Esto se ha popularizado bastante con los smartphones, donde aplicaciones, como Google Fotos guardaba una copia de tus fotos (de manera ilimitada hasta hace no mucho).
También era ese sitio donde se guardaban los chats de WhatsApp y que al cambiar de smartphone recuperábamos casi como por arte de magia. Pero la nube es mucho más que todo esto. Vamos a verlo.
Definición
¿Qué es la nube? Si nos lo preguntan, la respuesta puede ser muy amplia. De modo general podríamos conocer la nube como “un sitio donde se guardan nuestras cosas y que está accesible desde internet”. La definición está poco clara, pero podríamos decir que la nube (o Cloud) es un término que se utiliza para describir una plataforma distribuida o red de servidores a nivel mundial que funcionan como un único ecosistema. Estas plataformas están diseñadas para proporcionar servicios de cómputo, de almacenamiento, de streaming o de ejecución de aplicaciones entre otros principalmente.
La diferencia del cloud frente al on-premise, que es el servicio tradicional de data center, es que ciertos elementos son gestionados por un proveedor facilitando la administración y descargando de ciertas labores a los clientes.
La metáfora
Imaginemos una pizza con sus ingredientes, como servicio, como si fuese un servicio on-premise, un servicio Cloud IaaS, PaaS o SaaS.
En on-premise tenemos acceso a toda la infraestructura física (podemos acceder físicamente al datacenter y llegar hasta el servidor), cosa que en Cloud no. Dependiendo del nivel de administración que tengamos nosotros como administradores de TI, podemos clasificar los servicios en 3 bloques principales:
- IaaS (Infrastructure as a Service): Tenemos acceso lógico a nivel servidor, pero no a la infraestructura física ni de virtualización que lo aloja
- PasS (Product as a Service): Tenemos acceso a la aplicación y a los datos (por ejemplo, un web server), pero no al servidor de manera lógica como en IaaS.
- SaaS (Software as a Service): Tenemos acceso al servicio directamente (por ejemplo, Outlook), pero no tenemos acceso ni al servidor, ni a la aplicación, ni a los datos ya que es gestionado íntegramente por el proveedor de servicios.
Podemos agrupar las Cloud en tres grandes grupos
Cloud Pública
Es una plataforma de acceso público (por internet) operada por grandes empresas (Hiperescalares). Estos hiperescalares son los que proveen los servicios de computación, almacenamiento y ejecución de aplicaciones de forma distribuida de forma global y transparente para el usuario
Podríamos decir que es un datacenter virtual, del cual no sabemos ni ubicación, ni está inicialmente limitado. Y en el que se puede crecer de manera rápida, ya que las creaciones o ampliaciones de servidores, entornos o almacenamiento, se pueden hacer a golpe de ratón y en tan solo unos pocos minutos.
Para gestionar estos servicios, suele usarse un portal web que es accesible desde internet. Esta plataforma destaca por tener servicios IaaS, PaaS, o SaaS desde los que la parte de Infraestructura es gestionada directamente por el hiperescalar, simplificando el modo de administración del servicio como habéis visto en el ejemplo anterior.
Destaca su modelo de facturación, que en estos casos es pago por uso. Por ejemplo, el cómputo y licencias de sistema operativo solo se factura por el tiempo que el servidor está encendido. El tráfico de red saliente se factura. Las bases de datos PaaS, pueden facturar cómputo y licencias por query ejecutada y no por el tiempo que estén disponibles. Aunque también se pueden configurar de forma tradicional, entre otros ejemplos.
Por lo general, la infraestructura es compartida (aunque aislada) con otros clientes y virtualizada, existiendo la opción de tener infraestructura dedicada. Aunque el acceso a la plataforma es público (por internet), el acceso a los servidores, bases de datos u otros servicios se puede hacer con direccionamiento IP privado si se desea, a través de VPN o Servidor de Salto. Ofrece servicios de escalados automáticos de la infraestructura en base a patrones de uso y consumo por parte de los usuarios, así como una alta redundancia y tolerancia a fallos.
Ofrece un gran número de servicios entre los que destacan servicios de cómputo (servidores, almacenamiento), soluciones de backup y DR, soluciones de Big Data, así como los elementos SaaS o IaaS de terceros ya preconfigurados y licenciados disponibles en un Marketplace.
Es una plataforma indicada para empresas que no pueden afrontar un alto coste de adquirir su propio entorno on-premise, como por ejemplo startups.
Los hiperescalares más habituales son AWS (Amazon), Azure (Microsoft), Google Cloud Platform, y Oracle Cloud Infrastructure. En ellos se concentra a día de hoy un gran porcentaje de los servicios que usamos en nuestro día a día
Cloud Privada
A diferencia de la Cloud Pública, la Cloud Privada solo ofrece servicios IaaS por lo general, aunque también puede ofrecer servicios PaaS. El administrador de TI, tiene acceso lógico a los servidores pero no a la infraestructura física y de virtualización que queda delegada su administración al proveedor de servicios. Dependiendo del proveedor de servicios, es posible que tenga alguna herramienta web para poder autogestionar ampliaciones o creaciones de servidores, proporcionando escalabilidad y elasticidad al igual que la Cloud Pública.
En este tipo de Cloud, el modelo de facturación suele ser fijo (es decir tanto si está el servidor encendido como si está apagado, se paga lo mismo). La infraestructura es dedicada a diferencia de la Cloud Pública, lo que proporciona un nivel mayor de seguridad y confidencialidad.
Para el acceso lógico a los servidores se suele hacer usando una VPN o un Servidor del Salto, ya que el direccionamiento IP suele ser privado. De manera habitual suele estar alojada en instalaciones del proveedor de servicios, aunque puede ser extensible en algunos momentos a la propia instalación del cliente. Aunque pueda parecer similar al on-premise, no lo es ya que hay proveedor de servicio que gestiona ciertos elementos. On-premise tampoco garantiza escalabilidad ni elasticidad.
Cloud Híbrida
Es una mezcla de las dos. En este escenario dependiendo del servicio y de la confidencialidad o coste, podemos tener servicios ejecutándose en Cloud Privada y otros en Cloud Pública. En estos servicios destaca la interconexión que se realiza entre las dos Cloud, que puede ser bien a través de Internet con una VPN S2S (site to site), o bien con un Cloud Connect, que sería una conexión dedicada punto a punto por un proveedor de telecomunicaciones. También es compatible en estos escenarios la interconexión con on-premise si fuese necesaria.
Conclusiones
No hay ninguna opción mejor que otra y todas son válidas dependiendo de la situación y necesidad de cada empresa. Por ejemplo, de manera generalizada, un servidor encendido 24×7, suele ser más costoso en Cloud Pública que en Cloud Privada, pero también es posible que usando una Base de Datos PaaS en Cloud Pública sea más económica que si se usa en el modelo IaaS de la Cloud Privada.
Mi opinión es que por lo general, lo adecuado sería ir a un modelo híbrido siempre que se pueda, para tener un equilibrio entre el coste y la oferta de servicios.