El presente y el futuro es digital, estamos en plena transición, donde las estructuras del pasado se desvanecen obsoletas y las nuevas tecnologías disrumpen con fuerza creando nuevas formas y modos que deslumbran y dejan atrás antiguos usos y costumbres.
La clave está en la aplicación de esas nuevas lógicas a los procesos tradicionales, eso no es otra cosa que innovar. Substituir el recurrido dicho “porque siempre se hizo así” por darle una vuelta a los procesos y hacer cosas diferentes para que además agreguen valor en el camino.
Un país desarrollado es un país vertebrado, donde la riqueza y el desarrollo se extiende por igual en todo su territorio. En nuestro país existen dos Españas claramente divididas, una urbana y congestionada y una rural y despoblada con auténticos desiertos poblacionales.
La digitalización va a ayudar a estas dos realidades para cohesionarse e interrelacionarse. Ambos medios son complementarios y cada uno tiene sus ventajas e inconvenientes. El medio rural sigue estigmatizado con una visión de segunda división, aislada del progreso y con una imagen algo rancia y obsoleta, derrotista y sin esperanza, con poca visión de futuro y poco dinamismo.
Las TIC y la digitalización ayudan a romper esas falsas ideas
Cuando yo era pequeño en mi pueblo de Teruel ,Oliete, o eras agricultor, ganadero, artesano o comerciante o poca cosa más, hoy en día en el Teruel más profundo se puede trabajar igual y de lo mismo que en la gran manzana de Nueva York, la City de Londres o en el paseo de Gracia de Barcelona, y no sólo eso, también puedes disfrutar de la calidad de vida que te ofrecen lugares llenos de naturaleza, aire puro, espacios menos congestionados y llenos de oportunidades y posibilidades con gente plena y orgullosa de vivir en el rural.
Aun así, el medio rural es distinto al urbano y tiene que gestionarse teniendo en cuenta su contexto, sus realidades, peculiaridades y sus características.
A raíz del COVID-19 me invitaron a asistir al Congreso de los Diputados a realizar una ponencia sobre políticas sociales y sistemas de cuidados y así lo reflejé ante sus señorías, enfatizando la oportunidad que tiene el medio rural ante esta nueva era, “el Virtuceno”, esta nueva era bautizada por el experto en Educación, Innovación y Prospectiva, Juan Carlos Casco, que la define como, un universo de espacio sin lugares físicos, donde construimos nuestras identidades, trabajamos, aprendemos, jugamos, viajamos, creamos, tejemos relaciones y nos emparejamos.
Esta deriva ayuda ya a frenar la destrucción del planeta iniciada en el Antropoceno, y evitar así la crisis ecológica y el fin del medio rural, ayudando a hacer nuestro mundo más humano, conectando la vida de las personas, justamente alineándose con la misión de Telefónica.
Para que las TIC y la digitalización puedan hacer su trabajo, todos tenemos que ayudar, hace falta un marketing positivo del medio rural impulsado por los poderes públicos, las empresas y otras entidades y actores sociales, y poner en marcha iniciativas como los centros de innovación territorial, dar a conocer iniciativas de éxito que generan desarrollo rural y funcionan gracias a las TIC y la innovación como Apadrinaunolivo.org o impulsos con los de Despertadores Rurales Inteligentes ayudando a convertir ideas en iniciativas.
Conclusiones
En definitiva, disponemos de las herramientas, del territorio y de las oportunidades, ahora nos queda ponerle la inteligencia para poner las TIC y la digitalización al servicio del territorio y así entre todos ser capaces de generar desarrollo rural sostenible para dar vida a nuestros pueblos, áreas rurales despobladas con años de historia y que pueden ser el impulso definitivo para el éxito de la revolución digital. Todo como siempre, depende de nosotros.