Los avances tecnológicos están cambiando la forma en la que vivimos y trabajamos. Y es solo el principio. Estamos en un camino de transición (acelerado) hacia un futuro todavía más tecnificado. ¿Están las próximas generaciones preparadas para este nuevo entorno? El sistema educativo tradicional está incorporando en los planes de estudio nuevos métodos de enseñanza como la robótica educativa (o robótica pedagógica) que prepara a niños y adolescentes para desenvolverse en el escenario de la Industria 4.0. Porque las habilidades informáticas se han vuelto esenciales en el mercado laboral. Porque la educación debe evolucionar acorde con la innovación tecnológica para cubrir la demanda de perfiles IT.
En la historia de la robótica educativa, la creación del lenguaje de programación LOGO (en 1967), el primero diseñado para niños (se trataba de controlar tortugas robóticas), supuso el inicio de la enseñanza de la programación en las escuelas. Desde entonces, robótica y educación van unidas: en los últimos 25 años, esta herramienta pedagógica no ha parado de crecer, especialmente tras el lanzamiento de Mindstorms (en 1998), una plataforma desarrollada por Lego y el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) para aprender a construir y programar robots.
¿Qué es la robótica educativa?
La robótica educativa es una herramienta de aprendizaje que permite a los estudiantes desarrollar competencias científicas y tecnológicas. Esta estrategia aúna distintas disciplinas y los conocimientos se transmiten de forma transversal, estimulando el pensamiento lógico y computacional, así como la creatividad (sobre todo en lo que se refiere a la capacidad de resolución de problemas) y otras habilidades técnicas (hard skills) y blandas (soft skills). Esta rama de la tecnología educativa promueve el aprendizaje activo de las materias STEM (Ciencias, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas), suscitando el interés por ellas en los alumnos.
Las actividades relacionadas con la robótica en el aula consisten en el diseño, la construcción (mecánica y electrónica) y la programación de robots para que ejecuten una determinada tarea en cualquier etapa escolar. Su dinámica y sus contenidos prácticos fomentan la motivación, la participación y el aprendizaje de forma lúdica. Bajo un enfoque constructivista (corriente de educación que promueve el diseño y la elaboración de creaciones propias), la robótica educativa ayuda a los docentes a mejorar el aprendizaje y la participación de los alumnos y su rendimiento académico. Actualmente se sigue analizando el impacto del uso de robótica educativa en la educación, su complejidad para el docente y el alumnado, los ciclos educativos en los que tiene sentido aplicarla.
Tipos de robótica educativa
En el aprendizaje de la robótica, los docentes cuentan con varias opciones según el tipo de robot empleado en el aula.
Robots de codificación física: especialmente diseñados para los más pequeños, ya que aprenden programación sin pantallas, simplemente pulsando botones al estilo de un juguete. Algunos de los más utilizados en el entorno escolar son la abeja Bee-Bot y el cubo Cubetto. Estas propuestas introducen a los niños en los conceptos básicos mientras se divierten.
Robots programables de iniciación: orientados a los niños de los primeros cursos de primaria, conservan la dinámica del juguete (con aspecto atractivo para los menores), pero interactúan con ellos introduciendo el software mediante una aplicación (con interfaz de juego), con la que controlan el robot desde una tableta o un teléfono inteligente (por ejemplo, Botley o Dash).
Robots programables por ordenador: para alumnos de primaria y secundaria, físicamente ya no recuerdan a adorables juguetes y se programa a través del PC o tabletas mediante un lenguaje de programación (por ejemplo, los basados en bloques). Integran sensores de varios tipos (luz, sonido, táctil…).
Robots mediante kits: sobre todo para estudiantes de robótica educativa de secundaria, el ensamblaje se convierte en un desafío extra para integrar sensores, motores y otros componentes de hardware. Aúnan construcción con programación a través de una pantalla. Los alumnos crean su prototipo y programan sus propias soluciones.
Ventajas de la robótica educativa
Conjugar educación y robótica en el colegio da a los estudiantes una ventaja en el mercado laboral, porque brinda las habilidades necesarias para ello, especialmente el pensamiento computacional. Esta técnica de resolución de problemas se basa en dividir los problemas en fragmentos pequeños para luego desarrollar soluciones. Es la misma dinámica que siguen los programadores para diseñar los algoritmos y programas de los ordenadores. Consta de cuatro pasos:
- Descomposición: descompone en problemas manejables para solucionarlos uno a uno.
- Abstracción: identifica características comunes y patrones y elimina lo innecesario.
- Pensamiento algorítmico: diseña los distintos pasos para llevar a cabo una tarea.
- Depuración y evaluación: prueba con una posible solución hasta que la perfecciona y garantiza que es la mejor para ese problema.
Siguiendo esa misma línea, este proceso de la robótica educativa fomenta en un entorno lúdico la resolución de problemas: los niños deben pensar para definir el problema y solucionarlo y así desarrollan el pensamiento crítico para aplicarlo no solo al entorno informático y las materias STEM, sino también a otras (humanidades, sociales, artísticas…).
Al tiempo, la mecánica de cuestionarse, razonar, reflexionar e imaginar impulsa la creatividad, otra de las habilidades primordiales para el siglo XXI. La dinámica de juego crea conexiones sociales y esto favorece la comunicación y el trabajo en equipo. Con la estimulación y el entrenamiento de la mente para enfrentarse a retos se impulsa, también, la confianza en uno mismo y la capacidad de liderazgo.
En lo que se refiere a la docencia, la robótica educativa mejora el desarrollo profesional de los profesores. Pero a medida que este método tecnológico de enseñanza se vuelve más popular, crece la necesidad de capacitar al profesorado para enseñar esta materia multidisciplinar que potencia el progreso de la sociedad.