Imagina una red 5G avanzada con capacidad para anticipar problemas y optimizar el rendimiento, con foco en mejorar aún más la experiencia del usuario y en ser capaz de detectar de forma anticipada patrones de tráfico inusuales que puedan suponer un riesgo para la ciberseguridad. La inteligencia artificial en el núcleo de las redes móviles ya es una realidad, y se llama NWDAF: Network Data Analytics Function.
En términos técnicos, el NWDAF es una función dentro de la arquitectura del núcleo de la red 5G que se encarga de recoger datos, analizarlos y hacer predicciones. Esto permite que la red sea más eficiente, ya que puede adelantarse a futuros escenarios para tomar decisiones en el presente. Por ejemplo, si un montón de robots en una fábrica van a necesitar comunicarse al mismo tiempo, el NWDAF puede preverlo y ajustar la red para que todos puedan comunicarse en tiempo y forma una vez llegue ese momento.
La metáfora: la redes 5G como un superhéroe
Para hacerlo más sencillo: NWDAF en las redes 5G es como un superhéroe con una caja de herramientas llena de superpoderes.
- Visión de Rayos X: puede ver a través de la red y detectar anomalías antes de que se conviertan en problemas.
- Telepatía: comunica con otras funciones de la red para coordinar y optimizar el rendimiento.
- Precognición: predice dónde y cuándo ocurrirán congestiones en la red y toma medidas para evitarlas.
- Super Velocidad: permite a la red adaptarse rápidamente a los cambios, asegurando que los datos fluyan sin interrupciones.
- Multiplicación: gestiona miles de millones de dispositivos, intentando siempre que todos tengan la conectividad que necesitan.
- Camuflaje: ayuda a mejorar la ciberseguridad, manteniendo a salvo la red y los datos de los usuarios.
Con estos superpoderes, el NWDAF no solo mantiene la red 5G funcionando sin problemas, sino que también abre un mundo de posibilidades para servicios innovadores y experiencias de usuario mejoradas. ¡Es el guardián silencioso y el protector omnipresente de la red 5G! Guardián que nos abre las puertas a muchas utilidades futuras que van a hacer que nuestras vidas estén perfectamente conectadas:
- Aplicativos de emergencias funcionando sobre la red 5G en entornos saturados, como manifestaciones o eventos, gracias a que los algoritmos predictivos ayudarán a ubicar a los servicios de emergencias en una rodaja de red (slice) concreta, mientras los mismos se desplazan a la zona del incidente.
- Coches autónomos y drones que elegirán su camino en base a cómo nuestra red les prediga la calidad de servicio en su trayecto por la geografía nacional.
- Robots industriales que decidirán cuándo empezar una ronda de inspección en base a la información de futuro otorgada por la red 5G.
- Jugadores (gamers) que tendrán una experiencia de juego perfecta en movilidad porque la red es capaz de predecir qué nodo de Edge Computing les seguirá dando servicio en su trayecto en coche.
En definitiva, el futuro de la tecnología ha llegado para quedarse… y para predecirlo. Para hacer que sea más certero y con menos incertidumbre. O, lo que es lo mismo, ser capaces de adivinar un futuro mejor para la sociedad.
