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REGRESO AL INICIO – FIN DE LA EXPEDICIÓN

Las poderosas turbinas CFM567 rugen a plena potencia para ganar velocidad, potencia y salir volando del país de la sonrisa eterna, de los valles infinitos y verdes, del país donde en los más alto...

Las poderosas turbinas CFM567 rugen a plena potencia para ganar velocidad, potencia y salir volando del país de la sonrisa eterna, de los valles infinitos y verdes, del país donde en los más alto de sus montañas, de la montaña más alta del Mundo, el Everest, moran sus dioses…

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Blancas y algodonosas ven mis soñolientos ojos las nubes que envuelven al avión despegando de Kathmandú, iniciando el regreso al principio de mi sueño…envolviéndome a mí en los dulces brazos de Morfeo…

…Mi sueño que no fue otro que llevar a jóvenes diabéticos hasta el Campo Base del Everest, gente no profesional del mundo de la montaña, diabéticos normales…

Como habéis podido seguir en el blog durante la expedición, todo ha salido bien, hemos disfrutado, han sufrido cuando había que sufrir, se han hecho todos los controles requeridos y su posterior envío gracias al servicio de telemedicina desarrollado por Telefónica y que tan buenos resultados ha dado, que tanta seguridad nos ha dado a nosotros como equipo y sobre todo a nuestros familiares, seres queridos y médicos… trasmitiendo nuestros valores desde uno de los puntos más remotos del planeta…

El puente Tibetano se pierde en la niebla infinita que lo envuelve suavemente, es metálico, a través de su enrejado suelo, decenas de metros más abajo las turbulentas aguas del río Dukh Khosi braman salvajemente, moldeando gota a gota, milenio a milenio las duras de paredes de roca, forjando el cauce y el camino que nos llevará hasta el Campo Base del Everest, camino el último, como siempre, controlando a mi grupo, no quiero que nadie se retrase por cualquier motivo extraño y sufra una hipoglucemia o hiperglucemia y haya problemas… el grupo camina a buen paso, de hecho estoy orgulloso de ellos, vamos adelantado a otros trekkinistas que no padecen esta enfermedad, aparentemente… y me llena de orgullo porque ello demuestra que tenia razón, que estando bien controlado, bien monitorizado y con la suficiente motivación, cualquier reto es posible, sea este el que sea, bueno teniendo los pies en los suelo.

Bea, Elena, Roberto y Pablo me lo han demostrado, son diabéticos con experiencia en el tratamiento de su enfermedad por los muchos años que han convivido con ella, pero pese a ello no se atrevían o no tenían la oportunidad de dar rienda suelta a sus ansias de volar… de conquistar grandes objetivos… y he de decir que con el servicio de telemedicina de Telefónica ha sido mucho más fácil, y ello me da pie a pensar, a seguir soñando que el año que viene me gustaría llevar a otro grupo de diabéticos a realizar este sueño, a seguir demostrando que esto no ha sido fruto de la casualidad, de la buena fortuna, sino el resultado de un trabajo bien hecho por el equipo técnico de Telefónica, por el ánimo recibido desde el CSD y el resto de patrocinadores que han confiado en este proyecto, y la seriedad que ha demostrado el equipo, disciplinado, metódico, respetuoso… y que a mi me da alas para animarme a buscar el respaldo suficiente para próximos años para que otros jóvenes diabéticos de toda España puedan disfrutar de este reto, de la motivación extra que conlleva para sus familiares, médicos y toda, toda una familia de mas de 3.5 millones de diabéticos en España… sin dejar de lado a todos los diabéticos del resto del mundo que nos han seguido…

Hemos puesto la primera piedra de un gran proyecto, de una montaña, quizás la montaña más alta del mundo, la montaña de la ilusión y la esperanza a que cada vez los diabéticos tengamos un futuro mejor… quizás algún día la curación total… En esta ocasión con la ayuda de los dioses hemos conseguido nuestra particular cima de esta gran montaña, pero sé que es sólo el inicio de una grandísima escalada, que aunque hemos hecho cima, es solo el Campo 1 de una infinidad de campos de altura que algún día, repito, ojalá, nos lleve a la cima de la curación total…

…pero de momento gracias al trabajo, seriedad y compromiso de Telefónica y el CSD hemos podido montar este primer Campo 1, repito nuestra cima particular, he contado con el mejor equipo alpinista del mundo, con los  mejores sherpas, mi grupo que ahora son mis amigos y que no son otros que  Bea, Elena, Roberto y Pablo, diabéticos con ambición, con sueños visibles en el brillo de sus ojos, expectantes, motivados, confiados en las soluciones que nos ofrecen las nuevas tecnologías, deseosos de probarla y luego contarla para expandirla como los apóstoles expandían la palabra de Jesús… somos apóstoles del futuro, del control de la diabetes vía telemedicina, los primeros, pero no los últimos…

La potente turbina deja de rugir y se relaja en un par motor más suave, ya en velocidad de crucero, rumbo a casa rumbo hacia nuestros seres queridos que nos aguardan impacientes tras los momentos tan intensos vividos en el punto más alto del planeta, tranquilos ellos porque sabían de nuestro capacidad de compromiso y sabedores que cuando se fundan en un abrazo con ellos, serán los mismos, pero serán diferentes porque algo habrá cambiado en ellos, ahora son, somos, más libres y también porque de esta vivencia ha nacido una profunda amistad, respeto y sobre todo unos momentos muy íntimos, compartidos muchas veces sólo por la lágrimas que brotaban efímeramente de sus ojos, en silencio, en intimidad compartida sólo con las oraciones arrastradas desde la banderas de oraciones multicolores en su viaje a las estrellas… OH Mani padme hoom…

Gracias, a gracias a todos por confiar en mi proyecto, gracias a Telefónica, a José Perdomo y Alberto Andreu y a sus respectivos equipos, a Hueli y a su equipo del CSD y a las empresas que han colaborado, a Nawang y Chumba nuestros fieles guías nepalíes, a los humildes y sufridos porteadores, a Jon, mi Jon y sobre todo a Bea, Elena, Roberto y Pablo por prestarse a esta primera experiencia que ha sido un éxito… desde mi humilde corazón… gracias…

El círculo este año 2012 se cierra con el éxito de las cosas bien hechas, lo hemos conseguido… bueno lo habéis conseguido, porque para mi, como jefe de expedición ha sido un trabajo fácil por vuestro compromiso…

El Everest la morada de los dioses, el punto más alto del planeta, la recompensa a los grandes sueños… pero como dijo mi amigo Reinhold Messner: cuanto más alto subo… más hundo la mirada en las profundidades de mí ser…

Yo para acabar dejaros mi frase, de mi cosecha… y que os regalo a todos:

…el futuro es de aquellos que creen en la belleza de sus sueños…

…el futuro es nuestro… nunca dejéis de soñar.

Josu Feijoo

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