El Capítulo sobre Confianza Digital del libro «Revolución digital_ Impacto de las nuevas tecnologías en el directivo», publicado por La Confederación Española de Directivos y Ejecutivos, recoge la siguiente entrevista a José María Álvarez-Pallete, consejero delegado de Telefónica, S.A.
• ¿Son los usuarios conscientes de las consecuencias de las condiciones aceptadas para entrar en algunas aplicaciones?
El sector de las aplicaciones no existía hace cinco años y, sin embargo, hoy instalamos constantemente nuevas aplicaciones tanto en nuestros dispositivos móviles como en las tabletas. Cuando lo hacemos estamos dando permiso a que éstas realicen ciertas acciones y a que tengan acceso a los datos de nuestros equipos. Las aplicaciones podrían, por ejemplo, leer y modificar nuestras listas de contacto, tomar fotos, leer el estado del teléfono o modificar el almacenamiento.
Es cierto que no siempre somos conscientes de las consecuencias que tiene la instalación de una aplicación. Además, pocas personas leen el texto de las condiciones de uso de la aplicación, y automatizan su descarga, abriendo la puerta de su dispositivo a los desarrolladores de las aplicaciones.
Los directivos de las empresas tecnológicas tenemos la oportunidad de salvaguardar la privacidad de nuestros clientes y favorecer estándares en los que el usuario sea activo enla prestación de un consentimiento informado, es decir, esté en control de sus datos personales.
De lo contrario estaremos haciendo un flaco favor al desarrollo del ecosistema digital. Las Telcos digitales tenemos muy presente nuestra responsabilidad hacia los usuarios y por ello nuestros productos y servicios cuentan con una propuesta de valor bien definida en términos de privacidad.
• ¿Qué compañías son más transparentes y merecen más confianza?
Ser transparentes hacia el usuario en el mundo digital hoy significa explicar al usuario qué está haciendo la empresa con sus datos, y cuáles son los criterios utilizados para ofrecer cierto tipo de servicios. Aquellas empresas en las que la publicidad es el centro de su modelo de negocio son más dependientes de su capacidad para recopilar datos personales, y por tanto son las que deben prestar mayor atención al requisito de transparencia si quieren ganar la confianza de los usuarios.
En otro orden de cosas, y más relacionado con el ámbito de la seguridad, el caso Snowden ha generado un debate global sobre la necesidad de los Estados de proteger a sus ciudadanos y su obligación de garantizar su privacidad.
Nosotros nos tomamos muy en serio la privacidad de nuestros clientes, y por ello consideramos esencial que los gobiernos sean más activos y responsables de cara a encontrar el equilibrio adecuado para que ningún derecho sea conculcado. La transparencia de los gobiernos y, en este sentido, una legislación clara, son claves para impulsar la confianza de los usuarios en el mundo digital.
• ¿Son los consumidores y las empresas suficientemente sensibles a la seguridad y la privacidad?
Las encuestas así lo muestran. Incluso los más jóvenes, la llamada “Generación del Milenio”, expresan su gran preocupación por el uso que hacen empresas y administraciones de sus datos personales y su vida digital. Una investigación llevada a cabo por Penn Schoen Berland (WPP) para Telefónica demuestra que los consumidores se sienten cada vez más confundidos acerca de la privacidad de sus datos, hasta el punto que una amplia mayoría considera que han perdido el control sobre su información personal.
Las empresas, por su parte, son muy conscientes del valor de la privacidad en un proceso de digitalización de nuestras sociedades. El problema radica en que para algunas empresas la publicidad es su modelo de negocio y por tanto sus ingresos dependen de su capacidad para recopilar datos. Desde mi punto de vista, el gran desafío vendrá de la mano de Internet de las Cosas. Acertar con las medidas en el campo de la privacidad en un entorno donde todo estará conectado requerirá adoptar un nuevo enfoque desarrollado en torno a las personas.También, como hemos podido observar en la última década, hay que tener en cuenta que los comportamientos y valores individuales en relación con la privacidad de los datos son dinámicos. De hecho, las tecnologías de la información y la comunicación están modificando nuestros paradigmas. Sin embargo, y a pesar de la complejidad de los distintos contextos jurídicos y culturales, podemos partir de una visión compartida: una experiencia digital segura, privada y transparente proporcionará una base sólida para un crecimiento sostenible en la economía digital.
• ¿Son necesarias legislaciones más precisas?
Internet es global y las legislaciones son locales, y en el mejor de los casos regionales. Este hecho plantea un reto importante a nuestras sociedades. A ello se añade que las tradiciones legislativas, e incluso la historia política de cada país o región, derivan en un tratamiento diferenciado del concepto de privacidad y por tanto de su regulación.
