Según datos de Cisco recogidos en su Annual Internet Report , en 2023 hubo 29.300 millones de dispositivos conectados y 5.300 millones de internautas, lo que supone el 66% de la población mundial. Cifras que se suman a las publicadas por IOT Analytics, que destaca que 2025 el número mundial de dispositivos conectados crecerá un 9%, hasta alcanzar los 27.000 millones de conexiones.
Esto se traduce en un aumento en el número de conexiones ejecutadas, por lo tanto, los operadores de redes tendrán que invertir para ofrecer una infraestructura que soporte una demanda que no para de crecer. Además, tanto los usuarios como las empresas son cada vez más dependientes de los dispositivos y la conectividad para llevar a cabo tareas diarias.
En este contexto, los usuarios, empresas y demás organismos públicos y privados exigirán velocidades de conexión cada vez más rápidas. Para satisfacer esta necesidad se han desarrollado tecnologías como la red 5G y la NB-IoT o NarrowBand-IoT.
¿Qué es NB-IoT o NarrowBand Internet of Things?
La red NB-IoT (NarrowBand Internet of Things, que podría traducirse del inglés como Internet de las Cosas de banda estrecha) forma parte de las redes del tipo LPWA, siglas inglesas de Bajo Consumo Área Extensa, de baja potencia y ancho de banda estrecho, que opera en amplias zonas. El objetivo de esta tecnología móvil es atender las diferentes necesidades de conectividad ya que está diseñada específicamente para la comunicación de dispositivos de internet de las cosas y da soporte a aquellos equipos que realizan con bajos volúmenes de transferencia de datos durante largos periodos de tiempo, especialmente en lugares con difícil acceso.
Esta tecnología red fue desarrollada por 3GPP, para dar soluciones de conectividad al crecimiento de IoT, en lo que se denomina extended Machine Type Communications (eMTC), y ofrece una cobertura de red estable con alta densidad de conexiones. La NB-IoT tiene la capacidad de conectarse sin problemas en redes móviles ya establecidas.
Desde 2016 NB-IoT es un estándar para las comunicaciones inalámbricas que puede intercambiar pequeñas cantidades de datos de forma eficiente a múltiples dispositivos, minimiza el consumo de energía y aumenta el rango de cobertura en ubicaciones que no cuentan con tecnología móviles convencionales.
NB-IoT: cómo funciona
La red NB-IoT se basa en la tecnología LTE ya existente. Este sistema de comunicación móvil que ofrece conexiones con menor interferencia y buena cobertura, ya que puede operar en frecuencias no utilizadas por las redes de comunicaciones existentes.
Estos sistemas de conexión están compuestos por dispositivos y sensores ideados para recopilar información del entorno y transmitir a estaciones base o nodos NB-IoT. Una de sus ventajas es que, al estar diseñada para operar con una potencia de transmisión muy baja, los dispositivos IoT tienen una vida útil de batería mucho más larga porque sus consumos de energía son bajos y su cobertura es muy amplia (algunos expertos hablan de cobertura global teórica).
Además, es una tecnología de bajo coste lo que permite que muchas pequeñas empresas y organizaciones públicas puedan acceder a una cobertura de largo alcance. Con ello incluso en zonas rurales y de difícil acceso pueden contar con una conexión para un gran número de dispositivos conectados por IoT.
Una red móvil para áreas remotas
Desde la llegada de la red 2G y el cambio de lo analógico a lo digital, introduciendo así el roaming y la mensajería SMS -nacido en 1992-, en los años 90 hasta la implantación de la cuarta generación y el despegue de la tecnología para dispositivos conectados a Internet, el salto tecnológico vivido ha sido inimaginable cuando se empezara en los ochenta con el despliegue de la red 1G.
Ahora las tecnologías NB-IoT y LTE-M ofrecen una mayor capacidad de transmisión en movilidad para satisfacer las necesidades surgidas de la IoT. Aunque la velocidad de recepción y transmisión de datos es baja si se compara con la red 5G, si ofrece una transmisión de datos confiable, seguridad y eficiencia energética, una cuestión tan relevante que hasta cuenta con una jornada específica: el Día Mundial del Ahorro de Energía.
Qué diferencias hay entre NB-IOT y LTE-M
Ambas tecnologías, NB-IoT y LTE-M, son buenas alternativas de conectividad ya que están diseñadas para aplicaciones de IoT, se diferencian en su ancho de banda, velocidad de transmisión de datos, cobertura y eficiencia energética. Dependiendo de la aplicación y los requisitos específicos del dispositivo, una tecnología puede ser más adecuada que la otra red.
De los dos estándares, NB-IoT es menos potente en cuanto a velocidad, capacidad de transmisión de datos y soporte para móviles. Está diseñada principalmente para situaciones donde no es necesario una comunicación móvil de gran exigencia, y aplicaciones que requieren transmisiones de baja velocidad y pequeñas cantidades de datos, mientras LTE-M puede manejar una amplia gama de aplicaciones de IoT, desde dispositivos de baja velocidad y bajo consumo de energía hasta dispositivos de alta velocidad y gran ancho de banda. Por ello LTE-M es mejor opción para áreas urbanas densamente pobladas donde hay una mayor densidad de estaciones base, y aunque todavía consume muy poca energía, no es tan eficiente como la NarrowBand-IoT.