Irati Rubio Martín – Redactora en Negocio Responsable
Solo el 48% de los empleados LGBT visibiliza abiertamente su orientación sexual a su entorno laboral. Te contamos los resultados del proyecto ADIM en el que han participado 24 entidades, entre ellas, empleados de Telefónica en España.
Frases como “la persona gay o lesbiana que no lo cuenta es porque no quiere” o “esto es el trabajo, en casa que cada uno que haga lo que quiera”, tienden a impedir que las personas LGBT hablen con normalidad de su vida personal. Esto es lo que se denomina homofobia liberal: mientras el resto habla con naturalidad de sus parejas y familias en el ámbito laboral, las personas LGBT ven reducida su diversidad sexual a la esfera estricta de lo privado.
Según el proyecto ADIM, impulsado por el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad y financiado por la Unión Europea:
- Solo el 48% de los empleados LGBT visibiliza abiertamente su orientación sexual a su entorno laboral.
- El 36% ha escuchado chistes o comentarios negativos acerca de las personas LGBT en el trabajo.
- El 13% presencia a menudo/muy a menudo burlas o insultos hacia una persona por ser LGBT.
¿Por qué debemos trabajar estas cuestiones?
Si bien en España y Portugal se han aprobado leyes pioneras a nivel mundial para el reconocimiento de los derechos de las personas LGBT, la LGBTfobia sigue estando presente en muchos ámbitos, incluidos en el entorno laboral.
Según Carmen Martín, gerente de Innovación Sostenible y Diversidad de Telefónica, «incorporar la realidad LGBT en la organización implica crear entornos inclusivos con la diversidad sexual y la identidad de género, empresas más respetuosas y seguras, donde cualquier empleado se sienta cómodo para manejar el equilibrio entre la esfera personal y la profesional».
Para Soledad Murillo, secretaria de Estado de Igualdad, “este estudio cubre un déficit de datos, ayuda a cuestionar la realidad y a plantear políticas públicas”. Y es que cada vez más empresas e instituciones son conscientes de la importancia de saber gestionar la diversidad en todas sus dimensiones.
Entre los motivos que señalan aquellas personas que no hablan libremente de su orientación sexual o identidad de género, destacan los siguientes:
Por otro lado, aunque el nivel de compromiso en el trabajo es similar al del resto de trabajadores, la realización personal, la tranquilidad y el sentirse aceptados son inferiores. El hecho de no expresarse libremente contribuye a no encontrar ese entorno de pertenencia.
Desde la perspectiva del talento, la invisibilización y el ocultamiento poseen un alto coste en términos de merma de productividad e innovación. Por lo tanto, es fundamental crear entornos laborales más respetuosos y seguros, donde todas las personas puedan desarrollar su máximo potencial.