Hacia una Europa competitiva: un nuevo enfoque en la política industrial
La Declaración de Granada y la definición de prioridades de la Agenda Estratégica 2024-2029 constituyen dos hitos fundamentales que marcarán el rumbo de la UE en los próximos años. En el ámbito estrictamente económico sienta las bases del modelo europeo para el futuro.
La Cumbre de Granada presentó un nuevo enfoque de política industrial para unas sociedades más prósperas. Las iniciativas presentadas ofrecieron las herramientas necesarias para garantizar la sostenibilidad de nuestro modelo económico, sin dejar a nadie atrás; fomentar la resiliencia del continente ante los riesgos climáticos y medioambientales, así como ante las tensiones geopolíticas; y propiciar el liderazgo mundial de Europa en la década digital.
Compartimos la hipótesis de partida de que la competitividad, la prosperidad, el empleo y el papel de Europa en la escena mundial dependen de una base económica fuerte. De ahí nuestra fuerte apuesta por todos los aspectos de la revolución digital y la inteligencia artificial: infraestructuras, conectividad, servicios, datos e inversión.
En junio de este año, durante la presidencia belga, se aprobará la Agenda Estratégica 2024-2029. La clara apuesta por la competitividad de las empresas europeas debe estar apuntalada por políticas, y su pronta ejecución activa, que hagan por fin despegar la investigación, el desarrollo y la innovación en Europa. La agenda también debe buscar el establecimiento de una competencia justa dentro y fuera de la UE.
En este nuevo ciclo institucional y político, Europa tiene la oportunidad de impulsar el crecimiento económico a través de la innovación digital (i.e. IA, IoT, Edge…), comenzando por el fomento de una sólida infraestructura digital, haciendo posible sobre esa infraestructura un verdadero desarrollo de la ciberseguridad, el emprendimiento y la capacitación digital de los europeos, así como atraer talento al continente.
Solo si la presidencia belga apuntala esta visión, el informe Resilient EU2030, que pretende atajar las vulnerabilidades de la UE, podrá tener éxito.
Hacia una Europa más inclusiva: las personas en el centro de la transformación digital
El reconocimiento de los derechos digitales en la UE durante la presidencia española se ha ampliado tras la Declaración aprobada en la Cumbre de León con la inclusión de la neuro-tecnología. Y este es un logro muy relevante. Desde hace más de una década, Telefónica ha sido una gran impulsora de la adopción de una perspectiva humanista en el desarrollo y aplicación de tecnologías digitales y apoyó el desarrollo de la Carta de derechos digitales de España.
La presidencia belga comparte esta visión, siendo la inclusión y el establecimiento de la perspectiva humanista dos de los pilares de su programa digital. Concretamente, buscarán habilitar más espacios de diálogo que busquen fortalecer la economía digital y prestarán especial atención a la transparencia logarítmica en los sistemas de IA y a la protección de la identidad digital de la población.
Hacia una Europa sostenible: reforzando la transición digital-verde
Poco antes de la finalización del mandato de la presidencia española, el Consejo de la UE aprobó las Conclusiones sobre una transición social, ecológica y digital. Destaca la importancia de fomentar y reforzar el binomio digital y verde para contribuir a la consecución de los objetivos de la Agenda de Desarrollo Sostenible 2030 y los objetivos del Acuerdo de París sobre el Cambio Climático.
Estamos convencidos de la capacidad transformadora de las transiciones digital y verde combinadas para el desarrollo de nuevos modelos de producción y consumo basados en una mayor eficiencia. Es más, la revolución digital es un catalizador de la descarbonización y la sostenibilidad. Aplicaciones digitales respaldadas por una red eficiente pueden ser decisivas para alcanzar metas de sostenibilidad y mitigar el cambio climático. Por ello, el sector de las telecomunicaciones, es especialmente clave para la transición verde.
La presidencia belga tiene el objetivo de finalizar el texto de ley sobre la industria de cero emisiones netas. Esta nueva ley no solo pondría en valor la innovación y las nuevas tecnologías para acelerar la consecución de los objetivos sostenibles, sino que también permitiría a la UE reducir sus dependencias estratégicas y liderar la transición digital-verde a escala global.
A pesar de estos notables avances, la Taxonomía, un tema clave para la transición digital y verde, se ha quedado fuera del programa de ambas presidencias. El Reglamento de Taxonomía, que tiene el objetivo de redirigir las inversiones a actividades que contribuyan a los objetivos del Pacto Verde, no logra captar el potencial de la conectividad en la reducción de emisiones GHG. Esta falta de reconocimiento actúa como un freno de la doble transición, ralentizando la consecución de los objetivos de la UE.
