No es una actividad que ocurre de manera espontánea; se necesita crear el clima adecuado para que florezca. Diseñar actividades que dinamizan espacios de innovación y talento es casi un arte. Aunque parezca natural, te aseguro que no lo es. Es como crear el ambiente perfecto para una pista de baile: se necesita esfuerzo y dedicación para que el objetivo de conectar y hacer red ocurra.
Recientemente, una amiga me preguntó: «¿Qué es eso del networking? ¿Para qué me serviría?» Esta pregunta me llevó a reflexionar sobre cómo a menudo usamos términos que parecen obvios, pero que en realidad guardan un mundo de posibilidades y magia cuando los incorporamos a nuestra caja de herramientas.
Aprender es algo innato en los humanos, ya sea en diferentes formatos, lugares de encuentro o plataformas. Si alguna vez has aprendido algo en red, es probable que aún lo recuerdes. Los niños, por ejemplo, no etiquetan sus actividades; simplemente se unen, preguntan, observan y, si les gusta, se quedan. Al final del juego, su grupo de amigos ha crecido, y con ello, las oportunidades de colaboración y amistad. ¿Te ha pasado?
En cuanto al networking, siendo adultos, tal vez no nos resulte tan fácil, pero nunca es tarde para empezar. Me gusta pensar que, aunque queramos que algo ocurra, parte de nosotros se entrega a las causalidades. Hay cosas que podemos hacer para predisponernos mejor a conectar con otros. La timidez, la vergüenza o la desconfianza pueden ser obstáculos, pero reconocer nuestras emociones es el primer paso para superarlas y avanzar.
Mis recomendaciones
La mayoría de las personas en estas actividades tienen puntos en común; a veces, solo necesitamos un pequeño empujón para iniciar la conversación. El éxito radica en la práctica, como en el gimnasio, donde poco a poco ganamos músculo. Aquí van algunas recomendaciones:
- Sé genuino: Practica presentarte en voz alta, explicando quién eres, qué haces y por qué lo haces. Esto te dará confianza.
- Confía en ti: Cree en tu intuición y no esperes el momento ideal; las condiciones nunca serán perfectas.
- Conecta: A veces, la conexión será útil para ti, pero también puedes ayudar a otros a hacer red. Como decía mi abuelita, «¡Hay cielo para todos y es gigante!»
El networking es una oportunidad de encuentro. Las redes humanas no se forman solas; construimos capital social y nos fortalecemos juntos. Si el miedo se combate con información, espero que estas palabras te animen a participar en tu próximo encuentro intensamente y a dar un paso más.
Siempre hay tiempo para intentarlo de nuevo. Las oportunidades no suelen ser únicas; a veces, lo que necesitamos es abrir la ventana y dejar que entre aire fresco. Como dice Mary Oliver: «Siempre deja algo de espacio en tu corazón para lo inimaginable.», uno nunca sabe con quién está hablando y hasta donde puede llegar esa conversación, un mentor, un cliente, el amigo de alguien a quien le interesa su producto, no siempre se sabe.
Ampliemos las redes de trabajo, ya sea porque eres emprendedor o desde tu propio metro cuadrado. Entreguémonos a la aventura de construir puentes entre personas y usemos la magia de conectar para que, mientras la tecnología avanza, sigamos haciendo el mundo más humano.