de la tecnología
La crisis sanitaria nos ha llevado a cambiar muchos hábitos, desde la manera de trabajar hasta la forma en la que nos relacionamos con nuestros seres queridos. Y durante este tiempo, la tecnología ha vivido un impulso que nunca antes habíamos visto. Pero todos esos avances, todas esas ventajas, deben llegar a todos.
Hemos pasado de utilizar la libertad que nos ofrecen los miles de dispositivos y aplicaciones móviles, para dar nuestra opinión y que esta sea tenida en cuenta por las empresas, incluso por las administraciones públicas. La sociedad habla y quiere ser escuchada. También utilizamos todas estas herramientas para divertirnos, conocer gente, conocer lugares que no hemos visto, compartir vivencias y fomentar debates que nos pueden enriquecer a todos, ya que somos seres sociales. Incluso poner en marcha nuevos proyectos, con la ayuda de gente que ni siquiera conocemos, pero cree en nuestro trabajo. La conectividad y la digitalización son el motor de la recuperación económica y también el escenario en el que dar visibilidad a otras realidades que conviven en nuestro día a día.
Herramientas digitales para un desarrollo sostenible
Tal y como describe Naciones Unidas, el papel de la tecnología es hacer de nuestro mundo un lugar “más justo, más pacífico y más equitativo”. La misma organización internacional destaca el importante papel que tiene la innovación para apoyar y acelerar el logro de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible, en puntos tan importantes como alcanzar “el fin de la pobreza extrema o la reducción de la mortalidad materna e infantil, la promoción de la agricultura sostenible y el trabajo decente, y el logro de la alfabetización universal”.
Gracias al desarrollo tecnológico podemos hacer visibles las brechas sociales, las situaciones más precarias y poner el foco en ellas, involucrando a personas y organizaciones de todo el mundo, con independencia de dónde se encuentre la emergencia o la situación crítica. En este sentido hemos dejado atrás el uso de las aplicaciones y redes sociales para ampliarlo y darle una nueva dimensión. Ahora ya hablamos de la tecnología social para referirnos al enorme poder transformador que encierran la tecnología y la digitalización.
Acceder a servicios básicos de salud así como el diagnóstico y seguimiento de enfermedades crónicas a través de la telemedicina o llevar medicamentos y comida a espacios remotos a través de drones, a una educación universal y que además sea inclusiva a través de técnicas como la gamificación, que ayudan a niños y adultos a adaptarse a la transformación digital y prepararlos para los trabajos técnicos del futuro, la gestión eficiente de recursos naturales y esenciales como el agua y la energía, o el desarrollo de una movilidad y unas ciudades más sostenibles. Todo es posible si utilizamos correctamente el poder de la innovación.
Al servicio de las personas
Las empresas tecnológicas tienen una enorme influencia en todos estos aspectos. Por este motivo, Telefónica tiene muy claro que la tecnología debe estar al servicio de las personas, y da prioridad a la accesibilidad de sus soluciones en torno a la inclusión digital y a alcanzar las metas de los ODS. Objetivos como la educación, la igualdad, el crecimiento económico, las comunidades sostenibles, o la acción por el clima, y la paz, justicia e instituciones sólidas, son ineludibles para la operadora.
Entre los propósitos de la compañía está contribuir a reducir la brecha digital en todos los ámbitos sociales y educativos, y trabajar por la protección ambiental. Todo ello sin perder de vista la importancia que tienen estas acciones como motor de crecimiento económico para el desarrollo industrial y tecnológico de las sociedades. Estos planes se materializan en el diseño de programas de desarrollo de habilidades digitales a través de proyectos educativos; también busca garantizar el acceso a servicios digitales pequeñas y medianas empresas, y que estas puedan incorporar en sus procesos de compra criterios éticos, sociales y ambientales, también en el apoyo a los sectores clave, fomentando la inversión en empresas, colaborando con organismos nacionales e internacionales, etc., en el cuidado del medioambiente impulsando la eficiencia y la innovación, y acercándola a personas y organizaciones para construir un futuro más verde.
El impulso de la digitalización para una sociedad y una economía más sostenible es cada vez más necesario. Las nuevas tecnologías deben ser clave para construir un mundo más humano y una sociedad más justa. Y entre todos debemos trabajar para que así sea. Todo depende del uso que hagamos de ellas