Hacia una Europa digital: un periodo de grandes hitos regulatorios
Durante la presidencia española se han alcanzado acuerdos notablemente en varios de los expedientes regulatorios más relevantes para la Década Digital, entre ellos, el Reglamento de Datos, el Reglamento sobre la Europa Interoperable, y, el Reglamento de Ciber Resiliencia complementario a la Directiva NIS2.
Asimismo, se han adoptado la Revisión del Reglamento sobre identificación electrónica y servicios de confianza (eIDAS 2.0), que permitirá a los ciudadanos europeos acceder, usar e identificarse de forma segura en el mundo digital; y el Reglamento de Inteligencia Artificial, cuya ejecución será todo un desafío debido a la disrupción de la IA generativa en este último año.
Por otra parte, la firme apuesta de la Presidencia española por convertir a Europa en uno de los epicentros de la era digital ha llevado a emitir una nueva Declaración para reforzar la colaboración en materia de tecnología cuántica.
Finalmente, en lo que respecta a las telecomunicaciones, han tenido lugar dos hechos relevantes para el futuro del sector: la reunión de ministros de Telecomunicaciones en León y la adopción de la postura del Consejo de la UE sobre el Reglamento de Infraestructura Gigabit.
La reunión de ministros concluyó con el compromiso de la Comisión Europea para presentar en 2024 un “Libro Blanco” sobre las inversiones en el sector de las telecomunicaciones. Durante toda la presidencia española estuvo presente el debate sobre la contribución justa de los grandes generadores de tráfico a la financiación de las nuevas redes de telecomunicación, el debate sobre el Fair Share.
El compromiso del Libro Blanco fue la muestra de la voluntad europea por encontrar nuevas fórmulas que permitan afrontar el desafío del despliegue de la nueva infraestructura de conectividad europea. El Libro Blanco abordará medidas tales como facilitar que los operadores logren la escala adecuada mediante la consolidación in-market, la revisión de la política de espectro para impulsar el despliegue de las nuevas redes, o el lograr un campo de juego equilibrado entre todas las empresas del ecosistema digital, muy especialmente entre los operadores de telecomunicación y las grandes empresas de Internet generadoras de tráfico.
Por otro lado, la postura acordada por el Consejo de la UE acerca del Reglamento de Infraestructura Gigabit supuso el reconocimiento de las trabas burocráticas que obstaculizan el despliegue de redes. No obstante, todavía quedan algunas cuestiones pendientes sobre este expediente. A este respecto, la Presidencia belga muestra en su programa la voluntad de avanzar durante su mandato en las negociaciones, para la futura adopción del reglamento.
Hacia una Europa con nuevas alianzas: acercando la UE a América Latina y el Caribe
La renovación de las alianzas con América Latina y el Caribe (ALC) ha sido clave. La Cumbre entre la Unión Europea y la Comunidad de Estados latinoamericanos y caribeños (UE-CELAC) es el primer paso hacia el reforzamiento de un espacio de encuentro político, económico y social. Estamos convencidos de que la transición digital y verde es clave para la región y podría convertirse en la palanca para acelerar una modernización transversal del tejido empresarial latinoamericano. Por ello, la agenda de inversiones de la Global Gateway debe centrarse más en el capítulo de las infraestructuras de comunicación en consonancia con la Alianza Digital UE-ALC.
Durante la presidencia española abogamos por una mayor convergencia regulatoria entre las dos regiones, solventando los problemas de inseguridad jurídica en la región latinoamericana. Por ello, aplaudimos el compromiso de cooperación mostrado en la 4ª Asamblea Europea de la Alianza de Inteligencia, para avanzar en la convergencia política y regulatoria digital de la IA, y el apoyo del español en esta tecnología y el fomento de la innovación.
Aún quedan retos por delante, especialmente en lo referente a la revitalización de un sector de las telecomunicaciones europeo atenazado hoy por su corta rentabilidad, pero la presidencia española ha marcado un camino y ha dado los primeros pasos para la revisión del marco regulatorio y de competencia del sector con el objeto de alinearlo al bienestar digital de los ciudadanos y la competitividad de las empresas europeas.
El marco creado para la liberalización del sector hace más de 30 años cumplió su papel con éxito, pero desde hace algunos años no se adapta al entorno que requiere el despliegue de la nueva infraestructura de conectividad digital. La presidencia belga debe corroborar el camino emprendido por la presidencia española para asegurar el cumplimiento de los objetivos de la década digital 2030.