En Latinoamérica coexisten una brecha digital todavía importante con fuertes crecimientos del tráfico de datos en Internet. Hacer frente a ambos exige cuantiosas inversiones de los operadores de telecomunicaciones, que suponen un reto por la baja rentabilidad que obtienen en las actuales circunstancias de mercado, regulatorias y fiscales.
Para analizar este problema y explorar posibles alternativas, Telefónica HISPAM encargó a la consultora internacional NERA, un informe sobre las implicaciones del crecimiento y la concentración del tráfico IP en el desarrollo de las redes de telecomunicaciones en Latinoamérica. Encuentre el informe adjunto abajo.
Internet: un mercado de doble cara con asimetrías que perjudican el desarrollo de las redes
El informe analiza el acceso a Internet como un mercado de doble cara, en el que los operadores de telecomunicaciones ponen en contacto a los usuarios finales con los proveedores de aplicaciones y servicios (Grandes Generadores de Tráfico o GGTs). En Latinoamérica, los agentes que intervienen en este mercado reciben un tratamiento asimétrico, ya que los operadores tienen fuertes restricciones y obligaciones comerciales, regulatorias y fiscales y los GGTs prácticamente ninguna.
Por otra parte, los usuarios finales pagan todos los costos de la conectividad, y los GGTs no pagan por la conectividad que utilizan. Numerosos estudios económicos han demostrado que estas asimetrías perjudican el desarrollo de las redes, llevando a menores coberturas de red, precios más altos al usuario final, peores calidades y en general menores inversiones.
El rápido crecimiento del tráfico afecta asimétricamente a los agentes y pone en riesgo las inversiones para cerrar la brecha digital
El informe analiza las previsiones de aumento del tráfico de datos en Internet, que viene principalmente del crecimiento de los servicios de vídeo GGTs, y que está concentrado en siete grandes GGTs globales de fuera de la región. El impacto del crecimiento del tráfico sobre los agentes también es asimétrico: los GGTs aumentan sus ingresos y sus beneficios, mientras que los ingresos de los operadores no aumentan, pero sí que se elevan sus costos.
El informe hace dos estimaciones cuantitativas del impacto del crecimiento del tráfico en el aumento de costos de los operadores de red: un análisis econométrico basado en datos reales de costos y tráfico de operadores de la región, y una simulación utilizando un modelo de costos de red del regulador peruano Osiptel. A estos costos adicionales de red le suma una estimación del costo de bandas de espectro radioeléctrico adicionales (3.5 GHz) a los precios medios pagados en la región.
Los resultados del análisis muestran que, una vez descontados los efectos del aumento de cobertura y de la bajada de costos unitarios por el progreso tecnológico, los operadores latinoamericanos tendrán que desembolsar entre US$32.000 y US$52.000 millones entre 2023 y 2028 para ampliar la capacidad de sus redes para absorber el crecimiento previsto del tráfico de Internet. A estas cantidades habría que sumar otros US$17.000 millones adicionales que se estiman necesarios para ampliar la cobertura de las redes 4G, 5G y de fibra para cerrar la brecha de cobertura.
Teniendo en cuenta que los GGTs no pagan hoy por la conectividad, que los usuarios finales latinoamericanos no pueden pagar precios más altos por el aumento de las tasas de pobreza, y que los operadores tienen difícil conseguir financiación porque su rentabilidad en la región, en promedio, es inferior al costo de capital, el informe concluye que estas inversiones no serán posibles sin cambios en el mercado y la regulación y fiscalidad del sector.
Las inversiones pueden ser viables si se reforman la regulación y la fiscalidad del sector y los GGTs contribuyen financieramente
El informe explora, por último, qué alternativas realistas pueden utilizarse para mejorar la rentabilidad de las inversiones necesarias. Una de ellas es aumentar los ingresos de los operadores facilitando que los GGTs paguen por la conectividad que utilizan, como se hace ya en Corea del Sur y se está analizando en Europa. Otras se basan en reducir sus costos: bajar el costo del espectro radioeléctrico utilizado u otorgar espectro suplementario sin costo adicional, suprimir o reducir los impuestos y contribuciones sectoriales, y derogar o flexibilizar la regulación sectorial contraproducente u obsoleta. Además, el hecho de que los GGTs paguen por el tráfico que envían les dará un incentivo para una gestión más eficiente del tráfico, lo que reducirá su ritmo de crecimiento y con ello los costos de ampliar capacidad.
La reducción de ingresos por la bajada del espectro y la supresión de tasas e impuestos sectoriales no tendría por qué suponer una disminución neta de los ingresos fiscales, ya que el aumento de la actividad del sector podría compensarlos con un crecimiento de los ingresos por impuestos ordinarios. No obstante, si se produjese una reducción neta de los ingresos fiscales que no fuese asumible, se podría compensar la reducción a los operadores haciendo a los GGTs sujetos pasivos de los impuestos o tasas sectoriales que se mantuvieran, como se está analizando actualmente en los Estados Unidos y la Unión Europea.
