Durante los últimos años, el IoT se ha convertido en uno de los principales intereses del sector de las tecnologías de conectividad. Pero, ¿qué es el IoT exactamente? Estas siglas hacen referencia al concepto ‘Internet de las cosas’ del inglés ‘Internet of Things’ y engloba todos aquellos objetos y dispositivos que son capaces de conectarse e intercambiar datos con otros dispositivos a través de una red móvil.
El IoT es una tecnología que en los últimos tiempos ha vivido un importante impulso gracias al despliegue de la red 5G que hace posible que la conectividad llegue a la gran mayoría de dispositivos electrónicos actuales: desde maquinaria industrial hasta automóviles, edificios o herramientas de uso doméstico como los electrodomésticos, los asistentes virtuales o los smartphones.
Todos estos dispositivos que se conectan, se vuelven “inteligentes” ya que pueden intercambiar datos en tiempo real a través de la interacción M2M, Machine to Machine, en la cual la intervención humana es mínima, pero cuyo objetivo es proporcionar una mayor comodidad a nuestras vidas.
¿Para qué sirve el IoT?
La mejor manera de ver qué es el IoT, es ver para qué sirve. Y es que la comunicación directa entre dispositivos tiene una infinidad de usos ya que permite agilizar, mejorar y automatizar todo tipo de procesos en todo tipo de ámbitos: procesos industriales, movilidad autónoma, gestión de los espacios públicos o la digitalización en sectores como el agroalimentario. Para ello es necesario contar con el soporte de una infraestructura de gran potencia, como el 5G. Este tipo de redes móviles son capaces de proporcionar un mayor ancho de banda, además de una mayor velocidad y una menor latencia, permitiendo una conexión más segura y, sobre todo, más estable de miles de dispositivos inteligentes a la vez.
Algunos de sus principales usos en expansión en el marco de los últimos años son los siguientes:
- Industria 4.0: la cuarta revolución industrial se caracteriza precisamente por el paso del modelo de producción tradicional a la transformación digital, una situación que ha impulsado de forma general el uso del IoT en la industria. Conseguir que las máquinas se comuniquen directamente entre sí, garantiza una mayor precisión en la producción, además de otras ventajas como la reducción de los tiempos o la disminución de los costes. Precisamente por ello, la colaboración de empresas tecnológicas como Microsoft, Google o Geprom son necesarias para impulsar la transformación digital de la industria y permitir tanto su automatización como el control de sus procesos.
- Salud digital: hace referencia a la conectividad que se aplica a servicios, herramientas e intervenciones de atención sanitaria. Y es que la implementación de IoT ha sido uno de los mayores progresos de la última década en el campo de la sanidad. Asistencia remota, control del paciente a distancia, operaciones de precisión realizadas por maquinaria, seguimiento del correcto funcionamiento de implantes como los marcapasos… La telemedicina ofrece un amplio abanico de mejoras para garantizar el bienestar del paciente, facilita el trabajo de los sanitarios, pero requiere de una red fiable para continuar en funcionamiento.
- Movilidad conectada: la mejora en los desplazamientos de la población es otro de los grandes sectores en los que actualmente se trabaja para aumentar el uso del IoT en su ámbito de producción. La movilidad conectada es una propuesta que plantea la posibilidad de conseguir una conducción más segura, eficiente y sostenible a través de la interconexión de los propios vehículos y otros elementos implicados en la conducción como semáforos o señales de tráfico.
- Smart city: las ciudades inteligentes son aquellas que están integrando el IoT en su estructura con el fin de gestionar de manera eficiente y sostenible su desarrollo y sus recursos. Edificios inteligentes que controlan la temperatura, gestión del uso de energía en la regulación del alumbrado público, aumento de la seguridad en las vías a través de una mayor monitorización vial… Una alta demanda que depende de una red móvil de alta capacidad como el 5G para lograr mantener el ritmo de la ciudad.
El IoT, la IA y el Big Data. Los tres mosqueteros tecnológicos.
El Internet de las cosas, la IA y el Big Data participan de sus múltiples actividades de una forma simbiótica. Por un lado, el IoT permite recopilar una gran cantidad de información de manera inmediata y a través de fuentes de lo más diversas, una aportación que ofrece una nueva dimensión al Big Data. Por otro lado, el desarrollo de la IA permite no solo ofrecer una mayor precisión a la hora de recabar esa información a través del IoT, lo cual a su vez repercutirá de forma directa en el Big Data, también una mejora en el análisis masivo de datos. Todo ello beneficia a empresas y personas ya que permite la toma de decisiones en tiempo real.
En otras palabras, la existencia de una conexión directa entre máquinas es uno de los principales caminos de investigación con gran desarrollo en la actualidad. A la pregunta ¿qué es el Internet de las Cosas (IoT)? Es una promesa de cambio que busca mejorar la comodidad y el bienestar de todos los ciudadanos y organizaciones. Una visión de futuro que en España cuenta ya con una potente infraestructura 5G, lo cual garantiza, no solo los desarrollos presentes, también los futuros.