La relación entre el Edge computing y el 5G podría considerarse como simbiótica: combinan el valor que por sí mismas disponen formando una solución más potente que permite aprovechar nuevas formas de conectar dispositivos.
Aunque se trata de dos tecnologías muy diferentes, su naturaleza las convierte en complementarias, puesto que el 5G aumenta la velocidad de transferencia de datos y el Edge computing reduce el trayecto de ida y vuelta entre el dispositivo y la nube o el centro de datos, con lo que además se reduce el tráfico innecesario.
Así pues, la combinación de ambas tecnologías mejora el rendimiento de la red abriendo nuevas oportunidades en una suma que potencia la experiencia digital.
Edge computing: qué es y qué ventajas presenta
La tecnología de Edge computing es aquella que acerca la informática al origen de los datos, reduciendo tanto el uso de ancho de banda como la latencia.
Gracias a la computación en el borde, como también es conocida, se ejecutan menos procesos en la nube y se trasladan a entornos locales, minimizándose de esta manera tanto el tráfico de datos como la necesidad de enviarlo.
La igualmente llamada computación en la frontera permite descentralizar servicios al trasladar componentes clave de las cargas de trabajo disminuyendo la congestión de la red.
Con el Edge computing se evita el envío excesivo de datos a la nube, su correspondiente procesamiento y la vuelta al origen, por lo que se incrementa la eficiencia operativa al mejorar la velocidad, así como la capacidad de recuperación, disminuyendo además los costes asociados al almacenamiento de datos, la transmisión de los mismos y las operaciones del servidor local.
5G: qué es y cuáles son sus beneficios
El 5G es la quinta generación móvil, marcada por la velocidad, la densidad y la latencia con las que dar respuesta a la necesidad de conectividad masiva de nuestros días. Un salto de nivel hacia la hiperconectividad.
El 5G ofrece hasta 100 veces más velocidad que las redes 4G además de contar con mayor grado de seguridad, así como una disminución del 90% del consumo energético.
Para optimizar el rendimiento para aplicaciones intensivas de datos como el vídeo o aplicaciones de Realidad Virtual o Realidad Aumentada, las redes 5G deben mover la potencia de procesamiento más cerca del borde.
La tecnología 5G va a permitir avances en áreas tan diversas como la salud, las ciudades inteligentes, los vehículos conectados o el ocio.
Combinación de 5G y Edge computing
Como hemos comentado anteriormente, la combinación de estas dos tecnologías, Edge computing y 5G, crea oportunidades para productos, plataformas y experiencias nuevas en todas las industrias.
El Edge computing permite virtualizar la nube más allá de los centros de datos, por lo que las cargas de trabajo creadas en la nube pueden migrarse hacia el perímetro.
Así pues, esta tecnología permite:
- Menores costes y mejor control de datos con la minimización del transporte de datos a los nodos centrales y reducir las vulnerabilidades.
- Mayor rapidez a la hora de obtener información y adoptar medidas al acceder a un número de fuentes de datos más elevado y procesarlos en el perímetro.
- Operaciones continuas al permitir el funcionamiento autónomo de los sistemas incluso si están desconectados con el objetivo de reducir las interrupciones y disminuir los costes.
Conclusión
Como hemos comentado al comienzo de este artículo, la relación entre el 5G y el Edge computing se podría catalogar de simbiosis, puesto que ambas tecnologías mejoran las prestaciones de la otra al permitir el procesamiento de enormes cantidades de datos en tiempo real.
El 5G aumenta significativamente la velocidad y la computación en el borde, al igual que el 5G, reduce la latencia, en este caso al situar sus capacidades de cálculo más cerca del usuario final.
En resumen: el 5G incrementa la velocidad a la que viajan los datos y el Edge computing reduce la distancia que estos deben recorrer antes de ser procesados, por lo que la computación en el borde mejora las prestaciones y el rendimiento del 5G.