Redacción
En concreto, el informe asegura que se incrementará el número de automóviles conectados desde el 10 % del mercado global de hoy en día, hasta el 90% en 2020. Además, los pronósticos de la industria apuntan en 2022 a 1.800 millones de conexiones M2M dedicadas a la industria de la automoción. La cifra incluye 700 millones de automóviles conectados y 1.100 millones de dispositivos post-venta para servicios tales como navegación, seguros basados en características de uso, recuperación de vehículos robados (SVR, stolen vehicle recovery) y el denominado infoentretenimiento.
En total, el mercado M2M dedicado a la industria de la automoción generará la impactante cifra de $422.000 millones en 2022, en comparación con $22.000 millones en 2012. Actualmente el 59% de estos ingresos están vinculados a los servicios, incluidos los de conectividad y las aplicaciones que hacen uso de la conectividad. Para 2022, esa cifra alcanzará el 88%.
El estudio identifica cuatro temas estratégicos: la transformación del modelo de negocio actual, cómo se pagarán estos nuevos servicios y conectividad, la preocupación por abrir este ecosistema a terceros, y el papel de los operadores móviles como motores de este cambio disruptivo en la industria del automóvil.
Para Forrester, el coche se está convirtiendo en un nuevo ecosistema conectado gracias a la conectividad que proporciona la banda ancha móvil. Según la consultora, habrá cuatro tipo de aplicaciones informáticas que estarán presentes en los automóviles: infotainment/media (entretenimiento y contenidos), advanced telematics (telemática avanzada), vehicle-to-X communications (comunicaciones entre el vehículo y otros objetos), y autonomous driving capabilities (capacidades de conducción autónoma). Además las oportunidades más importantes para crear nuevas fuentes de ingresos se derivarán de la explotación inteligente que se pueda hacer de los datos sobre el comportamiento del vehículo y sus usuarios.
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