Se ha hablado mucho de la necesidad de reciclar y capacitar mejor (reskill and upskill) a los trabajadores, pero ha llegado el momento de actuar. La inversión en la empleabilidad de Europa es crucial si queremos alcanzar la prosperidad deseada.
En los próximos 10 años, alrededor de 100 millones de trabajadores en Europa necesitarán reciclarse profesionalmente, ya que más del 20% de sus tareas serán automatizadas o digitalizadas. La pandemia COVID-19 ha agravado la situación. Solo en el sector manufacturero europeo, la crisis ha puesto en peligro casi 8 millones de empleos, que en su mayoría afectan a personas con educación primaria y secundaria.
Los retos a los que se enfrentan empresas y personas requieren enfoques nuevos y urgentes para evitar los riesgos derivados de unos mercados laborales que se han transformado radicalmente. Las fórmulas tradicionales para afrontarlos ya no funcionan en esta era digital.
Tal y como recogió Telefónica en su «Manifiesto por un Nuevo Pacto Digital«, los responsables políticos deben dar forma activamente a esta revolución digital adoptando políticas adecuadas para preparar y guiar a las personas a través de ella.
A este respecto, la European Round Table for Industry (ERT) acaba de publicar el informe “Reskilling in European Industry: Preparing the workforce for tomorrow”. La ERT tiene un largo historial de promoción de la competitividad y la prosperidad mediante la cooperación con los encargados de la formulación de políticas y otros grupos de interés, y ha sido esencial para fortalecer el lugar que ocupa Europa en el mundo.
«Se necesita un gran Pacto Digital para establecer un nuevo diálogo entre los gobiernos, la sociedad civil y la comunidad empresarial. Este Pacto debe comenzar por mejorar la vida de las personas, es decir, por promover la formación y la educación», José María Álvarez-Pallete.
José María Álvarez-Pallete es uno de los 55 miembros, entre Directores Generales y Presidentes de las mayores empresas europeas del sector industrial y tecnológico, que participan en la ERT. Todos ellos están firmemente comprometidos a impulsar una región abierta y competitiva mediante la promoción del crecimiento sostenible y el empleo para todos. Sin duda, sus recomendaciones basadas en sus conocimientos y experiencias de primera mano pueden ofrecer apoyo a las prioridades de la Comisión Europea en este ámbito.
El informe antes mencionado aborda las deficiencias actuales del mercado que impiden que la oferta de reciclaje profesional aumente en cantidad, calidad y eficacia. Los obstáculos existentes en el ecosistema actual, como la falta de datos para ajustarse a las necesidades del mercado, la ausencia de sistemas precisos para prever lagunas de conocimientos, el impacto limitado de los programas de reciclaje (que se calcula que alcanzan un máximo de 10.000 colocaciones anuales) o la incoherencia de estos últimos programas de la UE (programas escasos y/o inexistentes en algunas regiones europeas) dificultan la aplicación de programas de readaptación profesional apropiados en toda la cadena de valor.
La ERT destaca las siguientes características como las claves para un resultado exitoso:
- La colaboración entre los sectores público y privado para hacer frente a la complejidad y la escala del reto al que se enfrenta Europa.
- Método intersectorial abierto a todos los sectores económicos. Se puede formar a las personas para que puedan acceder a oportunidades de trabajo en distintos ámbitos de la economía o se las puede atraer de otros sectores para un trabajo en la industria.
- Visión paneuropea. Aunque se puede permitir la movilidad transnacional de los trabajadores, las prioridades de la UE, incluida la política industrial, deben recibir un apoyo directo.
- Enfoque de extremo a extremo (E2E). La readaptación basada en el conjunto de aptitudes actuales de una persona y orientada hacia una nueva oportunidad de empleo definida.
- Financiación. Se necesita financiación específica para permitir la creación de un ecosistema de readaptación profesional.
En un futuro en el que vivir hasta los 100 años de edad será probablemente la norma, resultará fundamental la adecuación tanto de los sistemas educativos para ajustarlos a las nuevas demandas del mercado laboral, como de la actitud del propio individuo hacia la educación.
Para mantener las habilidades actualizadas es necesario estimular el aprendizaje de por vida (lifelong learning) como el nuevo objetivo educativo. El aprendizaje ya no debe ser algo que se haga en una institución específica durante un período de tiempo determinado para obtener una certificación. Para prosperar en este mundo de VUCA, las personas deben aprender a estar continuamente automotivadas de por vida y la tecnología se ha convertido en uno de los mejores aliados para alcanzar este objetivo.
La digitalización también es una enorme oportunidad para que las personas con discapacidad se relacionen mejor con los demás, ya que la innovación está poniendo a su disposición conexiones, productos y servicios que antes no eran accesibles para todos.
Dado que el mejor recurso de las sociedades son las personas y sus aptitudes, la publicación de un Programa de habilidades europeo (European Skills Agenda) es una oportunidad para situar a las personas en el centro de la actual transición digital y ecológica que traerá consigo nuevas posibilidades.