Qué es la diversidad funcional
El uso del término diversidad funcional surge con una perspectiva social, que nace con el foco puesto en las capacidades diferentes de cada individuo dejando en un segundo plano los déficits y carencias, como se venía haciendo anteriormente.
Los numerosos términos que se han utilizado de manera previa (como minusválidos o deficientes) daban una visión negativa, dando a entender que se trataba de personas con menor valía.
La razón de la utilización de este tipo de conceptos es que surgían de una perspectiva médica, con una visión centrada meramente en la enfermedad o la patología.
Las estimaciones de la OMS hablan de que 1.300 millones de personas (aproximadamente una de cada seis del total de habitantes del planeta) sufren algún tipo de diversidad funcional importante.
Este grupo de personas tiene el doble de posibilidades de desarrollar enfermedades de diferentes tipos (como depresión, asma, diabetes, ictus u obesidad) además de enfrentarse a injustas situaciones como la estigmatización, la discriminación (alcanzando a materias como la educación o el empleo) o incluso la pobreza.
Tipos de diversidad funcional según el sistema alterado
Dependiendo del sistema que se encuentra alterado, nos podemos encontrar con diferentes tipos de diversidad funcional: física o motora, sensorial, intelectual y múltiple.
Diversidad funcional física o motora
Se trata de contar con problemas para desarrollar movimientos pudiendo afectar a las posibilidades de desplazamiento, el equilibro, el uso de las manos o incluso el habla.
Las causas de este tipo de diversidad funcional pueden ser desde problemas prenatales o durante el embarazado o patologías posteriores vinculadas a accidentes o traumatismos.
Diversidad funcional sensorial
En esta categoría se pueden incluir tanto los problemas visuales como los auditivos.
- Visuales. Abarcan desde la ceguera (ya sea parcial o total) hasta problemas de visión de índole más leve. Las causas pueden ser de origen diverso: congénito o adquirido, como las cataratas, el estrabismo u otros problemas oculares.
- Auditivos. Pueden darse tanto en únicamente un oído (unilateral) como en los dos (bilateral) y en función del grado de pérdida de audición podemos encontrar desde la profunda (la comúnmente conocida como sordera) hasta la más leve (hipoacusia).
Diversidad funcional intelectual
Es aquel tipo referido a las personas con una capacidad más lenta que la media para aprender habilidades sociales e intelectuales con las que actuar en diferentes situaciones. Este tipo de diversidad funcional no tiene que ver únicamente con la persona, sino que también cuenta con influencia del entorno.
Diversidad funcional múltiple
Podemos resumir este tipo en aquel que abarca necesidades en más de dos sistemas. No se trata únicamente de la suma de alteraciones la que caracteriza la diversidad funcional múltiple, sino también el nivel de desarrollo de la persona y sus posibilidades comunicativas, sociales y de aprendizaje.
Tipos de diversidad funcional según el grado de afectación
En función del grado de afectación, el BOE recoge cinco tipos diferentes:
- Nula, entre 0% y 4% de discapacidad. Es un nivel insignificante que no genera ninguna imposibilidad para el desarrollo de la vida diaria y sus actividades.
- Leve, entre 5% y 24% de discapacidad. Si bien es cierto que existe una cierta dificultad para llevar a cabo las actividades de uso cotidiano, la persona dispone de total independencia en su desarrollo.
- Moderada, entre 25% y 49% de discapacidad. Puede implicar alguna limitación total en ciertas actividades diarias, siendo independiente en las actividades de autocuidado.
- Grave, entre 50% y 95% de discapacidad. Incluye la posibilidad de contar con una limitación total o la imposibilidad de la realización de las actividades diarias incluidas, igualmente, las de autocuidado.
- Total, entre 96% y 100% de discapacidad. A diferencia del caso anterior, implica la imposibilidad en la realización de prácticamente todas las actividades diarias incluidas, obviamente, las de autocuidado.
Comprometidos con la diversidad
Para Telefónica, incorporar la gestión de la inclusión y la diversidad se trata de algo clave para conectar talento y crecer, puesto que únicamente gestionando la citada diversidad de manera inclusiva será posible garantizar un entorno sin discriminación que derribe las desigualdades vinculadas a las etiquetas.
Porque como recuerda José María Álvarez-Pallete, presidente de Telefónica, “contribuir a dar oportunidades a las personas en situación de discapacidad, además de un imperativo ético, es una cuestión de talento y de negocio. Ninguna compañía puede permitirse prescindir de ningún profesional valioso”.