La situación se repite en todos los hospitales y centros de atención primaria de nuestro país gracias a sistemas y tecnologías accesibles en el uso, aunque infinitamente complejas en su desarrollo. Y es que, en sanidad, como en otros muchos aspectos de lo cotidiano, la digitalización ha entrado a borbotones gracias a que empresas con visión de futuro ya tenían en cartera todas esas tecnologías que están salvando vidas y dando tranquilidad en esta fase de pandemia que lamentablemente sigue activa.
Lo que puede hacer la digitalización de los sistemas sanitarios en favor de la salud ha quedado claro en la actual coyuntura y, por otro lado, empresas como Telefónica ha demostrado su capacidad para dar respuestas. Tal y como afirmó el presidente de la operadora, José María Álvarez-Pallete estamos preparados para “garantizar el correcto funcionamiento de las redes españolas de telecomunicaciones y aumento del uso de las infraestructuras por causa del teletrabajo y la teleasistencia médica, de una manera fiable, estable y segura».
Un buen sistema de redes es la primera pieza necesaria para asegurar que las tecnologías vinculadas a la digitalización de la sanidad funcionen como un reloj. En este sentido cabe recordar que España tiene la mejor red de internet de alta velocidad de Europa. En total, el 94% de la población en nuestro país cuenta con cobertura de banda ancha y entre los tres grandes operadores (Telefónica, Orange y Vodafone) suman 48 millones de hogares con fibra óptica. El país cuenta en la actualidad con más fibra óptica que Alemania, Inglaterra, Italia, Francia y Portugal juntos.
Una nueva forma de entender la salud
La pandemia por Covid-19 ha cambiado la perspectiva de salud de los españoles, a la par que ha afectado a la organización asistencial de los hospitales al darse prioridad (en los departamentos que ha sido posible) a la telemedicina, que permite que los pacientes y los médicos se comuniquen de forma remota mediante el uso de aplicaciones móviles o mediante videoconferencias, sin necesidad de un lugar físico, como una consulta médica o un hospital. Esta nueva personalización y experiencia del paciente permite que los dispositivos sean modulares y más adaptables.
Hay que recordar aquí que desde que las consultas médicas iniciaran su andadura en la Medicina griega y helenística hipocrático-galénica, en todas las sociedades, la salud es considerada como uno de los cimientos principales de bienestar y desarrollo, razón por la que el sistema sanitario ha ido cambiando, convirtiéndose en un reflejo de lo que acontece en cada país, en cada época.
Este campo es uno de los más susceptibles para la utilización de avances tecnológicos a la hora de diseñar tratamientos para enfermedades y dolencias. En los últimos años las TIC han impactado en la medicina con un número de aplicaciones muy amplio, como ya recogía hace más de una década el informe Las TIC en la Sanidad del futuro (publicado en la Colección Ariel-Fundación Telefónica).
Estamos pues ante una tendencia que tiene su fundamento en el desarrollo de nuevas tecnologías como son los sensores, la nube, la conectividad, la genética, la web 2.0 y el big data, o mejor dicho en su convergencia, ya que para ofrecer tratamientos de salud personalizados es necesaria la utilización de varias de estas tecnologías de forma conjunta.
Nuevos retos
Aún quedan retos, sobre todo, en lo que se refiere a la implantación en todo el territorio español de la tecnología 5G que va a ser la que de alas a la una medicina auténticamente digital como consecuencia de la mayor velocidad que desarrolla, la menor latencia y la posibilidad de conectar un mayor número de dispositivos, lo que favorecerá multiplicar los sensores de control personalizado a los enfermos.
También ha quedado demostrada la importancia de las últimas tecnologías como una herramienta necesaria para la gestión del sistema sanitario y hemos visto como los avances en materia tecnológica se han convertido en sus mejores aliados durante los meses más virulentos del coronavirus. Desde las videollamadas, que pusieron en contacto familiares con enfermos aislados, hasta la telemedicina, una forma de recibir prescripción médica necesaria para algunos enfermos de riesgo que no podían desplazarse a las consultas.
