Inversión rentable y socialmente responsable por fin han dejado de ser términos antagónicos.
Las iniciativas de inversión responsable proliferan con éxito en nuestro mercado. Como demuestran sus máximos representantes: la Bolsa Social y Vivergi Fund. José Moncada Durruti y Rodrigo Aguirre de Cárcer, fundadores de cada una de ellas respectivamente, dieron fe de ello en la mesa redonda organizada por el Instituto de Empresa “El papel de la innovación en la resolución de problemas sociales”.
Como se observa en la tabla superior extraída del último reporte de Spainsif sobre inversiones de impacto, se estima que en Europa, este tipo de inversiones han crecido un 132% en los dos últimos años. Demostrando la teoría de que invertir de manera socialmente responsable no está reñido con la rentabilidad. “Haces el bien generando rentabilidad y los inversores lo saben”, aseguraba Rodrigo Aguirre de Cárcer, Director de Vivergi Fund lo que demuestra que la hibridación es posible.
No debemos olvidar que los tiempos que se manejan en este tipo de inversiones son más largos pues “es un capital paciente y no especulativo que busca a inversores que quieran crecer a medida que lo hace la empresa en la que invierte…” y así lo afirmaba José Moncada, Director de Bolsa Social.
La diferencia entre este tipo de inversión y la inversión habitual, es que lo que se persigue es “proporcionar apoyo a empresas con impacto positivo en la sociedad o el medio ambiente” también buscando la rentabilidad de ese apoyo añadía Moncada “activando la economía y la comunidad”, siempre avalados por estas importantes organizaciones que realizan un proceso de selección previo que analiza la viabilidad de los proyectos tanto a corto como a largo plazo.
Vivergi asegura que en su cartera aparecen todo tipo de inversores “gracias a que pensamos en resolver problemas sociales atraemos a actores –con perfiles- más generales” su preselección presta atención al modelo empresarial que resuelva problemas sociales consiguiendo así una mayor hibridación rentabilidad-beneficio social.
Debemos recordar que hablar de empresas sociales no es hablar de un nicho concreto: lo que tienen en común es resolver problemas sociales pero hay empresas que solucionan este tipo de asuntos en distintos ámbitos como pueden ser la Educación, la Salud y el bienestar, la Alimentación, la Agricultura o el Medio Ambiente.
Uno de los principales objetivos de estas organizaciones es conseguir que se apueste por «hacer las cosas de una manera distinta para conseguir un impacto positivo en la sociedad».
