Philippe Gröschel
Sentarse en el asiento trasero y contestar correos electrónicos o leer tranquilamente un libro mientras el coche conduce solo y lleva al pasajero al lugar deseado, buscando incluso una plaza de aparcamiento… Esa es la visión de la conducción autónoma, la fase superior del desarrollo de la conducción automatizada. Hasta que se creen las condiciones técnicas y legales para ello, pasará bastante tiempo, pero al menos para el uso de los niveles más bajos del desarrollo –la conducción semiautomatizada y completamente automatizada– el Parlamento alemán ha sentado la base jurídica: «la primera ley en el mundo para la conducción automatizada», como han señalado con orgullo el Ministro Federal de Transporte Alexander Dobrindt (CSU) y los políticos de transporte de la coalición de gobierno.
La caja negra en el coche aclara la cuestión de la culpabilidad
Aunque aún son necesarios otros reglamentos y leyes sustitutorias, algunas cuestiones básicas se han resuelto ya con la modificación de la Ley de Tráfico: en qué condiciones se puede desentender del tráfico un conductor durante el funcionamiento de los sistemas de conducción automatizada, quién es el responsable en caso de accidente y qué datos del vehículo se almacenan y durante cuánto tiempo. Para aclarar la cuestión de la culpabilidad en caso de colisión en carretera con otros vehículos, se almacenan durante seis meses en una especie de «caja negra» los datos del lugar y la hora, así como la información sobre si hubo la necesidad de coger el volante y si era el sistema o la persona quien conducía. En el Proyecto de ley del Departamento Federal de Transporte (BMVI) se preveía inicialmente el almacenamiento de tres años y no estaba claramente definida la cantidad de datos a almacenar.
¿Manos al volante? ¡Eso será pronto una excepción!
La tarjeta de datos complementa el registro de vehículos
Pero también el ministro de Transporte Dobrindt tiene en mente la libertad internacional de los automovilistas en cuanto a la innovación en movilidad. En un plan estratégico de soberanía digital sugiere responder a la cuestión de la propiedad con los datos, de manera que se entiendan como objetos en un sentido jurídico. De este modo, los derechos de propiedad podrían atribuirse a la persona a la que correspondan los datos; en el caso de datos de un vehículo, al propietario del mismo. «El procesamiento y la creación de conexiones sólo puede hacerse de manera anónima y bajo seudónimo; a no ser que el usuario apruebe el uso de sus datos personalizados. Debe reconocerse un derecho de desistimiento», se indica en el plan estratégico. Con este principio, el ministro de Transporte quiere distanciarse del principio de economía de datos en Alemania y encaminarse hacia una «abundancia de datos segura y creativa». Para una mayor transparencia, cada vehículo deberá tener en el futuro una tarjeta de datos en la que se informe del alcance de la recopilación de datos y del uso de los datos después de la presentación del BMVI. Sin embargo, no se acordaron estas ideas del Ministerio federal de Transporte con otros socios de gobierno. En parte, las propuestas entran de lleno en las competencias de otros ministerios, como el Ministerio del Interior y el Ministerio Federal de Justicia, por lo que solo un nuevo gobierno federal después de las elecciones podría llevar a la práctica los cambios legislativos necesarios en teoría.
La autopista de campo de pruebas digital establece las normas
En términos de regulación, Alemania establece sus reglamentos con sus iniciativas legislativas (ya reglamentos) y el desarrollo técnico tampoco quiere dejar el gobierno federal solo a los actores globales de Silicon Valley. Por este motivo, el Ministerio Federal de Transporte ha iniciado hace dos años en la A9 la autopista de campo de pruebas digital en la que pueden realizar todas sus innovaciones de comunicación coche a coche y coche a infraestructura. Además, el futuro dispositivo móvil 5G se empleará en el tramo correspondiente. En este proyecto de movilidad conectada 5G que abarca varios sectores bajo el liderazgo de Ericsson, también participa Telefónica Alemania. A largo plazo se pretenden crear carreteras totalmente conectadas.