Recientemente, en la XVIII Reunión de Salud Conectada organizada por la Sociedad Española de Informática en la Salud (SEIS), se puso de manifiesto que las soluciones informáticas y de cloud computing pueden agilizar el trabajo de los sanitarios al favorecer y mejorar el seguimiento de los pacientes. De cara a futuro inmediato, esto supondría una mejora en la saturación que viven los servicios de Atención Primaria, además de ofrecer mayor comodidad al paciente.
Las tecnologías que lo hacen posible
Que un paciente pueda hacerse un electrocardiograma en su casa con una pulsera inteligente y una aplicación, controlar sus niveles de glucosa, que una aplicación recuerde a un enfermo de alzhéimer que debe tomar su medicina, o tener una visita por videoconferencia es algo sencillo y accesible incluso para personas mayores que son instruidas con facilidad.
Pero detrás de todo eso hay sistemas complejos.
Big Data. Almacena y gestiona la información para crear modelos predictivos que ayuden a los especialistas a anticiparse a las necesidades sanitarias para ofrecer una atención médica más eficaz a los ciudadanos. En lo que se refiere a las implementaciones tecnológicas que pueden aprovechar los centros e instituciones sanitarias, una de las más importantes, es la gestión digital del historial clínico. Telefónica aporta experiencia en este campo utilizando la tecnología blockchain para crear identidades digitales descentralizadas de historias clínicas, seguir la cadena de suministros de medicamentos y asegurar la privacidad de la información clínica de cada paciente.
Inteligencia Artificial.. Nadie duda ya que la Inteligencia Artificial (AI) tiene un futuro muy prometedor en el sector sanitario, en primer lugar, porque tras la crisis sanitaria se está produciendo un importante cambio en el tipo de asistencia que piden los pacientes en el mundo occidental que implica hacer frente a necesidades de colectivos crecientes de personas mayores, cuyas patologías son crónicas y complejas, y que requieren de un cuidado y una atención constante a largo plazo.
Otro dato que asegura el uso de la Inteligencia Artificial cada vez de manera más acentuada es que la cantidad de datos informáticos disponibles ya es imposible gestionar por la capacidad humana, y se necesita para ordenarlos y entenderlos. Desde esta perspectiva se esperan cambios importantes ya que se pasará de centrar las soluciones en los productos para avanzar en la creación de las plataformas sanitarias para la atención en tiempo real. Y un poco más allá y dejando avanzar las promesas de empresas como Telefónica, lo que se verán son soluciones médicas basadas en la inteligencia artificial, la robótica y las realidad virtual y aumentada. Un mundo de esperanza para la salud donde la realidad nunca será ya como ahora se conoce.
En ese escenario, los dispositivos personales, las aplicaciones y los asistentes personales jugarán un papel sencillo y preponderante en el cuidado y control, en tiempo real, de la salud individual, y lejos de perder el control sobre ella cada vez seremos más interactivos con los especialistas médicos y más participativos el propio cuidado.
Internet de las cosas. Gracias a los dispositivos conectados ente si y a las redes, el cuidado de la salud se vuelve ubicuo y deja de estar en los hospitales y de los centros de salud. La asistencia remota cobra importancia en el modelo sanitario, ofreciendo soluciones personalizadas por medio de la analítica de datos.
Grandes posibilidades de mejora
Como ha demostrado Telefónica en la última edición de MWC21, las redes 5G proporcionan mayor ancho de banda, mayor velocidad y menor latencia. Estos rasgos permiten el acceso de los datos, vídeos o imágenes y gráficos en tiempo real, para un análisis y una toma de decisiones instantáneos. Todo esto, trasladado al entorno sanitario supone un servicio continuo, de calidad que ahorra tiempo a los pacientes y aumenta su seguridad, sobre todo para personas de movilidad reducida, ya que se limitan los traslados a los centros sanitarios, y se limita el número de consultas presenciales a aquellas que necesitan ser resueltas mediante una entrevista con el médico.
Aunque en el futuro no todo será medicina en remoto, si será un modelo que apoye muy de cerca a muchas especialidades, como aquellas en las que el médico puede ver a sus pacientes a través del móvil o del ordenador, y que no sean necesarias pruebas médicas. Para estos casos se han popularizado algunas Apps específicas de telemedicina para pedir cita con un médico online, como el servicio de Telemedicina de Movistar Salud, o la Living App Movistar Salud que resuelve cualquier duda sobre este servicio.