Ocho de la mañana, un café, tu tableta… Empiezas el día revisando tu timeline y la actualidad. Una empresa ya es 100% renovable; un inversor se queja porque en otra hay mucha brecha (diferencia) salarial entre empleados y empleadas; una compañía impartirá lecciones de ética a los robots…
Todo esto es información NO financiera. Son aspectos sociales y ambientales que forman parte de la gestión de las empresas y sobre los que quieren saber inversores, clientes, gobiernos, empleados… Descubre por qué son trending topic, una tendencia que ha llegado para quedarse.
Se exige al Consejo de Administración
Hasta hace poco aportar información no financiera era, por lo general, voluntario. Pero esto ha ido cambiando con la Directiva 2014/95 y hoy en día el Consejo de Administración es el responsable último de esta información. Como recordó PwC en un desayuno de trabajo sobre el tema, en España es el Real Decreto Ley de Información No Financiera (2017) el que exige a las entidades cotizadas mostrarla en su Informe de Gestión anual o en informe aparte. Por ejemplo, Telefónica empezó a publicar el Informe Integrado en 2014 y desde hace 2 años incluye estos contenidos en el Informe de Gestión. ¿Por qué es relevante esta información? Según el Real Decreto porque “contribuye a medir, supervisar y gestionar el rendimiento de las empresas y su impacto en la sociedad”.
¿Qué ha llevado a concluir esto? Casos como el derrumbe, con 1.100 muertos, de un edificio de Bangladesh en el que operaban corporaciones como Benetton; el fraude de las emisiones de CO2 de Volkswagen; la reciente fuga de datos de Facebook y otros escándalos han puesto en valor estos aspectos. Se ha visto que solo con las cuentas financieras no se puede tener la foto completa de una compañía ni saber hacia dónde va en el medio y largo plazo.
Da más rentabilidad a los inversores
Los inversores están convencidos de que que la integración de factores ESG (sociales, ambientales y de buen gobierno) tanto en la gestión como en la información que dan las empresas, mejora la rentabilidad en la inversión en el largo plazo. Así, Larry Fink, presidente del superinversor BlackRock, accionista de Telefónica, explica en la carta que manda anualmente a los CEO que “para prosperar a lo largo del tiempo, las compañías no solo deben generar rentabilidad financiera, sino también demostrar cómo contribuyen de forma positiva a la sociedad”.
Los consumidores la valoran cada día más
Cada día hay más personas que miran si lo que compran es o no sostenible: que respeta los derechos humanos de los empleados que lo producen, que no implica maltrato ambiental, que es cuidadoso con el medio ambiente (por ejemplo, que es reciclable), etc. Según Nielsen, un 66% de los consumidores pagarían más por un producto sostenible y en el caso de los Millennials, el porcentaje llega al 73%.
Esto sumado a que el 74% de las marcas podrían desaparecer sin que a las personas les importara y que los ciudadanos confían mucho más en las empresas que en los gobiernos y los medios de comunicación para que resuelvan los grandes retos del mundo, lleva a las empresas a redoblar sus esfuerzos por cuidar lo no financiero y por enfocar su marketing y su comunicación hacia ello. Hay multitud de ejemplos. Por citar uno reciente: Benetton lanzó en verano una campaña de moda sin ropa para reivindicar la diversidad. Anteriormente, en Brasil, Telefónica Vivo ha mostrado a los clientes la historia de un niño con dos padres y les ha animado a “repensar” para eliminar prejuicios y potenciar la inclusión de todos los colectivos en la sociedad.
Pero, ¿cómo tiene que ser esta información no financiera? ¿Es muy difícil para una compañía tenerla?
Lo importante es la calidad, no la cantidad. Y el reporting es una consecuencia. Antes hemos tenido que integrar los temas sociales y ambientales en la estrategia de la compañía y elevarlos al nivel del Consejo de Administración. Como parte de este proceso, se plantean unos indicadores de medición y seguimiento (KPIs) y unos objetivos que den esa visión a futuro que nos piden los inversores.
Telefónica, una de las más avanzadas en este ámbito según PwC junto con otras compañías como Repsol o Iberdrola, lleva años trabajando este tema: cuenta con el Plan de Negocio Responsable, que incorpora las acciones prioritarias y es supervisado por el Consejo a través de la Comisión de Regulación y Asuntos Institucionales. La información no financiera se gestiona desde el área de Ética Corporativa y Sostenibilidad, que cuenta con una herramienta –SIGRIS- para recopilar y analizar los datos, que son verificados anualmente por una entidad independiente. Para mostrarlos públicamente además del Informe Integrado, Telefónica tiene una plataforma interactiva con indicadores de todos los mercados en los que opera.
En cualquier caso, las compañías siguen haciendo camino al andar porque las exigencias se multiplican continuamente: los inversores, los Gobiernos, los clientes e incluso los propios empleados quieren más transparencia, más datos de temas como diversidad y derechos humanos, y más compromisos. Buscan compañías con un propósito que vaya mucho más allá de vender.