Con la presidencia española de la Unión Europea se da un paso más allá para avanzar y fortalecer las relaciones bilaterales entre ambas regiones, dando prioridad a una agenda bilateral ambiciosa. Entre los principales objetivos de la cooperación entre Europa y América Latina se encuentran la transición digital y verde, así como de desarrollo social, coincidiendo con la hoja de ruta de una política industrial del siglo XXI que se ha propuesto seguir la Unión Europea.
En esta línea, como una de las prioridades esenciales, y antes de la Cumbre UE-CELAC que tendrá lugar en Bruselas la semana próxima, en marzo de este año se lanzó en Bogotá la Alianza Digital UE-ALC, para fomentar el desarrollo de la economía digital en ambas regiones y promover un entorno digital seguro, inclusivo y sostenible, en base a una alianza público-privada que permanezca en el tiempo.
Global Gateway: impulsando el desarrollo económico y la cooperación internacional
Esta renovada cooperación supone un acercamiento fundamental que impulsará el desarrollo social, económico y político de ambas regiones, y un espaldarazo a la cooperación en el escenario internacional. Así, la iniciativa Global Gateway es una oportunidad sin precedentes para generar desarrollo económico y prosperidad en la región, a través de acuerdos público-privados que posibilitarán la transformación digital y hacer esta relación birregional duradera en el tiempo. Global Gateway puede ser el mecanismo que afiance esta unión en el tiempo.
Telefónica, como inversor con una trayectoria de más de 30 años en Latinoamérica, ha formulado un documento que recoge su visión sobre cómo impulsar el acercamiento de Europa y América Latina en torno a doble transición, digital y verde, inclusiva, segura y sostenible en la región.
Las redes como eje vertebrador de la digitalización
Pensamos que las redes son el eje vertebrador de la digitalización para no dejar a nadie atrás, lo que en la región debe ir acompañado además de:
- Políticas públicas y una agenda de inversión para promover el emprendimiento y apoyar la creación de start-ups y unicornios en la región, lo que toma aún más relevancia considerando que Latinoamérica cuenta con un tejido productivo formal compuesto de un 99% de PYMES.
- Programas de capacitación y recualificación para la población joven y adulta en habilidades digitales, para dotarles del perfil profesional adecuado, aumentar la reconversión laboral y mejorar su empleabilidad.
Estamos convencidos de que, mediante Global Gateway y esta Alianza Digital, la Unión Europea y América Latina podrán activar una agenda de inversión público-privada para acelerar la digitalización, la apropiación de habilidades digitales y el despliegue de 4G y 5G en la región.
Asimismo, las principales propuestas que Telefónica pretende impulsar en los países en los que opera, donde el marco regulatorio lo permita, se van a centrar en los siguientes ámbitos:
- Internet para Todos (IpT): uno de los proyectos más ambiciosos y de mayor impacto que Telefónica ha desarrollado en Perú, para proveer conectividad rural y fomentar la inclusión digital en conjunto con otras entidades de diferentes geografías, como Meta y BID Invest y CAF.
- 42: el exitoso proyecto basado en la escuela de programación sin ánimo de lucro, que ofrece un programa educativo innovador y gratuito para jóvenes y adultos interesados en aprender a programar.
- Corporate Impact Venturing Latin America and the Caribbean (CIVLAC), que permite a empresas y startups trabajar juntas para resolver problemas sociales y medioambientales. CIVLAC se apoya en una red de empresas y startups para desarrollar proyectos y fondos centrados en la financiación de soluciones tecnológicas.
- Otros proyectos que activen la inversión y alianzas público-privadas para el desarrollo de la conectividad.
Avanzar en la doble transición: digital y verde y en la convergencia de marcos regulatorios, donde las políticas para la compartición voluntaria de infraestructura son clave
Junto con todo lo anterior, las transiciones verde y digital deben ir necesariamente de la mano con esta transformación. Es necesario poner en marcha políticas industriales sólidas con un componente central en estos focos, para evitar el aumento de las brechas productivas, tecnológicas y ecológicas existentes, y sus consecuencias negativas asociadas.
Por otro lado, la región merece un marco normativo adaptado al siglo XXI que permita el desarrollo de la innovación y donde prime la atracción de la inversión. Es necesaria una modernización regulatoria adaptada a la época de incesantes cambios y avances tecnológicos que estamos viviendo, que, en muchas ocasiones, van por delante de la regulación.
Tanto en Europa como en Latinoamérica enfrentamos retos similares de gran calado: privacidad de datos, competencia en los mercados, los derechos digitales de las personas, el acceso al espectro en condiciones razonables o tener las condiciones idóneas para poder llevar a cabo proyectos innovadores. La cooperación entre Unión Europea y América Latina puede aportar una nueva visión y soluciones de políticas públicas y de regulación para favorecer la modernización institucional y regulatoria. Es una oportunidad única para desarrollar propuestas regulatorias convergentes.
Si hubiera que destacar una política necesaria para incentivar la colaboración entre actores -no solo del ecosistema digital- y atraer la inversión, junto con facilitar la innovación, sería la compartición voluntaria de infraestructura. En este sentido, todavía muchos países en la región tienen camino por recorrer.
