Pese a tratarse de un acrónimo, la palabra pyme (referida a pequeña y mediana empresa) está incluso recogida en el diccionario de la RAE, definida como “empresa que cuenta con un número de trabajadores y volumen de facturación reducidos”.
¿Pero de qué estamos hablando exactamente cuando nos referimos a reducido número de personas y volumen de facturación?
Tipos de pyme por tamaño de plantilla y facturación
Ciñéndonos a la recomendación de la Comisión Europea del 6 de mayo de 2003 -una de las principales instituciones de la UE, recogida en el Boletín Oficial del Estado, se especifica que las pymes son aquellas empresas con no más de 250 personas trabajando en ellas y que dispongan de un volumen de negocios anual que no exceda los 50 millones de euros o cuyo balance general en ese mismo periodo de tiempo no supere los 43 millones de euros.
La categoría de pequeña empresa se acota todavía más con aquellas compañías que dispongan de una plantilla en la que como mucho estén ocupadas 50 personas y cuyo volumen de negocios o su balance general anual no esté por encima de los 10 millones de euros.
Todavía de menor tamaño son las microempresas, con el límite de trabajadores en una decena de personas y un volumen de negocios o balance general anual no superior a los dos millones de euros.
Características de las pequeñas y medianas empresas
Algunas de las principales características de las pequeñas y medianas empresas son:
- Tamaño. Tal y como hemos visto anteriormente, las pymes son de pequeñas dimensiones tanto en el volumen de la plantilla como en su infraestructura o sus operaciones.
- Ámbito de actuación. En líneas generales son empresas que operan en una localización geográfica limitada que no suele expandir sus operaciones a áreas de mayor tamaño.
- Independencia. Al no estar relacionadas con empresas de mayor estatus, las pequeñas y medianas empresas pueden disponer de un grado más elevado de autonomía a la hora de ser gestionadas o para tomar según qué decisiones.
- Flexibilidad. Relacionado también con la independencia que comentábamos en el punto anterior, la capacidad de adaptación a las demandas otorga una flexibilidad a la hora de poder ajustar operaciones y estrategias, algo que para empresas de mayor tamaño resulta más complejo de gestionar.
- Familiar. Aunque no sea siempre el caso, en numerosas ocasiones las pymes son propiedad de miembros de una sola familia.
- Menor burocracia. Un rasgo derivado de las propias dimensiones de este tipo de empresas implica que los procesos burocráticos de las mismas sean menos complejos.
- Proximidad al cliente. Debido a su tamaño y a su flexibilidad, las pymes pueden contar con un mayor grado de proximidad con el cliente ofreciendo un servicio más personalizado y, por ende, más adaptado a sus necesidades.
- Innovación. El hecho de no disponer de grandes presupuestos puede suponer un incentivo a la búsqueda de soluciones creativas, lo que puede derivar en una mayor capacidad de innovación.
- Ayuda tecnológica. Disponer de recursos limitados puede convertirse en una oportunidad, como en el caso de la tecnología, que puede ayudar en diferentes frentes al desarrollo de las pymes.
Inconvenientes de las pymes
Sin embargo, la propia naturaleza de las pequeñas y medianas empresas les hace contar con una serie de inconvenientes para el desarrollo de su actividad. Estos son algunos:
- Vulnerabilidad. Por su tamaño y su limitada capacidad de recursos las pymes pueden ser más vulnerables ante posibles crisis.
- Competencia. La competencia de empresas de mayor tamaño, con más posibilidades financieras y de otra índole, siempre va a ser un inconveniente con el que van a tener que lidiar las pymes.
- Recursos limitados. Desde diferentes perspectivas como la financiera, la tecnológica o los recursos humanos, las pymes disponen de una serie de recursos mucho más reducidos que las grandes empresas.
- Financiación más complicada. El acceso a créditos o préstamos puede resultar más complejo para las pequeñas y medianas empresas, lo cual limita sus posibilidades de financiación.
Conclusión
Las pymes, aquellas empresas con una plantilla de menos de 250 personas, son una parte muy relevante del ecosistema empresarial y del tejido económico por la capacidad que tienen para crear empleo, contribuir al desarrollo local o impulsar la innovación.
Con los pros y los contras que hemos ido desgranando a lo largo del artículo, otro dato que avala la importancia de las pymes en el conjunto de la economía en general y en el mundo empresarial en particular es que, únicamente en España, existen casi tres millones de pymes. De hecho, el 99,8% de las empresas españolas son pymes.