El sector tecnológico ha visto en los animales de compañía un importante nicho de mercado y en los últimos años ha desarrollado un elevado número de dispositivos y aplicaciones para ellos.
Frida maúlla porque está feliz. ¿O quizá este enfadada? ¿Le dolerá algo ¿O será una llamada de apareamiento? Si tienes gato, seguro que más de una vez has deseado saber qué quiere o qué le está diciendo, para dar una respuesta acertada a sus necesidades. Hoy está más cerca gracias a MeowTalk, una aplicación que funciona como un traductor de maullidos.
Creada por Javier Sánchez, ex-ingeniero de Amazon que trabajó en el desarrollo del asistente digital Alexa, el funcionamiento es muy sencillo: se descarga la app, se graba el maullido del gato, el software lo compara con una amplia base de datos y arroja una traducción, entre nueve posibles intenciones y significados. Cuanto más se emplee la aplicación, más precisa se volverá, ya que al grabar y etiquetar los sonidos, el software de aprendizaje automático y la Inteligencia Artificial (IA) comprenderán mejor el maullido de cada gato.
Pero esta herramienta, que hace unos años pudiera parecer ciencia ficción es solo el inicio. El objetivo final es crear un “pet wearable” (tecnología que se lleva puesta como una prenda o complemento) en forma de collar inteligente que traduzca el maullido de los gatos de forma instantánea y que una voz humana hable a través del mismo. ¿Imaginas?
Nicho de mercado
Según Anfaac (Asociación Nacional de Fabricantes de Alimentos para Animales de Compañía), se calcula que en España hay más de 28 millones de mascotas, siendo los peces y pájaros los animales más presentes en las casas, seguidos de perros y gatos.
Solo en Madrid, el 50% de las familias tiene una mascota y ya hay más perros que niños de 0-4 años. Además, los animales de compañía tienen cada día más protagonismo y las personas están más concienciadas e involucradas en darles la mejor calidad de vida posible, cueste lo que cueste.
Estas cuestiones hacen que el sector mascotas sea un atractivo nicho de mercado para muchos emprendedores y empresas del sector tecnológico que proponen iniciativas innovadoras relacionadas con el cuidado y el bienestar de los animales, su salud, su alimentación, su bienestar emocional y físico, el juego y un largo etcétera.
Hablamos de lo que se conoce como “Pet Tech” o tecnología para mascotas, un segmento en el que tienen cabida gran cantidad de soluciones relacionadas con el cuidado y el bienestar de los animales, su salud, su alimentación, su bienestar emocional y físico, el juego y un largo etcétera.
Del microchip al traductor de ladridos
Si echamos la vista atrás, hasta los años 90, el precedente está en los microchips que se implantan en la nuca de perros y gatos de por vida y que permite identificarlos. Suelen estar formados por una cápsula de vidrio biocompatible del tamaño de un grano de arroz y, en su interior, está el dispositivo.
También existen en el mercado placas identificativas inteligentes con códigos QR, como las de la startup española Dinbeat. Si la mascota se pierde, cualquiera con un móvil puede escanear el QR de su placa, ver el perfil y contactar con el dueño de forma segura. Además, en cuanto alguien accede a esta información, el usuario recibe un email informado de que su mascota ha sido localizada.
Pero frente esa tecnología “pasiva”, en la actualidad se abren paso herramientas y gadgets muchos más complejos y con infinidad de aplicaciones, algunas tan complejas como entender al gato o aproximarse a los sentimientos y emociones de un perro.
Esto es lo que promete la startup surcoreana Petpuls, artífice de un collar con inteligencia artificial capaz de identificar el estado anímico de un perro. Con el análisis de más de 10.000 muestras de ladridos de 50 razas de canes, la tecnología identifica si el animal está ansioso, deprimido, entre otros estados, y tiene una posibilidad de reconocimiento del 90%.
Bienestar, salud y nutrición
Muchas de las innovaciones Pet Tech pretenden mejorar el bienestar animal. Este es el caso de DinbeatUNO, un dispositivo wearable, para uso veterinario, que monitoriza en tiempo real y sin cables la salud de las mascotas.
Es “arnés multiparamétrico” diseñado también por DinBeat cuenta con sensores que envían la información a la nube. Al usarse en animales no sedados (hospitalizados o en su domicilio) dota al veterinario de información del paciente en tiempo real (frecuencia cardiaca y respiratoria, temperatura, etc.), lo que permite reaccionar a tiempo en caso de emergencia.
Si hablamos de nutrición, también de sello español, tenemos Kibus, el primer robot de cocina que permite preparar comida saludable y caliente para mascotas. Es un electrodoméstico diseñado para estar en el suelo y muy fácil de usar.
Solo hay que programar los gramos diarios que el perro necesita y el número de comidas al día e introducir los alimentos deshidratados en el aparato mediante cápsulas. Además, es un dispositivo IoT y, mediante conexión wifi, permite al usuario interactuar a distancia, acceder al histórico de todo lo que se ha cocinado o recibir un aviso si hay incidencias.
Otro dispositivo, PetTrax, es un dispensador de alimento que notifica al móvil cada vez que el animal come (otros similares incluso hacen fotos que envían al móvil, si el dueño quiere). Proporciona la duración de la ingesta y el número de calorías consumidas que conoce a través del peso, también con sensores incorporados. Si la mascota no ha ingerido nada en x horas también recibe alertas para que pueda comprobar si todo está bien.
Y Alvinoo es una fuente inteligente de agua orientada a gatos y perros. La máquina mantiene el líquido a una temperatura constante y que puede ser definida por el usuario, hace que el agua esté en movimiento, trae tecnología para la antibiosis, entre otras características.
Y, ¿qué sería un perro sin una pelota? La revolución en este campo viene de la mano de la startup neoyorkina Playdate, que ha diseñado la pelota Ketchup On que lleva incorporada una cámara de vídeo para que perro y dueño puedan interactuar aunque estén a kilómetros de distancia. El propietario puede controlar la pelota desde cualquier lugar utilizando la aplicación móvil mientras que la cámara de su interior transmite vídeo HD en vivo.
Bandejas higiénicas autolimpiables, marketplace de servicios, ratones electrónicos, lanzadores de pelotas, cámaras de vigilancia inteligentes… Se espera que el mercado de la tecnología para mascotas alcance los 17.000 millones de euros en todo el mundo en 2027 para regocijo de emprendedores y devotos dueños (no sabemos si también de perros, gatos y demás animales de compañía).