Jorge Arlitt, Editor y Community Manager. Responsabilidad Corporativa y Sostenibilidad de Telefónica S.A.
«La mujer en la empresa»
Tras la entrevista hace dos viernes a Sonia Gumpert, hoy cerramos el ciclo de entrevistas con Núria Vilanova, fundadora y presidenta de Inforpress.
Núria nos habla de las políticas de conciliación, el emprendimiento o las regulaciones, entre otros temas.
Núria Vilanova. Fundadora y presidenta de Inforpress
Vilanova ha creado Inforpress, la mayor consultora de comunicación en España, con oficinas en Portugal, Brasil, Colombia, Perú y Chile. Ocupa, además, cargos en entidades como el Consejo Empresarial de América Latina y el Círculo de Empresarios. Y ha impulsado dos plataformas de investigación: el Foro del Buen Gobierno y Accionariado y el Observatorio de Comunicación Interna e Identidad Corporativa. Ponente en múltiples foros, ha escrito los libros “Actúa contra la crisis” y “Micropoderes, comunicación interna para empresas con futuro”.
Blog: www.nuriavilanova.com
Twitter: @nuriavilanova
– Como mujer emprendedora, ¿le parece que se ha producido un retroceso en la situación de la mujer o por el contrario se está avanzando? ¿Cree que emprender puede ser una buena salida para la mujer o por el contrario es un arma de doble filo?
– ¿Retroceso o avance? Creo que ambas situaciones. Por un lado avance, afortunadamente cada vez hay más mujeres en las universidades, en las empresas y en los consejos de administración. Por otro retroceso, parece que el avance se está frenando como demuestra el hecho de que todavía son escasas las mujeres en las cúpulas de alta dirección de las empresas. Tenemos un problema de modelo social pendiente de resolver.
Emprender es una buena salida para la mujer y para los hombres. El límite lo marcas tú. En las empresas también tenemos que ser capaces de convertir en emprendedores a nuestro equipo. Invitarles a elegir y a crecer.
– ¿Funcionan las políticas de conciliación? ¿Faltan políticas de conciliación para los hombres?
– Ahora España ha sufrido una profunda crisis, con lo que la presión ha disminuido, pero en épocas de bonanza económica se emplea el término conciliación. No como una necesidad de encontrar un sistema eficaz de corresponsabilidad en las familias y en la sociedad, si no de responsabilizar a las mujeres, casi en exclusiva, de las necesidades de afecto y cuidado de la familia, en contra de su desarrollo profesional. Esto está pasando en países nórdicos, en una buena parte de Europa, donde apenas hay guarderías hasta los 3 años, y en determinados entornos. Tenemos que ser capaces de buscar soluciones que no sean disyuntivas para las mujeres.
Falta educar en un nuevo modelo y aunar esfuerzos públicos y privados en el apoyo de los niños y los dependientes.
– Son numerosos los estudios que ponen de relieve la relación positiva entre el resultado financiero de las empresas y la existencia de mujeres en los consejos de administración y de un número creciente de directivas en esas empresas. Sin embargo, esos mismos estudios muestran cómo para las mujeres sigue siendo sensiblemente más difícil que para los hombres el acceso a esos puestos. ¿Podría decirnos cuáles son las claves en las que el sector privado tiene que poner el acento para acelerar un cambio en este sentido?
– En un entorno tan cambiante las empresas para tener futuro necesitan ser capaces de cambiar, de innovar y de tener una visión más abierta. Las empresas que antes incorporan los cambios, las que convierten el cambio no como una estrategia si no como un fin en sí mismo, son las que tienen más posibilidades de éxito. No es de extrañar que las empresas que han sido capaces de incorporar mejores cambios sean más rentables, no solo por la aportación de las mismas, sino también porque demuestran su mayor capacidad de evolucionar, de adaptarse.
De todas maneras, desafortunadamente en el IBEX español, es mayor el número de mujeres en consejos que en comités de dirección. Y es que a veces es más fácil cambiar en aquello que más se ve y más se mide.
– Según datos de la Unión Europea (Eurostat) en nuestro país las mujeres ganan un 16% menos que los hombres por la realización del mismo trabajo. Esta diferencia es menor para los más jóvenes. ¿A qué cree que corresponde principalmente esta diferencia?
– Entiendo que en el inicio de la carrera a igual experiencia y preparación la remuneración es parecida. El problema es cuando en la evolución profesional entran ya otros criterios.
– ¿Qué opina de la propuesta de Directiva de la Comisión Europea para establecer una presencia del 40% en 2020 de las personas del sexo menos representado entre los consejeros no ejecutivos de empresas cotizadas? ¿Cree que puede llegar a plasmarse en una regulación o que caerá en saco roto?
– Yo creo que la realidad se modifica desde el momento en el que está en el punto de mira. Mientras consigamos que se hagan estudios, que se compare, estaremos avanzando. No me gustan las leyes que castigan, pero creo que la ley sí ayuda cuando pide “cumplir o explicar”, como en el caso de la normativa de la CNMV.
– ¿Cree que el sector privado puede jugar un papel relevante en la lucha contra la violencia de género? ¿Cómo?
– Seguro. El sector privado puede jugar un papel relevante en todo. Lo primero reconociendo que es una realidad, y en la medida de lo posible ayudar. En determinadas empresas existe el protocolo de ayudar en el caso de maltrato a cambiar de ciudad, para poder continuar trabajando en la compañía alejada del maltratador.
También son clave las campañas de concienciación y las actitudes de compromiso siempre con la ética y con la persona.
– ¿A qué no renunciarías como mujer?
– Como mujer no renunciaría a la complicidad con las amigas, y a la ayuda mutua. Como persona no renunciaría a nada de lo que es importante para vivir, en mi caso, la familia y el aprendizaje.