Aunque en la década de los noventa con la democratización de Internet y, en especial a principios del siglo XXI, con la eclosión que vino a consecuencia de esta (masificación de buscadores, tráfico web, tiendas en línea, redes sociales…), parecía que la tendencia se empezaba a mostrar claramente, tal vez no esperásemos una manifestación tan vertiginosa y clarividente de lo que podía suponer la recogida y análisis de datos de manera masiva.
El término investigación de mercados y su objetivo
Pero, antes de nada, vayamos al término de investigación de mercados en sí y su verdadero objetivo, que no es otro que el de ayudar a tomar las mejores decisiones empresariales. Normalmente, cuando hablamos en términos generales de investigación de mercados, nos referimos a estudios que avalen las acciones que se adapten a los gustos y preferencias de los clientes actuales y/o potenciales, pero podemos aplicarlo a muchas otras áreas como identificar nuevos mercados o lo que es incluso más común, detectar nuevas tendencias y oportunidades dentro del propio.
La recopilación de datos a través de medios digitales como nuestro ordenador portátil o smartphone se consigue hoy en día de una manera bastante sencilla. Existen numerosas fuentes y sería imposible citarlas aquí todas. Sin embargo, recuerdo que mientras cursaba la carrera se hablaba casi tanto o más de la parte cualitativa, es decir, no solo de la cantidad de información que recogemos o el tamaño y representatividad de la muestra de población, sino de aquellos otros elementos que no son tan fáciles de tabular y que solo obtenemos si “pisamos la calle” y vamos directamente a buscarlos.
Investigación de mercados y Big Data
Todo esto siempre relacionado, claro está, con la idea de encontrar la famosa “calidad del dato” también dentro de los enfoques tradicionales y evitar así una posible catástrofe de resultados limitados y/o sesgados.
Lo cierto es que podríamos derramar ríos de tinta entre las diferencias de un término y otro, pero es mucho más interesante saber cómo se complementan actualmente entre sí, porque el Big Data hace tiempo que vino para quedarse y ayuda muchísimo a potenciar y afinar la investigación y análisis de mercados. ¿Cómo lo consigue?
En primer lugar, obviamente, de cuántos más datos dispongamos más fiable será la información, y ahí el Big Data juega un papel inigualable. Por otra parte, la posibilidad, en muchos de los casos, de aprovechar los datos en tiempo real es una ventaja nada desdeñable en cuanto a toma de decisiones y maximización de la agilidad empresarial. También es posible gracias al Big Data identificar nuevas oportunidades de mercado, nichos sin explotar e incrementos de futuras demandas. En resumidas cuentas, las posibilidades que nos brinda el Big Data en este ámbito son enormes.
Conclusiones
No podemos extendernos mucho más, pero podríamos concluir que, siempre que se utilice correctamente, el Big Data no hace otra cosa que aumentar el potencial de análisis de mercado y, por ende, ayudar a tomar mejores decisiones. Si embargo, no podemos olvidarnos de una expresión que llevamos escuchando años cuando se intenta comparar un término con otro: el Big Data te dice “qué”, pero el “cómo” y el “por qué” normalmente solo los encontrarás utilizando la investigación de mercados tradicional. En este caso sucede como en la vida misma: para entender verdaderamente las emociones y los comportamientos de los consumidores y poder así acertar con las campañas de comunicación y el lanzamiento de nuevos productos, las últimas dos cuestiones han sido y siguen siendo más importantes que la primera.