Qué ocurre cuando unimos arte y la ciencia

De unos años a esta parte el arte y ciencia han sido percibidos como disciplinas complementarias: el primero, una manifestación de la creatividad y la subjetividad humana; la segunda, una búsqueda metódica y objetiva del conocimiento. Sin embargo, es más que evidente que cuando ambas convergen hacia un objetivo común, se generan sinergias que amplifican nuestra comprensión del mundo y ofrecen soluciones innovadoras a desafíos contemporáneos.

Roberto Valentín Carrera

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Tiempo de lectura: 5 min

Durante el Renacimiento, el arte y la ciencia estaban profundamente entrelazados, sin una distinción clara entre ambas disciplinas. Leonardo da Vinci personificó esta integración, realizando contribuciones significativas en campos como la anatomía, la ingeniería y la óptica, además de crear algunas de las obras de arte más emblemáticas de la historia. Consideraba la pintura como una ciencia, basando su arte en una comprensión profunda de la naturaleza y las leyes que la rigen. Sus estudios anatómicos no solo mejoraron la precisión de sus representaciones artísticas, sino que también aportaron conocimientos valiosos al campo de la medicina. Esta perspectiva integradora le permitió abordar problemas desde múltiples ángulos, generando soluciones innovadoras que aún hoy nos inspiran

Y es que son muchos los humanistas que han combinado de manera destacada el arte y la ciencia en sus trabajos. Un ejemplo interesante es Samuel Morse, quien, además de ser un pintor talentoso, inventó el telégrafo y desarrolló el código Morse, fusionando sus habilidades artísticas con innovaciones científicas en el campo de las comunicaciones.

Otro caso es el del español Santiago Ramón y Cajal, considerado el padre de la neurociencia moderna. Sus detallados dibujos de estructuras neuronales no solo aportaron al conocimiento científico, sino que también son valorados por su calidad artística.

Estos ejemplos ilustran cómo, a lo largo del tiempo, la integración de arte y ciencia ha permitido avances significativos en diversas disciplinas.

En la actualidad, la colaboración entre arte y ciencia es una realidad

Un ejemplo destacado es la iniciativa STARTS (Science + Technology + Arts), financiada por la Comisión Europea, que promueve la colaboración interdisciplinaria para fomentar la innovación. Programas como VERTIGO han apoyado residencias que integran arte y ciencia, facilitando la creación de proyectos que abordan problemáticas actuales desde perspectivas novedosas.

En el ámbito artístico, el colectivo británico Marshmallow Laser Feast ha desarrollado obras que exploran la intersección entre tecnología, arte y naturaleza. Su instalación «In the Eyes of the Animal» permite a los espectadores experimentar el bosque desde la perspectiva de diversas criaturas, combinando realidad virtual y datos científicos para ofrecer una visión única del ecosistema.

Otro ejemplo es el trabajo del artista ecológico Xavier Cortada, quien colabora con científicos para crear obras que abordan el cambio climático. Su proyecto «The Underwater» utiliza el arte para concienciar sobre el aumento del nivel del mar y sus consecuencias, demostrando cómo el arte puede ser una herramienta poderosa para comunicar y enfrentar desafíos ambientales.

También podemos hablar de la Surf & Nature Alliance, una organización sin ánimo de lucro dedicada a la conservación del medio marino, con un enfoque que integra ciencia y cultura. A través de programas educativos y estudios culturales, promueven la alfabetización oceánica, ayudando a la sociedad a comprender la influencia mutua entre el océano y la humanidad. Su enfoque interdisciplinario combina investigación científica con iniciativas culturales, fomentando una comprensión holística del entorno marino.  Su proyecto «Reservas Azules de Surf», es un proyecto de declaración y desarrollo sostenible de la reserva de surf de Laredo en Cantabria «, que incluye diagnóstico, propuesta de ordenación, programas de sostenibilidad y programas educativos de cultura oceánica para los centros educativos del municipio…

En este momento se está gestando el proyecto para La expedición «De 0 al Vinson» Antártida 2026 que busca alcanzar la cima del Monte Vinson, la montaña más alta de la Antártida, partiendo desde la Isla Berkner y recorriendo más de 800 kilómetros. Además del desafío deportivo, el equipo recogerá muestras de hielo y nieve para analizar la presencia de micro y nanoplásticos en el continente. Este proyecto combinará aventura e investigación ambiental, y será documentado audiovisualmente para concienciar sobre la contaminación en regiones remotas.

Una Fusión de arte, ciencia y tecnología en el Espacio Fundación Telefónica

 ‘Ecos del océano’ es una propuesta innovadora que combina arte, ciencia y tecnología para explorar la importancia del sonido en la vida marina que puede disfrutarse en el Espacio Fundación Telefónica hasta el 7 de septiembre de 2025.

La muestra es el resultado de la colaboración entre el colectivo artístico Marshmallow Laser Feast y el Laboratorio de Aplicaciones Bioacústicas de la Universitat Politècnica de Catalunya, con el propósito de concienciar sobre la sostenibilidad de los océanos y el impacto de la contaminación acústica en los cetáceos.

En el corazón de la exposición se encuentra Seeing Echoes in the Mind of the Whale, una espectacular instalación audiovisual de doce pantallas que recrea la forma en que los cetáceos perciben el mundo a través del sonido. Utilizando inteligencia artificial e imágenes generadas digitalmente, esta pieza sumerge al visitante en la experiencia sensorial de especies como delfines y ballenas, destacando el papel fundamental de la bioacústica en el estudio y conservación de estos animales.

El recorrido comienza con Meditation Room, un espacio donde el público es guiado a través de sonidos y vibraciones de diversas especies marinas, invitándolo a sintonizar su respiración con los ritmos del océano. Luego, se adentra en el Templo de plancton, una instalación escultórica y lumínica compuesta por 200 piezas de vidrio soplado que evocan la migración vertical de estos diminutos organismos esenciales para la vida marina y la producción de oxígeno en la Tierra.

Además de las instalaciones artísticas, la exposición incluye dos salas dedicadas a la ciencia del sonido submarino. La ciencia de escuchar muestra herramientas como boyas-hidrófono que permiten captar los sonidos de ballenas y delfines en diferentes océanos del mundo. Por otro lado, Historias del sonido profundo traza un recorrido histórico sobre la bioacústica, desde su origen en la Guerra Fría hasta las investigaciones actuales con drones, satélites e inteligencia artificial, que han revolucionado la forma en que estudiamos la vida marina.

 ‘Ecos del océano’ no solo busca deslumbrar con su propuesta artística y tecnológica, sino también generar conciencia sobre la urgente necesidad de proteger los océanos y la biodiversidad que depende de ellos.

Conclusiones

En resumen, la colaboración entre arte y ciencia no solo enriquece ambas disciplinas, sino que también ofrece nuevas perspectivas y soluciones a los desafíos que enfrentamos como sociedad. ‘Ecos del Océano’ es una muestra palpable de cómo esta sinergia puede generar experiencias profundas y transformadoras, invitándonos a conectar emocional e intelectualmente con el mundo natural.

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