¿Qué son las tecnologías verdes?

Para poder recuperar nuestro planeta es necesario el desarrollo de tecnologías verdes que reduzcan el impacto de las emisiones. Te contamos en qué consisten y algunos ejemplos reveladores

7 tecnologías verdes que podrían cambiar el mundo.
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Tiempo de lectura: 6 min

Las tecnologías verdes constituyen un punto vital dentro de la Agenda 2030 y los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) marcados por la ONU. Son en total 17 puntos que abarcan numerosas áreas de intervención para “poner fin a la pobreza, proteger el planeta y mejorar las vidas y las perspectivas de las personas en todo el mundo”. Este tipo de tecnologías verdes son transversales a prácticamente todos los ODS, como lograr agua limpia y saneamiento (Objetivo 6), Energía asequible y no contaminante (Objetivo 7), Acción por el clima (Objetivo 13) o Vida de ecosistemas terrestres (Objetivo 15).

De acuerdo con la página oficial de las Naciones Unidas, las tecnologías verdes son las que “se utilizan para producir bienes y servicios con menores emisiones de carbono”. Una gran parte de la responsabilidad del cambio climático que estamos sufriendo en nuestro planeta es debido a la producción de energía a través de la quema de combustibles fósiles para poder obtener electricidad y calor. Nos referimos a combustibles fósiles cuando hablamos de, por ejemplo, carbón, petróleo y gas, responsables, según datos de la ONU, de más del 75 % del total de emisiones de gases globales de efecto invernadero, y, atención, casi el 90 % de todas las emisiones de dióxido de carbono. 

7 tecnologías verdes que podrían cambiar el mundo

Gracias a las tecnologías verdes podríamos reducir este tipo de emisiones, conservar y preservar los recursos naturales del planeta y minimizar la generación de residuos y emisiones contaminantes. La página web Earth.org (una asociación creada para “Impulsar el cambio social para que la vida pueda ser sostenible en este planeta”) pone de ejemplo estas siete tecnologías verdes que podrían ayudar a reducir el cambio climático.

1.- Agricultura vertical

Como su nombre indica, en la agricultura vertical los cultivos se apilan verticalmente. De este modo, se aprovecha al máximo el espacio y la producción. De este modo, los cultivos requieren menos suelo (o nada: imagina un bloque de pisos: se acoge a la gente de manera vertical y se aprovecha el suelo). Esta tecnología se puede integrar de manera muy sencilla en edificios y ciudades, así como en contenedores de transporte.

Un ejemplo práctico de este tipo de agricultura podemos encontrarlo en la gigantesca granja interior ECO 1, fabricada por las empresas Crop One Holding y Emirates Fight Catering, en Abu Dabi: se dice que usara un 95 % menos de agua si la comparamos con la agricultura convencional, y garantizará una producción de tres toneladas de verduras por día.

2.- Captura de Carbono

Como su nombre indica, se trata de grandes instalaciones que capturan dióxido de carbono y luego lo almacenan bajo tierra, donde se convertirá en piedra. Actualmente, Islandia alberga la planta de captura directa de aire Orca, la más grande del mundo: puede atrapar alrededor de 4.000 toneladas de dióxido de carbono al año.

Sin embargo, esta energía adolece de falta de escalabilidad y es actualmente muy cara. No obstante, hay empresas que están dándole a esta tecnología un giro diferente: es el caso de Out of the Blue, una empresa emergente cuya misión es eliminar el CO₂ del océano, responsables de la absorción de casi un tercio de las emisiones de carbono del planeta. Todo ello se lograría utilizando un material esponjoso que absorbe el carbono del aire y lo elimina a través de un proceso de calentamiento.

3.- Edificios ecológicos

Los edificios ecológicos están diseñados y construidos para que sean autosuficientes, desde la producción de energía hasta su sistema de agua. Hay muchos edificios que cuentan ya con paneles solares tanto para la producción de electricidad como de calor. Estos paneles tienen dos caras: con la frontal se produce energía eléctrica y con la trasera, agua caliente. Además, este tipo de edificios cuenta con ventanas con aislamiento adecuado para reducir la pérdida de calor. 

4.- Vehículos eléctricos

El futuro no eran coches voladores, como las imágenes fértiles de los creadores de ciencia ficción pensaban, sino coches eléctricos. La electrificación del transporte es, sin duda, el ejemplo más conocido de tecnología verde que te podemos mostrar. El principal desafío que presenta este tipo de innovación es la fabricación de baterías de litio, que requieren la extracción de numerosas materias primas, como litio y cobalto: en el proceso no solo se derrochan grandes cantidades de energía y agua, sino que en él suelen intervenir incluso niños en condiciones deplorables.

5.- Biocombustible de algas

Como su nombre indica, se trata de un combustible creado a partir de algas marinas como fitoplancton y macrófitos, convirtiéndose en aceite en una máquina llamada foto biorreactor. Se ha demostrado a día de hoy que la producción de biocombustible de algas es más rentable y ocupa menos espacio que otros biocombustibles, como el de etanol y el biodiésel, que provienen de cultivos como el trigo, el maíz, la soja o la caña de azúcar.

El principal desafío de este tipo de tecnología verde es que, de momento, no es para nada asequible. En su favor, contamos con que no requieren grandes cantidades de tierra de cultivo para crecer y lo hacen a un ritmo más rápido que los biocombustibles convencionales.

6.- Generador de electricidad residual

Una tecnología verde que puede ayudar enormemente a la vida en nuestro planeta es la de la reutilización de desechos y aguas residuales para generar electricidad. Un método sencillo pasa por quemar la basura y utilizar el calor generado para producir vapor, que alimenta una turbina eléctrica, generando electricidad. Sin embargo, y como ya habrás deducido tú mismo, este procedimiento puede generar emisiones nocivas y gases tóxicos.

Otro método consiste en destilar el agua procedente de calentar lodos de aguas residuales y, posteriormente, quemar el biocombustible para que las turbinas generen electricidad. Con este procedimiento se pueden obtener más de 750 litros de agua por cada tonelada de lodo. Asimismo, ingenieros de la Universidad Estatal de Oregón se encuentran desarrollando un generador de electricidad híbrido que usa aguas residuales para producir electricidad.

7.- Carreteras de plástico

Una carretera de Accra, la capital de Ghana, alberga bajo el pavimento una mezcla de plásticos usados cuyo destino final iba a ser, en un principio, el vertedero. Esta mezcolanza de bolsas, botellas y todo tipo de plástico puede suponer una de las grandes soluciones a los desechos de este material tan nocivo para el medioambiente. 

Las carreteras de plástico aparecieron por primera vez en India hace 20 años y ya se están probando en cada vez más países. En el país asiático hay ya más de 95.000 km de carreteras de plástico; y es que cada vez hay más estudios que aseguran que las carreteras de plástico son igual de eficientes, o incluso mejores, que las carreteras tradicionales: pueden ser más duraderas y fuertes, tolerar grandes cambios de temperatura y más resistentes a daños por agua, grietas y baches.

Y no solo para el pavimento de carreteras: el plástico se ha usado también para la construcción de dos tramos de 30 metros de carriles bici en las ciudades de Zwolle y Giethoorn, en Holanda, el primer carril bici de plástico reciclado del mundo.

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