Tener objetivos claros y visibles marcan la diferencia

Hay días en los que simplemente dejamos que la corriente nos lleve, otros en los que remamos con todas nuestras fuerzas a un objetivo específico.

Descubre más sobre cómo tener objetivos claros y visibles marcan la diferencia.

Luis Landa Seguir

Tiempo de lectura: 2 min

Durante mi entrenamiento en kayak, experimenté ambas sensaciones y hoy me generaron una reflexión. ¿Quieres saber cómo un objetivo claro y visible transformó mi experiencia en el mar y cómo puedes aplicar estas lecciones a tu trabajo?

Diferencias entre marcarse o no, objetivos

Día 1: Navegar sin rumbo

Nos subimos al kayak y fuimos aproximadamente 1 hora y media mar adentro para luego regresar. A pesar de que me gustó remar, me sentí muy neutro y por momentos creía que no avanzaba, me desconectaba por ratos y con sensación de no llegar a algún lado.

La variabilidad de la velocidad fue la estadística que más llamó mi atención y es que noté claramente la diferencia de los tramos (ida y vuelta). La dispersión de la velocidad es explicada gracias a la neurociencia de manera que el cerebro busca constantemente patrones y significado. La falta de un objetivo claro genera incertidumbre, desmotivación y baja productividad, en todos los ambientes

Día 2: Navegar con rumbo

En esta ocasión remamos a una isla ubicada a 6 kilómetros de distancia.  Me sentí más cómodo saber a dónde iba, no sentí cansancio y tener la isla a la vista me permitió mantener el foco. Creí que el tiempo pasó rápido, me motivaba ver la isla cada vez más y más cerca

Para la navegación uso la aplicación “relive”, y cuando entré a ver las estadísticas encontré mucho sentido a mis anteriores explicaciones. Y es que no solo la velocidad fue más homogénea, sino que recorrí un 30% más de distancia. Un objetivo claro proporciona foco, concentración, mejora la toma de decisiones y eficiencia

¿Cuáles son las principales diferencias entre ambos días?

CaracterísticaDía 1: Salida libreDía 2: Navegar con rumbo
ObjetivoVago, inexistente.Claro y visible
DatosNo se conocía el tiempo restante para la llegadaCalcular la distancia faltante permitía tomar mejores decisiones
Datos de navegaciónInciertos y altamente variableMedible y predictivo.

Te mostraré unos casos del día a día donde podemos mejorar tan solo con tener claro y visible el objetivo:

  • Iniciar las reuniones mostrando el objetivo de la reunión.
  • Para enrumbar el sentido de una reunión.
  • Objetivos claros al resolver un incidente, permitirá al equipo enfocarse y descartar distractores.
  • Presentar una propuesta de solución.
  • Influencia con el equipo.
  • Transferir conocimiento.
  • Resolver conflictos y prioridades.
  • Decidir y priorizar a donde enfocar el esfuerzo.
  • Al redactar un informe o preparar una presentación.
  • Medir el progreso y solicitar feedback

Conclusiones

Para cerrar, el trabajar con un objetivo claro y visible es fundamental para el éxito de tu día a día ya que mejora la productividad, genera compromiso, disminuye la incertidumbre y estrés. ¿Cuál es tu objetivo? Recuerda, un objetivo claro marca la diferencia.

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