Reto: vencer la presión social en las redes sociales

Las redes sociales nos han cambiado.

Ara Rodríguez

Tiempo de lectura: 4 min

No descubrimos nada nuevo a nadie si afirmamos, con total rotundidad, que han transformado nuestra forma de comunicarnos e interactuar. Y con grandes aspectos positivos, también encontramos una gran verdad de puntos conflictivos en este fenómeno. Uno de ellos, es su efecto sobre el concepto de presión social y sesgos de grupo.

La presión social es la influencia que un grupo ejerce sobre sus miembros para conformarse a las normas y comportamientos de esa tribu. En el contexto de las redes sociales, esta presión se manifiesta de diversas maneras. La doctrine del “like” o los «me gusta», los comentarios y los compartidos  actúan como validaciones públicas, creando un nuevo mundo en que la aprobación del grupo está por encima de cualquier cosa. Añadiendo el punto de que, a diferencia de nuestros antepasados, ahora es totalmente pública. Esta búsqueda de validación nos lleva a lo que el mundo de la psicología identifica como la conformidad, donde los individuos ajustan sus opiniones y acciones para alinearse a las expectativas del grupo.

El sesgo de grupo se refiere a la tendencia de las personas a favorecer a los miembros de su propio grupo social dejando a un lado a aquellos que no forman parte del mismo. Y en las redes sociales, el líder del grupo tiene nombre propio: el algoritmo. Diseñados para mostrar contenido que refuerce las creencias y preferencias de los usuarios, son los aliados perfectos para crear burbujas de filtro; exponiendo a las personas a opiniones y noticias que confirman sus propios puntos de vista, fortaleciendo así llamados sesgos de grupo.

Practicar el pensamiento crítico

Las redes sociales pueden promover la conformidad a través de la visibilidad y la comparación constante. En plataformas como Instagram o TikTok, donde la estética y el estilo de vida son prominentes, los usuarios pueden sentir la presión de presentar una imagen idealizada de sí mismos. Sin embargo, es posible utilizarlas de manera que reflejen nuestras verdaderas preferencias y creencias. Como se suele decir, la herramienta no es mala, es el uso que hacemos de ella lo que inclina la balanza a un lado u otro. La clave está en ser conscientes de la influencia social y en esforzarnos por mantener nuestra autenticidad en línea.

Esto es importante, porque la constante necesidad de aprobación y la comparación social pueden tener un impacto directo en nuestra salud mental. Hay que recordar que las redes sociales no son inherentemente dañinas, sino que su impacto depende de cómo las usamos. Para mitigar efectos negativos como la ansiedad y la baja autoestima, es esencial desarrollar una relación saludable con estas plataformas. Esto incluye limitar el tiempo de uso, diversificar las fuentes de información y practicar el pensamiento crítico.

Para utilizar las redes sociales de manera positiva, podemos seguir algunas estrategias prácticas: curar el contenido seleccionando y siguiendo cuentas que nos inspiren, informen y enriquezcan, en lugar de aquellas que nos hagan sentir mal; practicar la autenticidad compartiendo contenido que refleje quiénes somos realmente y nuestros valores, en lugar de tratar de cumplir con estándares externos; fomentar el pensamiento crítico cuestionando la información que consumimos y siendo conscientes de nuestros propios sesgos; y promover la diversidad exponiéndonos a una variedad de perspectivas y experiencias para ampliar nuestra visión del mundo.

La presión social, según Luis Muiño

Luis Muiño, nuevo protagonista de Mejor Conectados, una iniciativa de Telefónica, es uno de los psicólogos y podcasters más destacados del panorama nacional. Con una amplia trayectoria en el campo de la psicología y la psicoterapia, ha dedicado su carrera a ayudar a las personas en su crecimiento personal y a enfrentar momentos de crisis. Muiño también es un reconocido divulgador, conocido por su participación en el pódcast “Entiende tu mente”, junto a Molo Cebrián, otro de los protagonistas de Mejor Conectados.  

Para Luis Muiño, la cuestión de la presión social es un tema central, que aborda junto con la hiperempatía y la asertividad con una perspectiva centrada en el bienestar personal y la autenticidad. Según él, la presión social es la influencia que ejercen las expectativas de los demás sobre nuestras acciones y decisiones. En el contexto de las redes sociales, esta presión se magnifica, ya que buscamos la aprobación constante, lo que puede llevarnos a conformarnos con los estándares del grupo.

Para combatir la presión social, Muiño recomienda desarrollar la asertividad, una habilidad esencial que nos permite expresar nuestras opiniones y necesidades de manera clara y respetuosa. Ser asertivo implica establecer límites saludables y mantener nuestra integridad frente a la presión de grupo, lo cual incluye decir «no» cuando es necesario y defender nuestras ideas desde el respeto.

Muiño también advierte sobre los peligros de la hiperempatía, que es cuando nos olvidamos de nuestras propias necesidades y anteponemos las de los demás. Este exceso de empatía puede hacer que nos volvamos más vulnerables a la presión social. Para evitarlo, es importante equilibrar la empatía con la asertividad, asegurándonos de que nuestras acciones reflejen nuestros propios valores y deseos.

Porque no hay nada más importante que aprender a escucharnos tanto a nosotros mismos como a los demás, y ser fieles a nuestras necesidades y valores.


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