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Nuevos modelos de gestión: el Smart Beta

Nuevos indicadores y modelos de gestión surgieron a raíz de la crisis económica. Uno de ello fue la gestión Smart Beta.

Tiempo de lectura: 5 min

  Sofía Montes Díaz-Rato – RC y Sostenibilidad

Cada vez más, los inversores huyen del mercado tradicional buscando nuevas alternativas en las que obtener mejores resultados con menor nivel de riesgo que les evite tener que depender de la volatilidad del mercado. Nuevos indicadores y modelos de gestión surgieron a raíz de la crisis económica como una gran alternativa. Uno de ello fue la gestión Smart Beta pero…

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¿Qué es la gestión Smart Beta?

El Smart Beta es un modelo de gestión que analiza principalmente la capacidad de proyección futura  de una empresa y su capacidad de generar ingresos en el largo plazo. Reúne ventajas de la gestión activa (rentabilidad) y la pasiva (transparencia, diversificación, bajos costes…) y tiene en cuenta aspectos fuera de los puramente económicos como los índices de sostenibilidad.

El concepto puede parecer algo nuevo pero el modelo de análisis ya ha sido utilizado bajo nombres como Índice mejorado (por ejemplo) y es que se denomina así a todo aquello que intenta mejorar el perfil de rentabilidad y riesgos frente a los índices tradicionales. Ésos índices  construidos por capitalización de mercado que presentan algunas deficiencias: con la metodología Smart Beta, ponderará más la capacidad de generar riqueza en el LP que las deudas adquiridas en el pasado.

¿Por qué ha surgido?

Tras la crisis económica, se ha puesto en relieve la necesidad de buscar estrategias distintas a las tradicionales, en este entorno, los inversores tienen que buscar nuevas formas de rentabilidad sin incurrir en riesgos. Y el Smart beta minimiza riesgos, diversifica y optimiza la rentabilidad.

Una de las características que tiene en cuenta la estrategia Smart Beta es el análisis de factores pasivos.  Son muchos los índices que analizan estos factores pasivos, entre ellos encontramos el que RobecoSAM califica como índice ESG por sus siglas en inglés (Environmental, Social and Governance) este índice se extrae de la puntación de la actividad de las compañías que han demostrado su eficiencia en estas áreas. Una alta calificación en la sostenibilidad empresarial establece en un modelo predictivo un éxito de la inversión.  El riesgo de las empresas se ve reducido ante un mayor nivel de compromiso con la sostenibilidad.

Relación con la sostenibilidad

La puntuación de la sostenibilidad, proporciona una señal independiente de la decisión de inversión, reduciendo el nivel de riesgo y aumentando la proyección de las inversiones en el largo plazo. Desde el principio, RobecoSAM vio el ESG como un conjunto de factores que afectaban a los beneficios de las compañías a la vez que reducían ese nivel de riesgo.

Por lo tanto, el propósito del estudio ha permitido ayudar a los inversores a alcanzar mejores retornos a la inversión a través de la Evaluación de la Sostenibilidad Empresarial RobecoSAM que compara el rendimiento de la sostenibilidad corporativa.

Los resultados del rendimiento de la sostenibilidad corporativa (CSA por sus siglas en inglés) sirven como base para la construcción de los prestigiosos índices de sostenibilidad como el de  Dow Jones (DJSI), así como para las estrategias de inversión de RobecoSAM  además de para las prácticas de integración ESG de RobecoSAM a través de su gama de productos.

Pasos RobecoSAM

El análisis empírico de RobecoSAM de los datos recogidos durante los últimos 20 años  combinados con el comportamiento del mercado (así como con las propias tendencias), sugiere que existe una correlación positiva entre la sostenibilidad empresarial y el rendimiento financiero. Este hallazgo pone de manifiesto el potencial de la inversión en sostenibilidad y permite hacer predicciones a futuro de una manera más fiable en la que se reduzca el riesgo.

Para ello es fundamental estandarizar e identificar los criterios no económicos y descubrir la relación entre ellos y las tendencias del mercado; combinando los indicadores, consiguen así  una optimización de los resultados.

Los pasos clave para mejorar el poder explicativo y predictivo de la puntuación son:

– Despolarización de datos: la incorporación de la evidencia de los datos y la combinación de expectativas de los analistas con la evidencia empírica.

– La integración ESG: que tiene como objetivo mejorar la sostenibilidad de la exposición de las carteras para crear un valor a largo plazo que mejore el perfil de riesgo-rendimiento del portfolio.

El propósito de esta metodología es encontrar mejores maneras de utilizar los ESG en la gestión de activos y, tras dos años de desarrollo se puede asegurar que la metodología ESG implica una manera inteligente de invertir.

Oportunidades para las empresas:

La integración del modelo Smart ESG consiste en un modelo de mejora de la puntación de sostenibilidad y su respectivo factor estimado de inversión sostenible. Donde la principal característica del factor de sostenibilidad es su baja volatilidad, lo que permite una relación de información sólida en comparación con los factores económicos establecidos antes de la crisis económica.

La puntuación de sostenibilidad proporciona una señal (lineal) independiente de la decisión de inversión. Por lo tanto, es un candidato prometedor para las carteras con múltiples fuentes de rentabilidad.

Los inversores aún no entienden que la metodología ESG trabaja con los mismos valores que los modelos antiguos pero que no funciona como un indicador tradicional.

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