Si nos centramos en el caso de la Unión Europea, el reto en el ámbito legislativo pivota sobre dos ideas fundamentales: la armonización y una legislación en igualdad de oportunidades para todos (level playing field). La armonización implica la necesidad de simplificar y equiparar la legislación en los 28 Estados miembros de la UE. La trasposición de directivas de una forma más laxa o más estricta nos ha conducido a una situación en la que dependiendo de dónde vivas tus derechos estarán más o menos protegidos y en relación a estos criterios algunas empresas, cuyo modelo de negocio se basa en los datos de sus clientes, se instalarán en un país u otro. Una mayor armonización legislativa, contribuirá, sin duda, a la consolidación del mercado único digital. Esta es la dirección correcta.
En cuanto a una legislación en igualdad de oportunidad para todos, me estoy refiriendo a una idea sencilla que debe ser la base para definir el sujeto y ámbito de aplicación legislativa: a mismos servicios, mismas reglas. Hoy no podemos afirmar que sea el caso en la Unión Europea. Muy al contrario. Y ello está generando grandes desigualdades entre unas empresas y otras, en detrimento de la capacidad competitiva de los operadores de telecomunicaciones europeos.
• ¿Debe prestarse más atención a la prevención de ataques cibernéticos?
La constante innovación tecnológica está impulsando un proceso de digitalización imparable y ha cambiado ya los sistemas tradicionales de control y seguridad de los procesos de ne gocio. Las empresas han externalizado una parte importante de sus sistemas en servicios en la nube, que escapan de su control interno.
Y precisamente en el nuevo ecosistema digital proliferan nuevos riesgos que se concretan en ciberataques dirigidos, ciberespionaje para acceder a información empresarial (estrategias, desarrollos tecnológicos, datos de clientes, etc.), infraestructuras críticas, suplantación de identidad, cibersabotaje o ciberdelincuencia por mencionar algunos de ellos.
Es preciso diseñar una estrategia de ciberseguridad empresarial para minimizar en lo posible los ataques cibernéticos. Para proteger la información de nuestra empresa y la de nuestros clientes, la prevención y la detección son claves y en la medida en que la tecnología está externalizada en el proveedor, somos los operadores quienes tenemos un papel fundamental.
Una Telco Digital hoy, tiene una responsabilidad añadida: ser un “proveedor” de confianza digital. Somos muy conscientes de los retos a los que nos enfrentamos y, por ello, además de los servicios que ya ofrecemos en el ámbito de la protección de la identidad de personas en los servicios de internet (por ejemplo, Latch), hemos desarrollado otros en el ámbito de la detección (cibervigilancia) y la reacción a ataques. En un ecosistema tan cambiante y complejo la cooperación estrecha entre operadores y empresas, administraciones y consumidores es más necesaria que nunca.
• ¿Qué recomendaría a los directivos de las empresas?
En términos generales debemos tener en cuenta que los comportamientos y valores individuales en relación con la privacidad de los datos son dinámicos. Además, están condicionados por la innovación tecnológica, la cultura o simplemente por las ventajas personales y sociales que se pueda obtener del hecho de compartir datos online. Ello nos obliga a estar atentos y adecuarnos al ritmo de los cambios sociales.
En este sentido, los directivos deberían tener en cuenta la naturaleza, el alcance, el contexto y los objetivos de los servicios en los que intervienen los datos de los consumidores.
Desde mi punto de vista la mejor garantía que permitirá liberar todo el potencial de la economía digital pasa por ofrecer una experiencia digital segura, transparente y privada. ¡Hay que empeñarse en ello! Una importante contribución a ello sería favorecer un New Deal para los datos. Este nuevo contrato debería basarse, por una parte, en el establecimiento de un conjunto de salvaguardas de la seguridad y privacidad personal de los ciudadanos y, por otra, en el control por parte de cada uno de ellos de sus datos personales.
La Revolución Digital está cambiando las reglas del juego, y tenemos la gran oportunidad de contribuir de manera decisiva al florecimiento de la economía digital. Está en nuestras manos cooperar y alcanzar acuerdos con alcance de futuro para todos.
Abstract
“The new Digital Revolution: the impact of new technologies in managers” is a recently published book that includes an interview to José María Alvarez-Pallete, COO of Telefónica. This interview centers around Digital Confidence, which plays a central role in a data driven economy. Alvarez-Pallete highlights the way to enhance a safe and secure Internet experience for the users, where he identifies three pillars: transparency, privacy and security. In a nutshell, he states, on one hand, that being transparent to the users in the Digital World means explaining them what the company is doing with their data and what are the criteria for certain types of services offered. On the other hand, regarding privacy and security his recipe move through people’s control of their personal data, keeping people’s identities private and people’s data safe.