La transformación digital supone la integración de tecnología digital en todas las áreas de una empresa, cambiando fundamentalmente la forma en que opera y brinda valor a sus clientes.
No debemos pensar que la transformación digital es un proceso nuevo, pero sí que se ha acelerado en los últimos años gracias a la revolución digital que estamos viviendo, y que obliga a las empresas a dar un cambio radical para poder subsistir.
Lo que hay que tener claro es que la transformación digital ya no es una opción. Una empresa no se puede plantear si opta o no por este cambio, puesto que no existe otro camino para renovarse y competir con los demás.
Cambio cultural y tecnológico
No se trata simplemente en la adquisición de tecnología de última generación, sino de un cambio tanto cultural como tecnológico, ya que supone que las organizaciones realicen cambios fundamentales en la forma en la que trabajan, así como en el modo en que se relacionan con los clientes.
Desde Google Cloud, se define transformación digital como el proceso que usa tecnologías digitales modernas, incluidas todo tipo de plataformas de nube híbrida, pública y privada, para crear o modificar los procesos empresariales, la cultura y las experiencias de los clientes a fin de enfrentar las dinámicas cambiantes del negocio y el mercado.
Y es que una de las muchas virtudes que tiene la transformación digital es que se concibe como una adaptación continua ante un entorno que está en constante cambio. Por ello, se puede hablar de que su objetivo es el de disponer de una base técnica y operativa, en continua evolución, que pueda responder a las expectativas del clientes y a las condiciones cambiantes del mercado.
Elementos para una transformación digital
Toda transformación digital dentro de una organización debe incluir una serie de elementos, como forma de evolucionar y entender hacia la nueva cultura digital, entre los que se pueden mencionar:
- Plan de formación global, que incluya todas las herramientas necesarias para que el trabajador asuma este cambio.
- Reorganización de la estructura laboral. Es necesario que la estructura organizativa de la empresa dé respuesta a la nueva y diferente forma digital de trabajar, que incluye nuevas funciones y puestos.
- Plan de formación específico, por el que los empleados tengan acceso a la formación necesaria para manejar el nuevo entorno.
- Incorporación de nuevos perfiles profesionales, más acordes con las nuevas necesidades del trabajo digital.
Beneficios de la transformación digital
Son muchos los beneficios que aporta la transformación digital dentro de una empresa. Entre ellos, Google Cloud destaca la modernización de la infraestructura, una mejor gestión de los datos, la obtención de estadísticas, evita los entornos aislados, detecta de forma rápida los problemas y aporta soluciones, y ahorra costes.
Por su parte, SAP señala entre estos beneficios el de disponer de una mayor información para planificar la estrategia de la compañía, una mayor eficiencia y productividad, una experiencia de cliente mejorada y un impulso innovador al modelo de negocio.
Además, destacan que esta transformación supone una mayor agilidad y resistencia a la disrupción, y así poder anticiparse a los cambios y oportunidades del mercado, así como nuevas formas de conectarse y colaborar, y de optimizar las futuras estrategias de crecimiento del negocio.
La lista de beneficios que conlleva la transformación digital podría ser interminable, aunque si en algo coinciden los expertos es en la mejora de la productividad y de la experiencia cliente, que limita el error humano y ayuda en la reducción de costes.
Las tecnologías emergentes
La transformación tecnológica tiene como principales aliados, a una serie de tecnologías emergentes, que cada vez se van haciendo más cotidianas en nuestro día a día, no sólo en el mundo laboral, sino en todos los ámbitos.
Hablamos de la Inteligencia Artificial, el Internet de las Cosas, la robótica, el Cloud Computing, Machine Learning, Blockchain o Realidad Virtual, por citar algunas de las tecnologías que ayudan al demandando cambio digital.
Transformación digital y el covid-19
La pandemia del covid-19 fue clave a la hora de comprender la necesidad de que las distintas organizaciones encaren la transformación digital. Y es aquellas en donde el proceso estaba más avanzado, hubo un mayor margen de respuesta para solventar y disponer de recursos que permitieron reducir los obstáculos.
Una muestra de este cambio de mentalidad lo encontramos en la previsión que realizó antes de la pandemia, octubre de 2019, el analista del sector IDC, referido a que el gasto mundial en transformación digital alcanzaría los 2,3 billones de dólares en 2023. No obstante, en diciembre de 2020, ocho meses después de la pandemia, IDC casi triplicó esa estimación, a 6,8 billones de dólares.
Una encuesta de la consultora McKinsey, The new digital edge: Rethinking strategy for the postpandemic era, a ejecutivos de negocios senior, destaca que desde que comenzó la pandemia existe un sentimiento de urgencia entre los responsables por digitalizar y modernizar sus procesos y sistemas heredados.
Según la encuesta, tan sólo el 11% de los ejecutivos considera que sus modelos de negocio actuales serán económicamente viables en el 2023, mientras que otro 64% dice que sus empresas necesitan construir nuevos negocios digitales que las ayuden a lograrlo.
España y la transformación digital
Las empresas y las administraciones públicas españolas también siguen avanzando en la ruta que supone la transformación digital, un camino donde España intenta seguir a las principales potencias de nuestra región.
Eso se aprecia en el índice DESI (Digital Economy and Society Index), que en el marco de la Comisión Europea realiza el seguimiento de los progresos realizados por los Estados miembros de la UE en materia de competitividad digital, y que en su apartado de integración de la tecnología digital, señala que el 62 % de las pymes españolas tienen al menos un nivel básico de intensidad digital y el 24% ha abrazado el e-commerce.
No obstante, apunta a que son pocas las empresas que aprovechan tecnologías como la inteligencia artificial, los macrodatos o los servicios en la nube.
Por su parte, el estudio «Uso de tecnologías digitales por empresas en España«, que elabora el Observatorio Nacional de Tecnología y Sociedad muestra cómo las empresas españolas han avanzado en la transformación digital de sus negocios en 2021.
Así se aprecia un incremento en el uso de las tecnologías emergentes como la inteligencia artificial, el análisis de datos, el cloud computing y el internet de las cosas.
Entre los datos de este estudio destaca que las empresas con sistemas de inteligencia artificial aumentaron 1,3 puntos en el último año, pasando del 7% en 2020 al 8,3% en 2021, mientras que el uso del análisis de big data también evoluciona respecto de 2020: más del 11% utilizaron este tipo de tecnología frente al 8% del año anterior.
La meta para 2025, según el ONTSI, es que una de cada cuatro organizaciones españolas haya incorporado estas tecnologías en su actividad.
Además, el 32% de las empresas españolas declararon haber utilizado servicios en la nube en 2021, lo que supone un crecimiento de 4 puntos porcentuales respecto al año anterior.
En cuanto al internet de las cosas, la tecnología que interconecta objetos y dispositivos a través de una red, el crecimiento ha sido mucho más importante, de 11 puntos porcentuales, lo que supone pasar de casi el 17% en 2020 a cerca del 28% en 2021.
La transformación digital que ahora conocemos no tiene freno, y tanto el sector público como el privado deben apostar por él, con todas sus implicaciones, si quieren sobrevivir en un mundo cada vez más digital.